In Your Arms (Miguel Diaz/Cobra kai)

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Ante esas acciones, Miguel solo desvió la mirada apretando un poco los labios. Listo, estaba celoso. Demetri ni siquiera se había percatado de lo que pasaba, o quizá solo prefería no decir nada con Mía o Eli cerca. Los dos pwlinegros se dirigieron a su salón de clase, quedando solos en el pasillo Mía con Eli, momento que la latina aprovechó para confrontar a su amigo sobre sus recientes acciones.
- y bien? Esto qué quiso decir?
- que?
- el beso y todo el showcito, Eli...
- Mia... Mía Mía Mía... no lo notaste verdad?- sonrió Eli con algo de burla, pero a la vez con suficiencia y orgullo
- qué cosa?
- sigues tras de Díaz. Lo sé... y, justo ahora, mi querida amiga, estaba que se colapsaba en celos.
-y luego?
- y luego? 🙄 Mía, somos chicos. Y es casi por instinto que cuando alguien obtiene algo que antes habíamos descartado, ahora lo queramos; solo por destronar al otro. Algo así como la supremacía en una manada
- Eli, hablas como si fuera un objeto o un premio o una presa...
- no Forzosamente 😌 así que, la oferta va asi; yo te debo demasiadas, Mía. Hagamos que llegues a Ecuador, y si él, no se percata de las cosas; hagamos qie valga la pena el viaje y, quien sabe... quizá acabes en algún punto que ni tu te esperabas- se explicaba el ojiazul con una sonrisa y, un tono de voz que; incluso para Mia, que lo tenía más que hundido en la friendzone, le doblaba un poco las piernas.
- no te estoy entendiendo, Moskowitz 😫- se quejaba la morena
- quiero decir que te debo muchas, Mía. Entiendo que estás más que interesada en Miguel, y quiero ayudarte a que se saque de la mente a la princesita de los autos y vea lo que está dejando ir contigo! Ya, si no funciona; quien sabe, puede que acabes conquistando a otros tantos en el proceso...
- por qué quieres ayudarme? Claro, sabiendo lo que sientes y... y todo eso...- dudó
- porque me di cuenta de que no me miras como lo hace con el. Y es difícil revertir algo así. Por eso...- respondió Eli, quien había fijado su vista en otro lado, en una chica de tez broncínea y estilo entre vintage y hippie
- ... con que Moon, eh?- lo interrumpió Mía, quien se había percatado de la repentina distracción de su amigo. Acto al que él respondió bajando la mirada y apenandose
- tranquilo, tampoco es como si me engañaras o algo- lo tranquilizó Mía, dándole unas palmadas al hombro
- insisto, eres demasiado buena Hawtorne...- agradeció Eli, que de momento parecía ser el de antes. Tímido, dulce y algo nervioso.
- solo... no te emociones con esto de excederte en las muestras de afecto- añadió Mía, empezando a caminar delante de él, mirándolo con ese aire un tanto desdeñoso como lo hacía al principio con ellos 3.

La mañana entre clases, tareas y exámenes había transcurrido dentro de lo normal que es posible en lo académico, con Mía empezando a echar a andar el plan ideado por Eli, en el que el objetivo era que Miguel cayera en cuenta de que para Mía dejaba de ser su prospecto #1 y, al sentirse amenazado, al fin reaccionara. Podía funcionar, como podía no hacerlo... pero nada se perdió con intentar. El trigueño se mostraba un poco reacio a mostrar tan siquiera un poco de interés al respecto de ese pequeño cambio en Mía, que, en efecto; le molestaba un poco, pero no significaba que no le interesara.

Al día siguiente, durante la clase de ciencias, que era la única que Eli no tomaba con ellos, tendrían la clásica práctica de la diseccion de algún animalito, en la que, aparentemente de momento, y por cuestión de asistencias había sido una gran ventaja para Hawtorne, debían trabajar en parejas, pero sobraba uno. Así que su equipo quedaría de 3; era la ventaja de que nadie quería por compañero de prácticas a la criminal, al nerd millenial quejumbroso, ni al chico nuevo. Era perfecto, o al menos hasta que cierta ojiazul llegó tarde a clase, y que nadie la quisiera en sus equipos, aun cuando ya todo parecía haberse resuelto en la pelea de la cafetería, el profesor pidió que alguien hiciera equipo con ella, cosa a la que Hawtorne trató de hacer oídos sordos lo más posible, al punto de perder la noción de todo a su alrededor.

- Mia... bestie...
- ...
- Mia Capone...- la llamó Demetri, logrando sacarla de ese trance en que parecía haberse sumergidos ella
- decías algo, bestie? Me distraje... perdón
- te decía que si te ayudaba con tu mochila, nos vamos a pasar a la mesa de allá...
- y eso por que...
- Sam no tenía con quien trabajar, y...- como se supone que le diría a Mía que acababan de descartarla como se hace con la ropa? Aunque no había hecho falta, ella sola acabó por deducir todo.
- Miguel se va a quedar con ella, no? Bien, vamonos Demetri...- concluyó la castaña, con una sonrisa fingida
- Mia... en serio que no te entiendo, sabes?
- por?
- no dije nada porque... además de que él se adelantó en ofrecerse como compañero de ella, ya no dije nada porque...
- ...?
- supuse que tú, con Eli versión 2.0 bueno... salen de compras juntos, te regala ropa... sonaba bastante obvio. Lo siento, Hawtorne
- no importa, Dem... déjalo así. Quizá sea cierto y ni sea para mi. Y solo estoy encaprichandome a lo imbecil- dijo, riendo con algo de sorna
- bestie, no pongas esa cara... o tu maquillaje pasará a ser un mal cosplay del soldado del invierno 😅😉 crees que... unas gomitas de frutas puedan remediarlo? - comentaba el ojiverde, que intentaba animarla
- o quizá unas hojuelas chocolatadas...- respondió ella de vuelta, con los ojos un poco llorosos, pero sonriente.
- ves como no te detesto, Hawtorne?
- nunca lo hiciste. Solo eras demasiado miedoso de acercarte o... quizá prejuicioso...
- bueno, empecemos con esta cosa, antes de que reviva y quieras adoptarlo. Como Britanny Murphy en esa película donde es niñera de Dakota Fanning
- yo, con un cerdito mascota... muy gracioso 🙄😆
- ves? Esa es Mía, la del sentido del humor que si fuera una persona, podría hasta rapear, y que puedo vanagloriarme de decirle mejor amiga...
- Woow tranquilo, modestias...

Mía estaba haciendo mucho por ocultar cuanto le estaba doliendo eso, pero presentía que quizá... solo quizá... sería algo pasajero y ya.