- y a ti por qué debería estarte entregando razones?- saltó Mía a la defensiva
- eres más traicionera de lo que imaginaba, Hawtorne. Primero cobra kai, luego Miguel... deberías tener cuidado, nerd. Wn cualquier momento te da la puñalada.
- vienes a hablarme de traiciones a mi? Vaya! En qué categoría entra lo que me hiciste con las fotos y Miguel? Eh? Qué ganabas, Eli?!- reprochaba la morena con voz llorosa- que te haya dicho que no, no te daba derecho a eschar a perder mi relacion con Miguel! Me das lastima... qué bajo caes cuando estás dolido Eli...- ese reclamo hizo palidecer al dee mohawk
- qué esperabas? Qué viera como le veías la cara a mi amigo y no dijera nada? Que me quedara tranquilamente mientras tú te andas besuqueando o hasta acostando con este...
- Cierra la boca, Eli!- intervino Demetri- es en serio que estás cayendo así de bajo? Y todo por que? Por que ella no te quiso? Porque te dijo que no? Te desconozco... Mía es o era tu amiga. Ella confió demasiado en ti. Mía es como mi hermana, jamás pasaría algo más con ella, por qué sé lo que siente y a quien quiere; no podría hacerle algo así. Es muy bajo de tu parte pagarle con esa moneda... disculpate con ella.- ordenó el azabache, en un tono que la propia Mía jamás le había escuchado
- ...
- no me oíste, Eli? Te dije que le pidas una disculpa. Le has hecho suficiente
- y si no, que? Vas a golpearme, nerd?- espetó, acercándose a su ex hermano binario de manera amenazante
- no te tengo miedo, Eli. - lo retó el azabache, posicionándose frente a Mía de manera protectora, y listo a pelear si hacia falta- qué veo! La temida Mía Hawtorne va a resultar ser pura labia y alarde? Eso o... o Miyagi do te está convirtiendo en una jodida gallina?- la desafiaba el ojiazul
- vamonos bestie. No vale la pena...
- tú no puedes decirme nada, no eres más que una profuga, una...- empezó nuevamente Hawk, tomando por el brazo a Mia- qué mas da qué seas, agarra y vete a follarte a este estú...
- Te advertí, Eli! - gritó Demetri, girandose para soltarle un puñetazo a Hawk, alcanzando a conectar en su mentón y tirandolo al suelo
- llama una ambulancia, Mía. O un carro fúnebre porque...- empezaba Hawk, a la vez que se levantaba y se abalanzaba contra el ojiverde
- Demetri ya basta!- gritaba Mía apartando a su amigo por los hombros- Demetri déjalo! No vale la pena! - insistía la morena
Hawk soltaba puñetazos y patadas con mucha agilidad, misma con la que Demetri se defendía y esquivaba o neutralizaba los golpes del ojiazul. Realmente Mía lo habia ayudado demasiado; bien podía desarrollar potencial de cobra si seguía entrenando, ella estaba haciendo un muy buen trabajo con él. Iban bastante parejos en el enfrentamiento, para esa altura, Eli ya tenía un ojo amoratado y estaba algo ensangrentado, todo hasta que un movimiento en falso distrajo a Demetri, de que recibió un golpe en el torso, tirandolo al suelo, donde lo remató con un puntapié en la cara, que dejó inconsciente al de ojos verdes.
- Demetri...?- musitó Mía en un hilo de voz. Se había asustado y tenia la voz algo llorosa.
- que quede claro, Hawtorne... piensa las cosas. No es mala voluntad, solo... asegúrate de estar del lado correcto. - sentenció Hawk, mirándola con superioridad, para después salir del lugar, seguido de sus aduladores, que, al igual que Mía, no habían siquiera metido las manos. Ella, porque Demetri prácticamente le había rogado que mantuviera su distancia, y por lo rápido que había pasado todo. Cuando vio que el azabache había abierto un poco los ojos y parecía empezar a recuperar la conciencia, ella se levantó y salió siguiendo al pelirrojo- No, Eli!- lo llamó desafiante- en realidad eres tú quien debería ver con quien está y qué está haciendo! - lo retaba Mía, con la voz llorosa- Ellos, están por miedo, no por lealtad. Dejaste inconsciente al que era como tú hermano y a mí...
- eres una traidora, Hawtorne! Tú fuiste quien ha elegido mal.
Nuevamente el pelirrojo se acercó amenazante hacia la que era su amiga y con la que había crecido en tantos aspectos
- no eres tú, Eli. Este no eres tú...
- no quieras convencerme con eso otra vez, Mía.
-tú sabes la verdad, Eli... mi verdad. No tienes idea de lo que me duele que... sabes que?
- por lo mismo que la se, estoy seguro de lo errada que estas, Mía. Yo nunca te hubiera hecho lo que Miguel, te valoraría y tendría como lo más sagrado para mi... no debes de tener dudas o miedo, si tan solo...- empezaba el ojiazul, que entre la charla había logrado que la morena bajara la guardia, acercarse a ella, teniéndola por la cintura y pasando una de sus manos acariciando el rostro de Mía, acercándose peligrosa y seductoramente a ella, hasta casi entremezclar sus respiraciones.
- No, Eli! Entiéndeme!- lo interrumpió Mía, empujándolo para apartarse.El ojiazul reaccionó de manera lo suficientemente agresiva, empujándola de vuelta, hasta que la hizo tambalearse. Acto que fue suficiente para que Hawtorne también sacara lo que tenía a ocultas.
- tú sabes que yo no juego a las medias tintas, Eli- arremetió Mía, igual reteniendole el golpe que estaba por darle. - tú lo viste la otra vez... no quiero hacerte nada, Ok? - le dijo nuevamente mientras estaban encontrados, prácticamente abrazados conteniendose de pelear.Una bofetada. Una que bastó para que los 2 se quedaran frios; Mía sorprendida y con los ojos hechos lágrimas, él... su mirada no era Hawk, era Eli, con los ojos igual llenos de lágrimas. Pareciera que no le hacía falta más que eso para darle la razón a Mía, él era quien quizá estaba equivocándose.
- Mía, perdóname. Yo no quise...
- déjame en paz. 🥺🥺🥺 sabes que? Búscame... cuando te des cuenta del pendejo que estás siendo. Se que no eres caso perdido, Eli... cuando tengas suficiente de esto... sabes llegar a Resseda.- regañó ella, para darse media vuelta y volver al interior del lugar a ver como seguía Demetri. Había sido demasiado.
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In Your Arms (Miguel Diaz/Cobra kai)
FanfictionMía, una solitaria, callada y sobre protegida chica de Resseda cuya familia tenía un secreto; secreto por el que en su vida solamente tenía en su itinerario 3 cosas: escuela, casa, iglesia. Prácticamente aislada del mundo por su sobreprotectora madr...