La Chica Mala |H.S|

Capítulo 54: Sufrimiento.

Punto de Vista de Paige:

Las cosas no salieron como las planeamos, a pesar de que Scarlett ha llamado más de mil veces a Amanda, ella no se digna a responder, a veces me siento con ganas de contarle a Harry el porque de que Mandy no este con él, pero Scarlett tiene razón, si se entera la va a odiar por toda sus vida.

-¿Qué te pasa? Estás muy distraída.-dijo viendo que no tenía ni una sola palabra anotada en mi libreta.

-Tengo que decirte algo-mascullé convencida de que esto era lo mejor.-Amanda fue al hospital.

-¿Qué? ¿Por que no me lo habías dicho?

-Porque Scar creyó que si te enterabas la ibas a odiar por haberla echado, pero ella también estaba tan molesta y dolida que su simple presencia ahí la hizo estallar.

-No tenía derecho...- se quejó buscando en su bolsillos, sacó su teléfono y comenzó a llamar.-Hola, Tania, soy yo Harry-silencio.-No, no quiero hablar con mi papá, quiero hablar con Mandy.-más silencio.-¿Qué? ¿Donde está? ¿Como que no sabes? ¡Maldita sea! ¡Eres su jodida hermana!-más silencio.-¡Pues eres una pésima hermana! ¡No sé que clase de idiota eres al preferir a un hombre que te engaño y jugó contigo antes que a tu propia hermana!-chilló antes de colgar el teléfono.

-Oye, tranquilo-dije al verlo tan molesto, la vena en su frente estaba saltada y su cara comenzaba a ponerse roja.-No debiste desquitar en Tania toda tu frustración.

-Paige, es increíble que intentes "defender" a Tania, sabes igual que yo que es una idiota en toda la extensión de la palabra, ¿Puedes creer que no sabe donde esta Amanda?

-Podríamos buscarla.

-Tu podrías viajar a verla-murmuró. Negué.

-Sabes bien que no querrá hablarme, y para serte sincera yo tampoco quiero verla.

-Tienes razón, la odias y ella a ti.

-Creo que he empezado a superar mi odio hacia ella, sabes, aún no le perdonó el hecho de que me arruinó parcialmente la vida, pero ya no la odio.-sonreí.

-Desearía poder ir a verla.

-Lo sé cariño-murmuré acariciando su cabello antes de ponerme de pie para ir por algo de beber.

Buscar a Amanda no era una idea tan descabellada, parecía bastante sensato ir en su búsqueda, aunque eso era sólo una excusa, realmente quería ir en busca de Trevor, me moría de ganas por hablar con él, por escuchar su voz, su risa, por oler su exquisita aroma.

Tracé el patrón en la pantalla del teléfono, era bastante estúpido que a pesar de que jamás atendía mis llamadas, su número estaba en los favoritos de mi teléfono, pero era aún más ilógico darme cuenta de la realidad de las cosas, Trevor y yo fuimos novios por dos meses, dos meses me han bastado para darme cuenta de que lo es querer de verdad, de lo que es amar y lo tanto que duele la soledad, el desamor, el abandono, Trevor Brennan me había enseñado tantas cosas buenas, me enseño que el amor es un sentimiento desinteresado y que puedo ser destruida en cientos de formas posibles sin que siquiera me toquen un cabello.

-¿Otra vez tú?-preguntó la voz del otro lado de la línea. Por un momento dudé en responder.-Trevor no quiere verte... Está saliendo con una chica mucho mejor que tú, más guapa, más amable y menos mentirosa.

-Sólo tengo que decirle que lo siento-mascullé.-No deseo que me quiera de nuevo en su vida-dije resignada, sabía muy bien que Trevor jamás me querría de vuelta.-Solamente necesito que me perdone, necesito oír que me perdona por todo lo que le hice.

-No, me ha...-calló.-Nos ha sido muy difícil que te olvide, pero lo está haciendo, así que por favor, no lo llames más.-pidió antes de colgar.

Una vez más mis intentos fallaban a diestra y siniestra. Realmente deseaba saber porqué el destino, el cosmos o lo que sea que es el mundo, nos puso en esta situación, una situación tan similar que ambos estamos atravesando, no sé si nos estén castigando por algo o simplemente sea una cruel coincidencia que nos hace retorcernos de dolor, ambos estamos tan desilusionados, tan tristes y molestos, la vida se empeñaba cada vez más en hacernos sufrir.