Capítulo: 24 "Discusión"

201 29 3
                                    

Oregón, hace 5 años

Un joven regresaba a su casa a altas horas de la noche, debido a que había ido a un convivio con su mejor amigo, el cual celebraban que el joven escritor había publicado oficialmente su primer libro, ambos estaban muy feliz por el primer éxito de tantos por venir.

-Rayos, espero que no esté despierto. – Comentó para sus adentros mientras se dirigía a su cuarto en completo silencio. Cuando se adentró a su habitación no prendió la luz, pues trataría de no dar ninguna pista de su regreso, sino escucharía el sermón de siempre.

Cuando se dispuso a quitarse la ropa y darse una rápida ducha para poder dormir, ya que estaba acostumbrado a dormir siempre después de bañarse.

Se quitó toda lo ropa, excepto de su ropa interior, el cual fue en silencio a su ropero para preparar su pijama, sin embargo, al tener lista su ropa y toalla, sintió un par de fuertes brazos rodear su cintura, el agarre fue fuerte y doloroso, por lo que un quejido se escapó de sus labios.

-Suéltame. – Ordenó con una voz avergonzada, pero en vez de su liberación su cuello fue mordido con fuerza, los dientes se clavaron en su carne, incluso se podía sentir el pulso del menor por los dientes, gotitas de sangre se deslizó por el blanco cuello. Haciéndolo ver tentador a la vista de un vampiro hambriento.

-¡Ahhhh! ¡Hermano suéltame! – Gritó molesto, aunque ya estaba acostumbrado a la actitud pegajosa de Shi Wu Du, ahora ya tenía diecisiete y él veinte y dos, por lo que ya no estaba bien visto jugar de esa manera.

-No, este es tu castigo por llegar tan tarde, no tienes permitido llegar más tarde de la media noche, así que debo castigarte. – Comentó el mayor mientras jalaba del largo cabello del menor hacia abajo, provocando que su cuello se tensará y su cabeza fuera abruptamente levantada en un ángulo obtuso.

-¡Hermano suéltame me lastimas! – Gritó mientras forcejeaba, pero cada intento fue inútil, el mayor lo tenía fuertemente agarrado, además había sujetado su muñeca derecha, haciéndolo difícil defenderse.

-Este es tu castigo, fuiste un niño muy malo, aun eres menor de edad, no te mandas solo, vives en esta casa bajo mis reglas. – Qing Xuan trato pelear, pero fue estrellado contra la pared, sus cosas de baño rodaron por el suelo, el menor comenzaba asustarse, sus respiraciones comenzaban acelerarse, el miedo mezclado con los nervios no eran una buena aleación, por lo que un mal sentimiento inició a emerger en su cabeza y corazón.

Las manos de su hermano comenzaron a rozar su piel, tocando por aquí y por allá, su espalda, su vientre y su cuello.

-Mejor dime ¿Qué estuviste haciendo todo este tiempo? ¿Estuviste con alguien más aparte de tu amiguito? ¿No prefieres estar mejor en tu casa, donde estoy yo? Cuidándote, velando por tu salud, procurando porque nada te falte. – Cada vez se alteraba más, su tono de voz se volvía fría y alta. - ¡¿O ya se te olvido que fui yo quien cuido tu trasero cuando estabas enfermo y que no podías levantarte de la cama?! ¡Que pase toda mi vida a tu lado! ¡Siempre a tu lado! – Preguntó con una voz que nunca antes había escuchado, era helada, un tono serio y profundo, penetrante, como si quisiera enterrarle un chuchillo y contemplar mientras se desangraba lentamente, daba miedo. Su cuerpo se paralizó y sus bellos se erizaron en su piel; cada toque en su piel se intensificaba, como si quisiera enterrar sus dedos y sus palmas en su cuerpo, dolía, dolía mucho, demasiado, incluso algunos hematomas morados y negros comenzaban a formarse en el camino que marchaban esas duras y enormes manos sobre él.

La mirada del contrario era profunda, como si intentará tragar todo a su paso, igual que un hoyo negro en las galaxias.

El menor cansado y asustado, no toleró tal comportamiento, por lo que molesto y devolvió la mira con seriedad, sus ojos claros casi nunca mostraban tal fiereza, por lo que parecía que desprendía un hechizo mágico.

PASIÓN, AMOR Y DESEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora