In Your Arms (Miguel Diaz/Cobra kai)

52

Al día siguiente, después de la escuela, fue que Mía y los chicos fueron al parque un rato. Necesitaban hablar, pues Miguel estaba demasiado alicaído y ese día ni siquiera lo habían visto cerca de Sam, por lo que habían optado por "intwrvenir".
- entonces, dices que estaba un chico
- Porqué me atormentas recordándolo, Hawtorne?
- como era?
-Mia... 🤫- la regañó Aisha
- era alto, rubio, y... se peinaba como He Man... cielos, quien se peina así en esta época?- se quejaba el latino
- ...- Mía ató cabos al momento, ya sabía quien era, pero; ¿Cómo decirle "amigo date cuenta" sin sonar como una absoluta despechada? Por lo que ella solo se limitó a observarlo, pensativa.
- porqué preguntabas?
- Miggy, yo...
- Mía, luego. Si?- la interrumpió el azabache. Mirándola como si le rogara que no dijera nada de lo que habían visto en el centro comercial, además de que ni siquiera tenía pruebas.
- y si solo es su primo? O algo...?- Preguntó Aisha, que intentaba arreglar la metida de pata que estaba cometiendo Mía.
- si eso fuera, no la vería como lo hacía...- rebatió el trigueño, como si fuera algo obvio
- depende de la parte del país que hablemos- soltó Demetri con simpleza, haciendo que Mía casi soltara la carcajada, solo conteniendose de manera casi olímpica, solo para darle un zape a su bestie y su generalmente incomprendido sentido del humor.
- y por qué no hablas con ella?- soltó Mía sin coordinar mente y habla.
- para qué, si ella...- pero el trigueño ya no les pudo contar de que ellos 2 ya eran historia antigua; pues eso implicaba más preguntas, y el hecho de que le dijera todo a Mía. Era cierto, la había herido y ahora no sabía cómo remediar el asunto. Eso y que, para su gran suerte, Aisha lo había interrumpido con algo que, los hizo cambiar de tema por completo.

- qué dicen si la secuestramos, y...
- sabes? Si hay algo de tu nuevo yo que en serio me hace ser fan... es eso. Pensé que iba a ser la única perturbada siempre.
- brillante, ya no eres Hit girl. Ahora eres Tiffany Ray o algo por el estilo 🙄- protestó el ojiverde, que miraba a su amiga con cierta extrañeza.
- bestie, sabes que casi acabo en las garras del sicariato, no me pidas renunciar a mi poca vena criminal tan pronto- se defendía la apiñonada con sonrisa burlona.
- muy graciosos... 😒
- te falta malicia, que es distinto. Ojos de chícharo 🙄
- ... bueno, basta. Esperen... qué haremos entonces con lo de la fiesta?- los interrumpió Hawk
- atacar primero, ¿qué más?- concluyó Aisha, cosa a la que todos ser miraron entre sí, acordando poner manos a la obra a la voz de ya.

Todos los chicos se apresuraron en organizarse e ir a comprar cosas y todo,  solo quedándose Mía y Miguel un tiempo más en el parque; en un ambiente jodidamente tenso, en el que habían llegado al punto de pasar minutos enteros sin cruzar palabra.
- y... supongo vas a invitarla, no?- soltó Mía, con algo de condescendencia en su voz. Claramente le molestaba la idea.
- no lo se... se veía demasiado contenta con He Man y...
-...y?
- de acuerdo, creo esto te va a dar gusto. Nos dimos un tiempo. Bueno, en realidad ella me lo pidio; aunque creo que ya vi el porqué... - empezó a desahogarse el chico. Aunque había mentido un poco; no podía decirle así nada más que estaba arrepentido y acababa de caer en cuenta que a quien quería era a ella. Ni que todo lo que habían dicho, hecho o pasado, había sido por un arranque infantil. Tenía que hacer bien las cosas en esa ocasión.
- ow, Miggy yo... no tiene por qué darme gusto eso. Una cosa es lo que... lo que te dije anoche, y otra el que sea así y me alegren las cosas malas que le pasan a los que yo quiero...
- ...
- Antes de todo esto, fuimos y somos amigos, Miguel. Y sigo queriéndote como tal; ya se que... qué quizá solo pueda quererte así y que solo así sea reciproco pero, ¿qué más da? O no?
- Mía... no debí gritarte anoche
- 🥺 Miggy, no...
- y tampoco debí... bueno... no de ese modo.
- de qué hablas?
- del como te besé. Pero... fue algo que me nació en ese momento, lo que me dijiste, linda... movió demasiado, pero...
- lo se. Y es extraño. Había pasado antes; solo qie esta vez... no entiendo porqué...
- fue diferente. Igual lo sentí.- lo interrumpió Mía, aunque parecía volver a bajar la guardia con el, pues apretaba sus labios como si pudiera saborear así el recuerdo del beso de la noche anterior
- al inicio, eran espontáneos. No sabía siquiera el por qué lo hacíamos, pero anoche...
- tenía un sabor extraño. Como si fuera melancolía, dolor... como si fuera a ser el último...
- pero también te llenabas. Mía, no quiero herirte... no es justo para ti
- friendzonearme era menos dramático que esto, sabes?- rió ella con burla
- no lo hacía por eso, linda. Solo... quiero que tú estés bien, si? Creo que lo mejor es actuar como se den las cosas y no dar por sentado nada...
- entiendo 🥺😪
- quieres ir a la fiesta?
- mamá tiene un compromiso hoy, y a mis tíos les importa un pan donde ande a altas horas de la noche...
- quieres ir a cambiarte?
-...- una sonrisa tímida se dibujó en los labios de ella. Eran amigos, si. Pero no sabía que más podría pasar.

Esa sonrisa, ese gesto fue devuelto por el trigueño. Esa sonrisa amistosa que solían dedicarse y que, con apenas ese gesto, podían decirse demasiado. Sonrisa que fue fugazmente suplantado por algo más, por ambos chicos de vuelta a Resseda tomados de los meñiques. Mía era su amiga, y la tenía como tal, eso bastaba por ahora quizá.

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