Una vez en la escuela, y ya caminando en dirección al salón de sus primeras clases del día fue que Miguel finalmente se animó a preguntarle a Mía algo que lo tenía algo extrañado en eso momento.
-Mia, te pasa algo?
- no, porque?
- no me has dejado hablando solo, no me contestas tan sarcástica o cortante como acostumbras, y hace rato hasta sonreiste; no te metiste nada, cierto?
- intentas decirme que no puedo estar de buen humor injustificadamente? - contestó Mía, un poco a la defensiva
- no, solo... es raro. Aunque, deberías sonreír más seguido; ni me había percatado que tienes hoyuelos, te lucen bastante cuando sonríes...
- tú crees?- cuestionó ella, insegura, poniéndose completamente roja
- vaya que sí.
- wow. Eso sí que es nuevo, hasta para mi, no lo de los hoyuelos sino... el cumplido
- no te dicen cosas así o lo que sea?
- si recuerdas que mas de media escuela me tiene miedo, verdad? Respondió algo irónica, sonriendo con algo de burla a la situación
- y... tu familia?
- no cuentan mucho viniendo de ahí. Uno puede ser un espantajo y siempre te dirán que eres un adonis... lamento romper tu ilusión, por si acaso.
- bueno, entonces supongo que estuvo...
- solo me dices eso porque anoche intenté defenderte, te ayudé a ocultar lo del pepto y te di el medicamento; intentas equilibrar la balanza, es todo.- contestó ella, algo triste. Era demasiado bueno para que fuera cierto, alguien siendo así de amable con ella por mero gusto. No creía en tanta belleza, no en una escuela donde se corrían tantos rumores tan bizarros sobre su persona.
- claro que no, Mía. Solo... quiero que seamos amigos. No sé nada de ti y, aún así no me importaría, has sido bastante buena conmigo
- ... 😪 vámonos a clase, quieres? Ve... ve por tus cosas a tu locker y te veo en el salón, si?
- bien, te veré allá entonces 😊 se despidió el trigueño por unos instantes, mientras Mía igualmente iba por sus cosas.
La chica tomó sus cosas de su locker y las guardó en su mochila, que, para mala suerte de Mía, se volteó con el zipper abierto, vaciandose completamente en el suelo.
-brillante. Maldita sea... 🙄😪- protestó Mía, agachandose a recoger sus cosas, mientras sentía como los chicos de los casilleros continuos se arremolinaban para ir y sacar sus libros, o dejar otros tantos
- ... te hablo en serio, Eli! Si la nueva película va a ser una secuela directa de la película ochentera, quitaría del mapa e invalidará a la del año antepasado y...- discutía el vecino de locker de Mía, con aque chico de pelo rojizo que siempre lo acompañaba, el cual se detuvo unos centímetros antes del casillero, al ver las plumas y post ITS en el suelo, recogiendolas y juntando las para entregárselas a aquella chica que seguía hincada en el piso luchando por juntar sus útiles sin ayuda.- t-toma... son tuyas... verdad?- dijo entre titubeos y con voz apenas audible
-si... gracias...- respondió Mía, con una... si, con una sonrisa. Lo cual extrañó a aquel chico, quien no pudo decirle más, pues su amigo había cerrado su locker y retomaba la plática que tenían sobre alguna platica
- ... además, por el elenco y, la trama que se ve va a llevar, sería interesante ver un crossover con "Stranger Things" o algo por el estilo, y... vayamos a clase, Eli. Acuérdate que a "la princesa de la mafia" no le gusta que se le acerquen- explicó preocupado, sacando de sus casillas a Mía, quien se le paró enfrente
- perdona, me dijiste algo?
-yo...
- escúchame bien, Edmund Pevensie región 4; tú no sabes nada de mi, así como tampoco se nada de ti, y mucho menos me interesa saberlo, ni debería interesarte qué sea o qué no... entonces, mantén tus ojos de borreguito a medio morir y color chocomenta lejos de lo que no te incumbe, si no quieres que te rebane tu delgaducho cuello de pollo de una sola pasada. puede que yo sea de la mafia, como puedo ser una espía infiltrada y puedo hacerlo parecer un suicidio por una mala nota... diría decepción amorosa pero... por Dios, obviamente eres más virgen que una botella de aceite de oliva y sospecharian al toque. Bien?- respondió amenazante, acercándose al azabache tomándolo de las solapas de su camisa a cuadros y el cuello de su playera de batman mientras ella se paraba de puntas para alcanzarlo y verlo de frente. Todo ante la preocupada mirada de aquel callado ojiazul con mirada triste
- déjala en paz, Demetri... ella no te ha hecho nada... vamonos, si -irrumpió el de pelo rojizo con la voz claramente preocupada, jalando a su amigo de su mochila, para dirigirse a clase, dejando a Mía hecha un hígado.
-... aún así, Eli... es la primera vez que tengo a una chica así de cerca sin que me diga tonto o alguna cosa par hacerme menos...- escuchó que comentaba el azabache... nervioso? mientras se alejaban en dirección opuesta a ella
Vaya manera de empezar el día, cerró su mochila y se dirigió a clase, al llegar, solo dejó sus cosas sobre la mesa y se sentó a lado del trigueño sin siquiera dirigirle la palabra
-Mia, pensé que no ibas a entrar... te tardaste un poco...
- tuve un inconveniente con mi mochila, es todo.
- eso se puede? Mía, tu mochila... vaya. Debes haber ahorrado mucho para una así.-Miguel, lo dices como si una de estas costara una fortuna...
- bueno, considerando que eres como yo, una chica de Resseda pues...
- hasta clasista resultaste, Diaz- se burló un poco la chica- no juzgues a un libro por su portada, sabes? No todo es como parece, y... bueno, qué te puedo decir? Es más lo que no te imaginas de mi de lo que piensas...
- estás enojada, Mía?- preguntó, un poco asustado
- de qué me puedo enojar? No hay razones para enojarse, Diaz- explicó ella, seria, in que él respondiera, después de todo estaba empezando a acostumbrarse a los desplantes y arranques de su vecina y, aparentemente nueva amiga.Las clases transcurrieron con normalidad, o al menos hasta que llegó la sra. Blatt a asignar a unos compañeros nuevos, pues por cuestiones de, sip, de bullying los habían cambiado precisamente al grupo de ellos. Eran los mismos chicos de su locker, genial. Al menos ahora sabía sus nombres; el alto y pálido se llamaba Demetri, y el chico de ojos azules y siempre cabizbajo; Eli.
- debe ser una jodida broma 🙄- se quejó Mía en soliloquio
- no te caen bien?
- el de pelo negro es mi vecino de casillero, y es otro pelmazo que se ha creído todos los cuentos que giran en torno a mi. 🙄
Se sentaron aparte, la mañana transcurrió con normalidad entre clases y tareas, no fue sino hasta la hora del almuerzo, donde Mía pensaba sentarse en una de las mesas del fondo, se formó a la fila de la cafetería, para comprar algo de comer, pues como era costumbre; se había deshecho de su almuerzo casero, justo se disponía a pagar cuando el trigueño se anticipó y le entregó a la cajera el dinero de los 2 almuerzos, sin siquiera dejarla reaccionar
- Miguel... si tengo dinero, no tenías por qué...- trataba de discutir ella
- te lo debía. Anoche me ayudaste, y el medicamento... le sirvió mucho a mi abuela, sabes? Más tarde te devuelvo el frasco, si? Y los electrolitos... hasta me hizo guardar las etiquetas para próximas veces...- le platicaba él, con una sonrisa. Era demasiado alegre y eso en parte le caía de extraño a Mía, él era demasiado alegrucho comparado con ella.
- déjalo así. de todos modos está próximo a caducar, que se termine las que quedan para que se recupere, con el mismo horario le sentarán bien...- indicó ella. - y... gracias por la comida, Miguel... - agradeció ella, con una sonrisa que desvaneció rápidamente al caer en cuenta de su gesto.
- no es nada. Además, eres mi única amiga aquí, quise hacerlo... por cierto, puedo preguntarte algo?
- pero si de todos modos lo acabas haciendo, Miguel 🤣- le contestó sarcástica
- como es que sabes así de fármacos y todo eso? Te gusta, en tu familia son enfermeros o...?
- no. Solo... cuando te acostumbras a cuidarte a ti y a los tuyos, de quienes pueden ser enemigos... aprendes hasta de lo que ni siquiera te imaginas.- explicó algo cortante; algo era seguro,a Mía no le gustaba mucho hablar de su familia.
- ok, entiendo. No más preguntas así. Si algún día quieres platicarlo, desahogarte, terapia... no lo sé...
- gracias, Miguel. Quizá si pueda confiar en ti después de todo pero...
-pero?
- no me gustaría que te pase algo por culpa mía...- musitó
- qué me puede pasar, Mía? Acabo de decírtelo, eres una chica de Resseda y ya...
-no cabe duda que no me conoces 🙄😌- sonrió con algo de sorna - hablo en serio, déjalo así. No te conviene saber más. Al menos no por ahora... mira, esa mesa de allá está vacía
-significa que quieres que almorzemos juntos?- preguntó Miguel, sorprendido.
- es más fácil ahuyentar a alguien entre dos que yo sola... 😉
- vaya sentido del humor el tuyo, Hawtorne... creo que empiezo a acostumbrarme a él.- le comentó Diaz, animado.El resto del almuerzo lo pasaron platicando poco a poco de más cosas, Mía empezaba a bajar la guardia lentamente, en definitiva Miguel no era mala persona ni pensaba fuera alguien que la dañaría de alguna forma.
AlmondMilk0013 amexshay ByPlayer197 Misaki_mskw BrendaGarcia823 Josheshita_25 Analia540 ReginacrX jenniagui10 shine274917 elebtxw ♡
ESTÁS LEYENDO
In Your Arms (Miguel Diaz/Cobra kai)
FanfictionMía, una solitaria, callada y sobre protegida chica de Resseda cuya familia tenía un secreto; secreto por el que en su vida solamente tenía en su itinerario 3 cosas: escuela, casa, iglesia. Prácticamente aislada del mundo por su sobreprotectora madr...