Mía, una solitaria, callada y sobre protegida chica de Resseda cuya familia tenía un secreto; secreto por el que en su vida solamente tenía en su itinerario 3 cosas: escuela, casa, iglesia. Prácticamente aislada del mundo por su sobreprotectora madr...
- wooow! Amor te luciste! - ovacionaba Mía al pie de la escalinata del escenario, donde se lanzó a los brazos de su novio, importandole nada que estaba bañado en sudor, aun cuando ella era bastante melindrosa en ese aspecto - amor? - es que... estuviste... wow! No se como mas decirte y... por Dios, ven acá!- soltaba Mia. Que celebraba los logros del ecuatoriano como propios, para volver a llenarlo en besos y apapachos. - y tú... Eli... digo, Hawk... también estuviste genial!- halagaba, para después abrazarlo cuando Moon lo dejó unos segundos. Un abrazo que correspondió un poco seco, pues también miraba discretamente con cierto coraje a la parejita. - gracias, Mía... - muchachos, fue genial lo que hicieron! Y las camisetas de Mia... rayos! Todos... wow!- decía Demetri, entusiasmado Halagos que solo fueron escuchados y atendidos por Mía y por Miguel, pero más, por su bestie; ya que los demás pasaban hasta cierto punto por alto al ojiverde, cosa de la que ella se percató.
- Dem... de verdad, gracias. Eres muy dulce... - lo ves? Prácticamente ya me hicieron strike fuera. - bestie, no es eso... solo... - no quieras justificarlos, Hawtorne. Sabes que es verdad. Todos lo piensan, creo que incluso Laura... - se quejaba el ojiverde - mira, necesitamos hablar. Tú y yo solamente... entiendo qué sientes y... te equivocas. No porque te deslindes de esto... - ya déjalo así, Mía. - mi Mía... me acompañas a cambiarme de vuelta, y luego vamos por unos boneless? - propuso Miguel, abrazando por los hombros a su novia, pegando su mejilla a la de ella, sabiendo que se enojaba cuando le hacía eso estando bañado en sudor - Diaz, no hagas eso! 😆😫- lloriqueo Mía, quitándose al toque- pero... si, tengo hambre. Y los demás? - Hawk y Moon querían ir a cenar otra cosa, y... - yo ya tengo que irme. Si no, mi mamá va a matarme. Nos vemos chicos, además no quiero ser mal tercio e incomodar- se despidió Demetri, algo cabizbajo - le pasa algo? - que se ha sentido algo mal... es complicado. Tranquilo! No tienes de qué ponerte celoso 😅 - quien habla de celos, preciosa? Eres mi Mía y te quiero como nadie! - le decía Miguel, besando la sien de su novia - de acuerdo, vamonos entonces.
A la mañana siguiente, Mía estaba encerrada en su ",cueva" según su madre, aunque ella veía más su cuarto como un refugio de las constantes discusiones con la mayor, era algo asfixiante el hecho de que pensara que estaba descuidando las demás esferas de su vida o quizá estando en alguna suerte de malos pasos al pasar tanto tiempo con sus amigos, en vez de dedicarse a prepararse para cosas más "provechosas" como lo era ser "una señorita de su casa y toda una diosa doméstica". A Mía le aterraba la idea de pasar su verano cocinando y haciendo más quehaceres a cambio de dos o tres salidas en todo el verano. Era un trato injusto por donde quisieran verlo, y la relación en general era netamente asfixiante; ya que Mía le tocaba ser el receptor de las quejas y lamentos de su madre, dándole a conocer que tenían bastos problemas económicos aún trabajando todos ahí, ella no generaba, pero tampoco despilfarrar. Los senseis de cobra kai le habían dado una cantidad bastante generosa por su trabajo con las playeras, así que no molestaría con sus útiles y un poco de ropa quizá por ese semestre.
Estaba escuchando música, luchando por no quedarse dormida, pues había quedado de verse con Miguel en las piletas en la tarde noche. Básicamente de eso iba su relación, se veían así fuera unos minutos al día en Resseda, todo con tal de no levantar las sospechas de la madre de esta; ella quedaba como una hacendosa jovencita, pero también le servía para verse con él. Sin contar la gran ayuda que recibía de sus primos para ocultar todo, pues consideraban que ella se merecía una vida en California tanto como ellos. Todo eso pensaba, mientras Queen retumbaba en sus audífonos
O al menos lo hacía hasta que él vibrar de su teléfono la alertó, hasta quitandole el sueño. - hola...? - te desperté o interrumpí tus sesiones de arrumacos?- preguntaban al otro lado de la línea - pero qué... Demetri, eres un tonto - un tonto al que le perdonas por ser tu mejor amigo, cierto? - no estoy segura, mi silencio y mi perdón son caros, Dem... - Mía, quería... - tengo novio y no tengo dinero... y... de eliminar a alguien, lo siento pero ya no estoy en el negocio....- espetó ella, aunque sarcástica - bestie... me acompañas mañana a un lugar? - depende. Si es al serpetario... no cuentes conmigo. Hay tarántulas y sabes que soy aracnofobica...- protestaba ella, frotando sus brazos al sentir el escalofrío recorriendola. - es una sorpresa, bueno... quiero mantenerlo un poco en suspenso... - Dem, si quieres hacerte un tatuaje solo por hacerle segunda a Eli, déjame decirte que te has vuelto loco 🙄 - bestie, acabé en la enfermería por la práctica de ciencias donde me sacaste sangre, ¿por qué piensas que soportaría una aguja por mero gusto? - de acuerdo, esperaré a mañana... - a propósito, Capone... tú como chica, independientemente de todo, te acercarías a mi? O al menos te parecería interesante o algo? 🥺 -Demetri, sabes que esos temas son de lo más subjetivo. 🤦🏽♀️ si, me gustan con cerebro, tema de conversación y todo pero... claro, en mi caso el asunto del karate ya fue un bonus pero... no es como que sea norma general que todas desearíamos por alguien así... - estás segura? - Demetri qué Tramas? Cuando te pones así es que te está trabajando la mente a un billón de revoluciones por minuto - no, no es nada... solo... sabes que? Mañana te veo en cuanto tu mamá se vaya a trabajar. Descansa...- se apresuró el azabache, colgando la llamada, y dejando a Mía totalmente como ida. - qué cosa?
Al dia siguiente los 2 besties se vieron en el punto acordado, empezando a caminar y platicando de todos los temas y de ninguno, aparentemente sin rumbo, de esas caminatas que por ir hablando pierdes la nocion de todo, siendo hasta que pusieron un pie en el estacionamiento que Mía cayó en cuenta con los planes del azabache
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