Mía, una solitaria, callada y sobre protegida chica de Resseda cuya familia tenía un secreto; secreto por el que en su vida solamente tenía en su itinerario 3 cosas: escuela, casa, iglesia. Prácticamente aislada del mundo por su sobreprotectora madr...
-Miguel, me estas hablando en serio? - Mía, ya no quiero que solo sea tu nombre y ya. Quiero que de verdad lo seas, Mía para ya no dejarte ir... - 🥺🥺🥺... - entonces...? - 🥲 me prometes que no es una mala broma? - Mía, confía en mi- instó el latino, sosteniendo el rostro de ella, encontrando sus miradas, donde se dio cuenta que ella estaba a nada de llorar; como si no acabara de creer y procesar lo que estaba pasando en ese momento. - si, si confío en ti... 🥺🥲 y si, vamos a intentarlo... - soltó ella, con una sonrisa enorme. Parecía querer gritar, estallar en euforia, más no podía. Solo una reacción
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Entre la música, quien tuviera el mando en el momento tal pareciera que había estado espiandolos, o simplemente tenia el mismo estado de ánimo qje aparentemente más de uno tenía en ese instante; pues el playlist empezaba a ser dominado por baladas y canciones que solo lograban que los corazones brotaran de todos lados cuan filtro de Instagram
Los dos chicos se habían animado a levantarse y mezclarse un rato entre quienes estaban bailando y todo, dejandosw llevar un poco por el momento, por qué al fin lo que sentían estaba a flote. Y lo expresaban abiertamente. Mía se sentía más que feliz con eso... correspondida, libre y viva.
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- Te quiero... - yo más, mi Mía... 🥰
-Vaya! Creo que se acabó el vodka para mi...- los interrumpió la voz de cierto azabache, seguido de una risa algo socarrona, empezaban a pasarsele los tragos al ojiverde - porqué lo dices, bestie? - veo que tu pesca fue más que fructífera, amiga 😂 genial... y deprimente. - qué pasó? Ella...- se apresuró a preguntar Mía, pensando que quizá acababan de mandar muy lejos al azabache - está al otro extremo del continente, y ustedes dos, Eli con Moon... es ahí donde se pasa del romance a la tragedia, supongo- se quejaba el ojiverde. - sabes que? Tienes razón. No más cerveza, vodka o cualquier sustancia que atarante para ti. - ve con los chicos, deben tener jugo o algo para nivelar tu sistema- dijo Miguel, que con un gesto le pidió se fuera, para dejarlos solos de nuevo - bien, de acuerdo amigos... ciao muchachos- se despidió amistoso el ojiverde - al otro lado del continente?- preguntó Miguel, extrañado. - está hablando con una chica de la escuela, solo que esta de intercambio en Argentina, y... creo se está ilusionando con ella- relataba Mía con una sonrisa, mientras se recargaba en el hombro de aquel que... aun no podía creer, era su novio. - ooooh! Qué bien por él, - dilo, una competencia menos 😂 porque se que lo pensabas - se buló Mía - claro que no 😂 ustedes son demasiado iguales para funcionar... pero, quien es la afortunada? - creo que fue en mi grupo cuando llegué a Resseda, recuerdo que se apellidaba E...-más no pudo acabar de contarle, pues dos chicos se pararon frente a la pareja - ehm... hola Miguel 😀😄 y tú debes ser Mía, cierto?- saludó la chica - la misma, pero tú...- la latina se detuvo al caer en cuenta que lo que estaba por decir sonaría jodidamente grosero - estuvieron publicando mucho la fiesta y, bueno... Miguel, bueno, a los 2; quería presentarles a un amigo...- se explicaba la chica recién llegada, señalando al joven de cabello rubio que la acompañaba - amigo? Vaya... yo pensé que se llamaban "Tiempo- escupió Miguel con algo de desdén - un segundo... eres el chico del centro comercial, y... y el que casi nos asaltan aquella vez!- se adelantó la castaña, levantándose intempestivamente del tronco - Miguel, de qué hablas?- cuestionó Sam, extrañada - entiendo lo de "hacerte a un lado por sororidad" y todas esas cosas que las chicas ahora tanto predican, pero solo fue el detonante final, no? Mia solo fue tu pretexto para cerrar la jugada y darle luz verde a este sujeto... cierto? -Miguel, no se de qué estás hablando...- soltó la de ojos azules, entre extrañada y un poco molesta por el actuar del chico La discusión empezó a agrandarse de a poco, al punto que algunos hasta hicieron un pequeño círculo que los rodeaba, una discusión en la que Mía había salido totalmente de plano, solo apartada del tumulto por Demetri, que ya estaba más más sobrio para ese momento, solo atinó en rodear por la espalda a su bestie y apartarla hacia donde estaban los demás, pues empezaban a empujarse, tanto el chico rubio que, en toda la discusión se reveló que se llamaba Robby, y Miguel. El alboroto fue al punto que empezaron a forcejear y todo, aunque Mia solo pudo observar, puesto que Hawk y Demetri estaban con ella y ya no la habían dejado entrometerse. No estaba bien agrandar el asunto. Cuando se calmaron las cosas, Mia observaba a 2 de los involucrados con los ojos llenos de lágrimas, aparentemente sacando todo de contexto, concluyendo que... para variar, todo había sido una mentira.
-Mía...- intentaba llamarla Sam, preocupada por la chica, pues tenía un semblante entre asustado y molesto, por no decir lo preocupado. - No.- fue todo lo que la morena le dijo, dando un paso hacia atrás al sentir que la ojiazul quería tocar su brazo, rechazo al que Sam solo dio un suspiro y prefirió marcharse. Sabía que Mía debía estar molesta, pero ya no tenia motivo
- Mi Mía... yo... - debí suponerlo. Después de todo era de esperarse, eh? 🥺🥲 - a qué te re- - para variar, todo debía ser por ella. De eso se trataba todo, de ella se trató todo desde un inicio. No? - Mía, no es lo que tu... - que no lo es? Si luego luego saltaste en la discusión, Miguel! - Mía, solo quería una explicación... que supongo me la merecía. No te parece? Lo dije sin pensar, fueron demasiadas cosas y... - déjame en paz, Miggy... y no, no te estoy botando. Si tenias esa inquietud- espetó ella, tomando su chamarra y su bolso, para dirigirse a donde estaba Hawk, quien la abrazó por la espalda y la llevó al auto de Moon, le darían un aventón; no podía irse sola así a casa. No llorando y aún un poco tomada...
El trigueño solo vio todo desde abajo, molesto consigo mismo. No debió reaccionar así, no con su Mía ahí, y menos cuando sabía de la herida de abandono y reemplazo que ella tenía tan fresca aún. Se había equivocado en como actuar en esa situación, ahora Mia pensaba que él aún tenía sentimientos por Sam, cuando... era cierto. Sam solo había sido un capricho para evadir lo que sentía por Mía desde un inicio. Eso y ya.
- soy un estúpido- suspiró, lanzando su vaso a la distancia e igualmente dejando el lugar.
