Mía, una solitaria, callada y sobre protegida chica de Resseda cuya familia tenía un secreto; secreto por el que en su vida solamente tenía en su itinerario 3 cosas: escuela, casa, iglesia. Prácticamente aislada del mundo por su sobreprotectora madr...
Mía había entendido perfectamente la idea del azabache sobre una buena opción para disfrazarse. Una de la que parecía todos habían tenido noción pero solo ellos entendían perfectamente, con la idea surgiendo del hecho de que ambos eran cinéfilos de corazón así que coincidían demasiado. Los chicos habían acordado de verse en la escuela el día de la fiesta, por lo que habían empezado a prepararse; a Mía le hacía mucha ilusión todo ese asunto, después de todo era su primera vez saliendo con amigos o yendo a una fiesta desde su llegada a Resseda. Justo estaba terminando de maquillarse cuando llamaron a la puerta, siendo la madre de Mía quien abrió, la morena escuchó voces desde su cuarto, y después pasos hacia su cuarto, pasos que inmediatamente identificó. Era su madre - Mía, te buscan en... de donde lo sacaste? 🤯 - lo... lo alcancé a rescatar cuando vinimos aquí... no lo había vuelto a usar y... bueno... - vino un chico a buscarte, tu compañero de clase; el chico del otro departamento, ya sabes... Mía, tienes una cita? - Miguel? Que? Claro que no... solo... - no quiero que estés perdiendo el tiempo ni distrayendote o saliendo con tus tonterías, llegamos aquí para empezar desde cero y no te puedes estar expon... -mamá, tú confía. Ok? Estamos bien y a salvo aquí, todo eso... ya pasó. Y creo que es algo sensato volver a empezar y... no negar el pasado. Yo también extraño mucho y quisiera que todo fuera como antes pero... ya te lo dije. No me quiero quedar otra vez sin amigos solo por darte gusto. -pero yo a que hora dije que po... -fue algo de última hora. Acabe mi tarea, mi cuarto está limpio, no he faltado a la iglesia... Regina y Charlie están pidiendo dulce o truco... me parece justo que también tenga un rato de diversión, no crees? No creo que lleguemos tan tarde, a los chicos tampoco los van a dejar hasta altas horas...- Mía tomo su abrigo y un pequeño bolso y salió de su cuarto. - te quiero aquí máximo a lasn11, oíste Mía? - si, mamá... 🙄
Al llegar a la puerta del apartamento, Mía abrió y se encontró con el trigueño sentado en el pasillo viendo su celular, el cual se reincorporó rápidamente al ver a su amiga... así y frente a él. -Miggy? Qué pasó con Deadpool? - yo también puedo cambiar de planes a último hora.- le respondió con su clásica sonrisa -y el disfraz salió de... -oh, el sensei Lawrence me lo prestó... - alto. Hablas de... en serio lo del karat es real?- soltó Mía, aún incrédula - tan real como que aún no estoy seguro de qué vienes disfrazada... -por qué arruinar el misterio, Miguelon? No puedes esperar hasta la escuela? - nop...- respondió inocentemente, apretando los labios - quieres ver? - necesito ver de que vas disfrazada, Mía... -por? 😏🤨 - Mía... - carajo, me hace sentir una exhibicionista haciendo esto... - respondió Mía entre risas mientras desabotonaba su abrigo y -Mia... 🥺😍 te.... tú... muy... Mía... - tan mal está? 🥺 - te ves increíblemente preciosa
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Mía traía un vestido un poco corto, en un color champagne con detalles en dorado, ahora todo tomaba sentido, con algunos detalles y ajustes, esa era la idea de Demetri; transformar ese vestido en uno que luciera como de la época de "el gran Gatsby", "Burlesque" o "Moulin Rogue", sus pandora, maquillaje y zapatos de piso en un tono dorado muy tenue; el cabello apenas y en un pequeño recogido.
- hice lo que pude, aunque...- se disculpaba ella, insegura y bajando la mirada - bromeas? Los muchachos se van a infartar cuando te vean... pero... espera.... Mía...- empezó a titubear el trigueño, más que nervioso y sonrojandose - pasa algo, Miggy? - que tranquilidad saber que si acerté - de que hablas? - cuando nos enseñaste el vestido, y Demetri te dijo que parecía sacado de Moulin Rogue, tuve noción de cual era la idea que pasó por la mente de ambos; entonces... después de ir a cobra kai, pasé por una tienda de disfraces y accesorios y todo eso, sin exito; luego por una de esas tiendas de cosas de chica y... bueno... incluso te va a combinar....- explicó él, titubeando muerto de los nervios y sonrojado a full mientras le tendía una pequeña bolsa de plástico - Migue, no tení... OMG 🤯 Miggy, no puedo... no debí....
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-es para ti... no puedes ir de esa época sin algo como esto. Además en cuanto la vi en el escaparate, supe que te gustaría y... me recordó a ti 🥺🙊 - ... gracias 🥺🥰- le dijo por lo bajo, con una sonrisa que... parecía no tener hacía tiempo. Una sonrisa nostálgica quizá, después de todo ese vestido le movía demasiados recuerdos.- me ayudas a acomodarla?- preguntó ella, tímidamente - Mía se dio la vuelta alzando un poco su cabello para poderla ajustar, colocando delicadamente la diadema y acomodando algunos mechoncitos rebeldes de la obscura cabellera de Mía. Cuando quedó lista, Mía se giró para darle las gracias a su amigo, volvieron a quedar frente a frente, on Mía mirándolo con un detenimiento y una dulzura... únicos; algobque parecía despertar en el trigueño un solo impulso que... al que una parte de él aún se resistía a ceder. - Miggy... te ves genial de calavera...- lo halagó Mía, con sonrisa nerviosa mientras pasaba levemente sus manos por los hombros del trigueño, mientras él instintivamente la tomaba por el torso -Mia... no me canso de decirte lo hermosa que te ves y... que estas volviendo a brillar... tu sonrisa... toda tu... así eras... antes de llegar aquí? -Miggy... qué... - bien podían estar a punto de besarse, y hacerlo si así lo querían, pero... -Mia... -si? - vamonos ya. No tenemos mucho tiempo y... se hace tarde. - yo... claro. Si. Descuida... andando
Los dos chicos llegaron a la escuela, con Mía dejando su abrigo en su locker para finalmente lucir su vestido, lo extrañaba tanto! Usarlo para ella era... como si nada de lo terrible de su pasado hubiese sucedido, ese vestido había sido el último que su padre le había comprado, para una cena de colegas. Un par de meses después, lo perdería todo. Aunque ahora el vestido tenía un nuevo significado, símbolo de que estaba rehaciendo su vida y si había algo o alguien que definitivamente hacía mejor todo eso era ese chico que iba a lado de ella. No había dudas, Miguel estaba causándole los mismo sentimientos que Mauricio le causó alguna vez.
