Capítulo: 39 "Verdadero Infierno"

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México, hace 8 años

Los días habían pasado, cada día era un martirio, un tormento, un Infierno, sobre todo en las noches, no había escapatoria, no había quien los ayudará, intentaron acabar con todo, pero cada vez que estaban a un paso del final, la imagen de su familia salía a flote, consolándoles, alejándolos de cometer una locura que podría acabar con sus vidas.

Las mañanas debían pararse temprano, desayunaban algo ligero, un desayuno rico y nutritivo, el cual no estaban acostumbrados, después tenían sus clases, desde matemáticas hasta artísticas, esto por orden del Señor, el cual dijo que no quería mascotas ignorantes, que debían servirles cuando crecieran, las clases eran impartidas por profesores y profesionistas especializados en su materia, fueron exigentes y fríos en sus métodos, pero debido a que serían evaluados cada determinando tiempo ciertos saberes los chicos debían esforzarse al máximo, sobre todo para evitar los castigos, los cuales eran impuestos por Rex, el ultimo castigo que recibieron fue una tortura psicológica, tuvieron que presenciar como mataban a unos cachorros, ver como se retorcían mientras eran sumergidos en agua hirviendo o como los despedazaban con un cuchillo, esa escena sangrienta como esos aullidos de dolor quedaron grabados en su memoria.

Intentaron apartar la mirada de aquella brutal escena, pero cada vez que cerraban los ojos o desvivan su mirada, eran quemados por el cigarro del mayor, quien no se inmutó por lo que estaba pasando, como si no ocurriera algo anormal.

Después de unos cuantos minutos, Qinghua se desmayó, mientras que WanYin vomitó el desayunó, Wei Ying fue el más fuerte de los tres, pero al final del día, los tres sentían náuseas y mareos, incluso Ying tuvo fiebre toda la noche; Rex les mencionó que, si no había un avance en sus aprendizajes, el castigo sería peor, que ya no verían lindos cachorros siendo masacrados, sino que serían niños de verdad o tal vez uno de ellos tomaría ese lugar.

Desde ese día, se esforzaron por aprender y obtener buenas notas, incluso el tiempo perdido y mala educación que tuvieron no les afecto mucho para ponerse al corriente con la educación para su nivel, eran inteligentes.

Samuel se enteró de ello, por lo que quiso ir a consolarlos, los abrazó con fuerza y calidez, dejando que los niños se desahogaran, Qinghua corrió a sus brazos y dejo que sus emociones fluyeran junto con sus lágrimas, Wei Ying y WanYin fueron más fuertes, no soltaron lágrimas, sin embargo, lloraron para sus adentros, solo aceptaron aquel anhelado sentimiento verdadero que les proporcionaba el mayor, él fue el único mayor que los aceptó y cuidó, ese abrazo era sincero, no había otras intenciones, por lo que lo tomaron y se aferraron al él, su única balsa en ese océano sin fin, un océano que en un momento a otro los ahogaría.

Sin embargo, ese momento tan tierno y lindo fue presenciado por el Señor, que no tolero que otras personas que no sea su hermano menor tocaran con tanta familiaridad a su amado tío, por lo que con suma molestia los empujó con agresividad, el mayor intentó calmarlo, pero fue inútil, la llama encendida no podía ser apagada tan fácilmente, no importaba que le dijese, no podía tranquilizarlo, el hombre tomo de la muñeca a su delgado y frágil tío y lo arrastró hacia su cuarto, mientras que le ordenaba a uno de su personal que les dieran una lección, el cual fue una reprimenda con un cinturón, los azotaron sin compasión; ellos gritaron que se detuvieran, que no habían hecho nada malo.

Pero, aun así, terminaron con marcas en sus cuerpos, en la espalda, brazos y piernas, incluso Wei Ying tenía un hematoma oscuro cerca del ojo, debido a que la hebilla del cinturón golpeó en su rostro, WanYin tenía en labio partido, pero no le importo, ya que fueron castigados por su insolencia y atrevimiento al tocar a un integrante importante de la familia.

Gracia a esa lección, aprendieron a no volver anhelar un abrazo o alguna acaricia por parte del mayor, incluso si este intentará acercárseles, Samuel también fue más consciente en sus a cercanías, trataba de estar lo más distanciado posible, no quería que volverían a ser heridos por sus acciones.

El tiempo paso, los niños se volvieron adolescentes, habían crecido unos cuantos centímetros, sus delgados cuerpos se volvieron más macizos, ya no se vean débiles ni desnutridos, eran muy inteligentes, sabían cómo librarse de los problemas, eran agiles e independientes, aprendieron a sobrevivir, pero, aun bajando la cabeza y huyendo entre las sombras.

Sin embargo, ese proceso fue difícil, ya que sus cuerpos fueron marcados bajo diversas herramientas de castigo, tuvieron muchas heridas físicas como psicológicas, no importa que tan crueles fueron sus reprimendas, ellos fueron fuertes y trataron de olvidar todo, dedes ver agonizar a personas, de presenciar violaciones y torturas, incluso Wei Ying fue encerrado en una pequeña caja de metal bajo el intenso sol de verano, sin agua y un pequeño agujero para respirar, estuvo allí por dos días seguidos, el cual, gracias a las suplicas de Samuel hacia sus sobrinos, estos permitieron que sacaran al chico, quien estaba inconsciente y con quemaduras de primer y segundo grado; algo que impactó muchos a sus amigos, quienes impotentes solo fruncieron el ceño y los puños.

A sus catorce años, el interés en ellos se dirigió hacia otro lado, ya las lindas mascotas habían crecido, seguían siendo lindos pero ya no contenían esa hermosura tierna e inocente, por lo que en una noche, Rex molestó por haber tenido una disputa con su tío, fue a la habitación del menor de los tres chicos, sin previo aviso lo tomo con fuerza; abusando de él; Qinghua se resistió, pero fue inútil, esa noche fue el verdadero Infierno de la Tierra, soporto la verdadera agonía y humillación, el dolor de ser desgarrado con brutalidad no se comparaba con el dolor en su alma y corazón, en ese momento deseo más que nunca rendirse, dejar de continuar persiguiendo sueños que cada vez se alejaban más de sus manos, donde el camino se volvía más difícil, más largo de terminar; sin final.

A la mañana siguiente, el joven estaba semiconsciente, tenía náuseas y se sentía débil, frágil y miserable, como si solo fuera un objeto roto, una insignificante cosa desechable.

Sus amigos al enterarse fueron de inmediato a buscar venganza, sin embargo, antes de que hicieran algo, fueron frenados y arrojados a una pequeña habitación, el cual el Señor como Rex, le dijeron, que si los perros que no saben comportarse deben ser ejecutados.

Durante una semana entera fueron reeducados, las cicatrices que comenzaban a cerrarse se volvieron abrir, Samuel era muy bueno con ellos, él era un excelente doctor, incluso sabía hacer fármacos naturales, por lo que creo una crema muy buena para hacer que la cicatrización se acelerará y no dejará marcas profundas.

Qinghua cambio mucho, su personalidad se volvió más fría y cortante, incluso dejo de hablar por un tiempo, siempre desviando la mirada y evitando el contacto físico.

Solo permitía que sus amigos y Samuel fueran los únicos que podían tocarlo, pero siempre alerta; sin embargo, el menor fue abusado varias veces por el mismo hombre, el cual una vez se defendió, mordiéndolo con fuerza, pero, el mayor le golpeó, dejándolo inconsciente.

WanYin como Wei Ying intentaron hacer todo lo posible para que el menor no sufriera tanto, incluso intentaron escapar de allí, de las garras del Señor y Rex, pero cada intento fue un fracaso, y por ende una horrible reprimenda cada vez peor que la otra.

En una ocasión, el Señor estaba de mal humor debido a que su amado se enfermó debido a su culpa, su cuerpo era débil y frágil, por lo que no pudo soportar tantas cargas emocionales y mucho menos el excesivo ejercicio que tuvieron enredados en las sábanas de su sobrino.

Por lo que, aburrido y enfadado, recurrió a lastimar a ajenos, a jóvenes inocentes consentidos por su amado, todo el mundo sabía que el Señor era un hombre controlador, impulsivo, violento, posesivo y celoso, por lo que su poca paciencia y poca cordura llego a su límite; abusó de ellos hasta que estuvo satisfecho, a veces con los dos al mismo tiempo, a veces uno y después el otro; pero no dejo a ninguno librarse de sus garras.

El Infierno puede tener muchos escalones, cuando creían que habían tocado fondo, se encontraban con otro escalón más abajo, no había final de su tortura, de su agonía, pensaron en rendirse y aventarse hacia el abismo, a su muerte segura, pero aquellas voces, aquellos rostros que ya no estaban con ellos les prohibían hacerlo, ellos prometieron que vivirían por ellos, que alanzarían sus sueños, que serían libres y felices.

Que no se rendirían, que lucharían y pelearían. 

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elvis- Sempai

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