Capítulo: 2 "Ataque"

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He Xuan se quedó vigilando las cámaras de seguridad, confirmó que no hubiera más peones, al parecer Kristina solo le habían dado la orden de secuestro y no ejecución, pues sí lo segundo hubiera sido, Xie Lian ya estuviera muerto, esa mujer era de sangre fría, sin sentimientos, era una de las niñas favoritas de Rex, después de asegurarse que ninguno de los hombres estuviera con vida, se sentó en una silla y prendió un cigarro, inhaló y exhaló un humo blancuzco, después investigó donde estaba escondido el novio de su amigo.

Xie Lian era un joven tranquilo y tímido, sin duda, esto le dejaría una huella psicológica, sin embargo, al ser pareja de Hua Cheng, esto tarde o temprano ocurriría, no podía seguir fingiendo que no estaba metido en una mafia y era encargado de ejecutar y torturar, era imposible ocultar la verdad, por lo que el joven escritor que no era idiota, lo averiguaría pronto.

El amor ciega a veces, pero no puede cegar a la incertidumbre y la curiosidad, luego de analizar mediante las cámaras encontró al objetivo, sin embargo, al ver que Kristina que aún herida corría hacia donde estaba encerrado Xie Lian, el cual lo hizo apresurarse a llamarle a Hua Cheng, quien de inmediato atendió a la llamada.

-¡Kristina va hacia Xie Lian!, ¡Tercer piso, a la derecha, habitación B15! – Gritó He Xuan, solo escuchó como Hua Cheng empezaba a correr y decir un "mierda" con un tono molesto y amenazante.

He Xuan conocía a Kristina, ella se encargaba de ser la mensajera y recadera entre los jefes y peones, por lo que su trabajo no era muy sangriento o complicado, sin embargo, Rex tuvo un fetiche por adoptar niñas y criarlas como sus armas, las cuales les enseñó a pelear, a disparar, a seguir órdenes y a sobrevivir matando, crió a varias de ellas, las cuales se podían considerar privilegiadas, pues las educó, cuidó y enseñó, sin embargo, se les prohibió generar sentimientos, pues el desarrollar afecto hacia alguien solo las estropearía, quería armas letales no muñecas cariñositas, por lo que sus métodos y estrategias para hacerlas fuertes eran de temer, no sabían si era algo bueno o malo sus posiciones.

Así que, sin duda Kristina no dudaría en utilizar a Xie Lian como escudo o aun peor, pues la orden como tal no fue dada por Rex, lo conocía y sabía que no se rebajaría a atender directamente suplicas o trabajos de alguien como Shi Wu Du, así que alguien más le dio la orden de este trabajo, además ella no era verduga, sería impensable que Rex pusiera a sus preciosas niñas hacer un trabajo tan denigrante.

..... eS .....

Hua Cheng corrió con todas sus fuerzas, la sangre se escurría por sus ropas y por su mano, dejando un rastro de sangre fresca a sus espaladas, había perdido mucha sangre, por suerte la bala no perforó un órgano importante, se sentía débil y algo mareado, pero era por la misma perdida de sangre, sin embargo, removió su cabeza para despertarse, no podía quedar inconsciente en este momento, con tan solo pensar que esa mujer le hiciera algo a su pareja una fuerza embriagadora lo impulsaba a avanzar y no rendirse, conocía esta bodega como la palma de su mano, aunque no había venido en un tiempo, aun recordaba cada esquina y pasillo del lugar, era como su patio de juegos cuando eran chicos.

Pues aquí se criaron, entre cadáveres y alaridos, entre habitaciones claustrofóbicas y un frío congelante, si no hubiera sido por He Xuan, tal vez hubiera perdido la cordura a una edad temprana, el fue huérfano, perdió a su familia en un accidente, sus padres trabajaban para el Señor, quien, al saber el incidente, sintió pena por el chiquillo de tan solo seis años de edad, por lo que lo acogió y le dio un hogar en su organización, o bueno, un intento de ello.

El joven tomo un atajó, al llegar al tercer piso, en la dirección que le dijo He Xuan vio que la mujer ya había llegado, incluso tenía al joven sostenido con fuerza frente a ella y apuntándole la cabeza con su pistola, por lo que no podía hacer nada contra ella, el joven escritor estaba pálido y con una mirada asustada, cuando vio a su novio llegar cual príncipe de cuentos de hadas, no puedo evitar soltar unas cuantas lágrimas.

PASIÓN, AMOR Y DESEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora