Mía, una solitaria, callada y sobre protegida chica de Resseda cuya familia tenía un secreto; secreto por el que en su vida solamente tenía en su itinerario 3 cosas: escuela, casa, iglesia. Prácticamente aislada del mundo por su sobreprotectora madr...
Mía había vuelto a casa... básicamente siendo otra; las palabras de Demetri seguían retumbando en la mente de Mía Hawtorne, igualito al juego de ping pong de los 70s. Ella era una diva! Se portaba como una y tenía lo suficiente para lucirse como tal... así que, por qué no? Sacarle provecho al asunto. La propia Mía no lo creía, realmente Demetri tenía razón. Nunca se imaginó tener que admitirlo pero, el ojos de chícharo decía la verdad, y... lo haría.
Esa charla con Demetri le había movido tanto; él igual había pasado por bastantes cosas para 16 años. Era el menor de la familia, e hijo único, el único varón en su generación familiar... tenía demasiado peso sobre él, pero a la vez, les era indiferente; indiferente por el hecho de que venía de una familia donde sobresalir era lo más importante, esperaban que él fuera algo así como Kyler o cualquiera de esos sujetos que iban a fiestas, tenían decenas de chicas y una prometedora beca universitaria por algún deporte o algo que le dejara millones, contactos... no era rico pero... su familia luchaba por subir de abolengo. Y en cambio.... lo tenían a él. Un chico algo retraído, con gustos más que alejados de lo que se supone debía ser un chico "bien", cuya única defensa era que tenia muy buenas notas a decir verdad; más no era suficiente. Siempre relegado, ahora hasta por sus amigos, eso era un asco. Él sufría por los constantes comentarios, los comparativos... todo. Por eso se escudaba en tanto sarcasmo, ironía, humor negro y referencias pop; todo eso había acabado por ser su refugio. Un refugio que había acabado por resultarle muy acogedor a Mía, quien oficialmente se había ganado el título de ser su mejor amiga; ella se veía sumamente reflejada en él, y viceversa. Por eso ella quería ayudarlo; Demetri era la Mía del pasado turbio y obscuro, que irónicamente era mucho de eso pero nunca al 100%. Así que empatozaba con el. Y mucho.
Al cabo de los días, a Mía había acabado por dejar de dolerle lo que había estado pasando con Miguel, cuya primera cita con la de ojos azules había sido un rotundo éxito y, aparentemente estaban "probando" a ver que se sucitaba entre ellos, sin embargo Mía, cuando los veía no los percibía en una armonía como la que se supone irradian las parejitas así. Parecía que poco a poco dejaba de doler, y sus looks lo demostraban. No era como si se hubiera hecho un cambio radical de imagen o algo así de hollywoodesco pero, ahora lo Lucía con una seguridad gigantesca
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Era como si ahora "Killer queen" "Call me" y "Man! I feel like a woman" se hubieran vuelto sus temas insignes. Mía robaba miradas, giros buscándola... todo. Más no hacia caso, en el fondo lo esperaba; tan leal, tan ilusionada. Esperando a su vecino, amigo y xrush; todo con esa gran sonrisa que tan nerviosa la ponía, sonrisa que, para su de malas... la provocaba alguien que no era ella, pero; qué más daba?! Había más peces en el mar, no?
- chicos, faltan exactas 3 semanas para el all valley y bueno, solo tenemos a un vigorexico y a un punk con el trasero mordido por un perro... no se ofendan, pero... están seguros con esto? - Mía, lo del perro fue un imprevisto con el que no contábamos, además, fue porque mi pie se atoró en ese carro. Lo positivo es que no tenía nada, era un animalillo sano. - se defendía Eli, que suficiente bullying amistoso había recibido de Hawtorne - que me vaya a correr por las mañanas, y haga ejercicio antes de clase, más el karate no me vuelve vigorexico. - recriminaba el Moreno, rodando los ojos. - de acuerdo, mientras no sean sesiones de cardio puedo fingir algo de demencia... - Mía, tienes la mente más torcida de lo que creía...- acusó Demetri, con su típico sarcasmo - bestie, es factible... y tú y yo sabemos por qué 🤌🙄- era inevitable, a Mía le brotaban los celos por cada poro de su ser, aún cuando luchaba tanto con eso - bestie... 🤐 - de acuerdo ya, me callo! Como sea, y fuera de bromas... se sienten... listos? Digo, no dudo de ustedes dos pero, es un compromiso enorme, salir de ese veto de más de 30 años, con apenas y meses de entrenamiento, contra dojos y chicos con más experiencia... si que son valientes. - se sinceró la latina. - no importa eso, guapa. Creo que si somos lo suficientemente buenos, sabes? Y, si ese día vas a darnos ánimos (más a mi, claro) es probable que no quedemos tan mal parados. No entiendo tu desconfianza, Hawtorne.- argumentaba Hawk, algo soberbio - no, simplemente estaba siendo algo realista pero, sobre ir a verte- explicaba Mía, enfatizando en que iría a ver a su ojiazul amigo, en parte buscando darle celos a Diaz; cosa que estaba logrando- dalo por hecho. Anda, ya puedes presumir que ya tienes a tu primera fan #1. - lo animaba Mía.
Todo ante la celosa mirada de Miguel, que, aunque no lo admitía, era más que obvio que sus sentimientos por su amiga y vecina se habían visto cambiados, eran más fuertes, con el cambio de actitud que ella había tenido con él desde que había empezado a salir con Sam, le habían corroborado todo. Pero, era una locura! Estaba saliendo con aquella chica que había llamado su atención desde sus primeros días en West Valley High, y no, no podía ser Mía Hawtorne.
- Bestie, entonces el domingo me acompañas a comprar las temporadas de GOT a la tienda de películas? - los interrumpió el ojiverde, que sentia perder los estribos de pensar que también Mía lo hiciera a un lado. Por improbable que eso sonara. - yo... - Mía, preciosa... el domingo crees que... - si, bestie. Vamos ☺😆 y... sirve que me das tu opinión de un chocker que vi en el centro comercial, me gusta pero...- se adelantó ella en responder, sacando de la jugada al trigueño. Según Mía, él tenía a Sam y... y ella tenía el derecho total de salir con más chicos, ligar... todo! - entonces tenemos un trato, Mía Capone- finalizaba Demetri casi a gritos. - dalo por hecho, Casper 😆- respondió Mía, sonriendole con cierta coquetería, les divertía jugar con eso, más por lo ironico de que ni en sueños podía haber algo entre ellos.
Los 2 geeks de corazón, que eran Demetri y su más reciente amiga y mancuerna para donde el ojiverde fuera, se levantaron como truenos y se dirigieron a la maquina expendedora. Prácticamente uno era el espejo del otro; en materia de gustos, e intereses, todo mientras Miguel los observaba con cierta insistencia, cosa de la que Hawk no tardó en percatarse.
- qué ocurre amigo? Celos? - ... no. Solo... - Mía te quiere... o te quería. Pero lo lograste; te decidiste por Sam, y no lo se, creo que ella tiene derecho de intentar conocer a más chicos. Lo sé, tampoco entiendo mucho por qué Demetri, pero... - a qué te refieres con "Mía te quiere"? - cuestionó el trigueño, consternado - maldicion, estas más ciego de lo que creía. Para ella fuiste como Sam era para ti antes de que empezaran a salir. Pero, ya no tiene más que hacerse; tomaste una desicion, y... creo lo coherente es que respetes las de ella.- explicaba el ojiazul, que también había fijado su vista en sus 2 amigos, quienes ya iban de vuelta a la mesa, mientras compartían sus papas y seguían platicando.
Solo lo último había dejado muy pensativo a Miguel. Al punto ďe hacerlo recapitular y replantearse como había sido su relación con Mía desde el comienzo.
