Punto de Vista de Harry:
Amanda se veía muy dañada por todo el asunto, pero estoy seguro de que no le dolía haber dañado a Paige, le dolía que Thomas hubiera corrido a Tania por su culpa, se lamentaba muchísimo por haber perjudicado a su hermana y por supuesto que me sentía mal por ellas, después de todo yo tuve la culpa, yo provoque que todo esto ocurriera.
Estaba tan arrepentido que pasaba toda la noche pensando en cómo solucionar todo este lío en el que estaba metido hasta el cuello, ¿Cómo solucionar las cosas para ambas? No podía escoger un bando como los demás, mi corazón está en el bando de Amanda, pero la culpa me hace sentir pena por Paige.
— ¿Puedo pasar a verla?—interrogué, la mujer me vio con el ceño fruncido.
—Puede pasar sólo dos minutos.
—Gracias, Maeve—respondí una vez que estuve en el interior de la casa, las cosas ahí parecían no haber cambiado mucho.
—Está en su habitación—murmuró dejándome sólo.
La casa de los Bradbury estaba por demás silencia, como si no hubiera nadie. Subí la escalera hasta llegar a la recámara, la puerta estaba cerrada y dentro se oía una débil voz.
-Por favor, pásamelo, tengo que hablar con él...-rogó.
-No, ¿Cómo te atreves a buscarlo? ¿No te ha bastado ya con lo mucho que lo hiciste sufrir?
-Maison, tu no entiendes, tengo que hablar con él.
-¿Para qué? ¿Para qué le digas más mentiras?
-¡No!-se defendió.-Debo decirle que lo lamento mucho, que nunca fue mi intención mentirle.
-Pero lo hiciste, mentirosa.
-Por favor, Maison...-rogó.
-No, Paige, él estará mejor sin ti y tus mentiras británicas-añadió la voz antes de colgar. Un fuerte golpe provino del interior de la recámara.
— ¿Estas bien?—pregunté en cuanto abrí la puerta, justo bajo mis pies estaban los restos del teléfono.
— ¡No!—gritó mientras su rostro se empapaba con sus lágrimas. — ¿Qué haces aquí? ¿Qué mierda quieres?—Vociferó haciéndome pegar un brinco. — ¿Vienes a ver qué tan de la mierda estoy?
—Por supuesto que no—me defendí.
—No te creo—añadió poniéndose de pie. —Ella te envió, estoy segura.—dijo a escasos dos centímetros de mi.—Ve y dile a tu zorra que la voy a aplastar como la vil cucaracha que es, la voy a destruir, voy a destruir a su hermana, voy a acabar con todo lo que aman, y si no quieres salir lastimado es mejor que te apartes.—amenazó. Normalmente no hubiera tenido miedo de sus amenazas, pero hoy, en este momento, había algo sumamente diferente en ella, el brillo que había en sus ojos no me inspiraba confianza, me provocaba miedo, pánico y desesperación, esa mirada era nueva en Paige y algo me decía que no era muy buena.
—Paige, ella está muy muy arrepentida.
— ¿Está arrepentida? ¿Por qué? ¿Por haber enviado mi vida entera a la mierda? ¿O por qué mi padre corrió a su hermana?
—Por todo, de verdad lo siente—comenté. En su rostro se formó una sonrisa.
—Eres un puto mentiroso, eres igual a ella—dijo.
—Amanda solo estaba creyendo lo que le dije—confesé.
— ¿Lo que le dijiste?
—Le mentí, dije que fuiste tú quien envió las fotos, que son falsas y que querías separarnos.
— ¿Por qué le dijiste que yo le había enviado las fotografías? ¿Por qué le hiciste creer que aún sentía algo por ti?
—Paige...—dudé. Sabía los motivos por los que había mentido en más de una ocasión y aun así no tenía valor para decirle lo que me había orillado a involucrarla en todo este asunto. —Ella de verdad me gusta, me gusta tanto que...—suspiré. —Comencé a culparte por todos mis malos actos y comportamientos erráticos, le dije en más de una ocasión que querías entrometerte entre nosotros sólo para poder cubrir mis actos.
—Eres un maldito cobarde—musitó mientras sus ojos albergaban algo que quise ver como decepción. —Jamás creí que tú, mi mejor amigo en toda la vida fuese capaz de traicionarme de una manera tan baja.
—De verdad, estoy muy arrepentido por haber arruinado todo por lo que has trabajado.
—No, no estas arrepentido—añadió.—Estas asustado, es diferente a estar arrepentido, si nada de esto hubiera sucedido seguirías mintiendo, diciendo que yo soy la culpable de que tu relación con Amanda no funcione y ambos sabemos que no es así, el único culpable de que tu noviazgo con la imbécil no funcione eres tú, tú y tus mentiras.—escupió.
—Por favor, no me odies—pedí.
—No te odio—murmuró. —Te amo demasiado como para odiarte. Eres mi mejor amigo, mi casi hermano y mi primer novio, jamás podría odiarte.
—De verdad, te lo juro por mi vida que estoy muy arrepentido...
—Te creo—masculló mirándome tiernamente. —Sé muy bien que nada de esto hubiera pasado de no ser por ella.
********
Con la navidad cerca, las cosas se salían de control a la hora de las compras navideñas, todos estaban vueltos locos comprando regalos para la gente que amaba y también para impresionar a alguien, yo compraba las cosas para ambas, quería demostrarle a Amanda lo mucho que la quería y al mismo tiempo deseaba impresionarla.
—Buenas tardes, Joven Styles, Señorita—saludó la mujer del otro lado del mostrador.
—Buenas tardes—respondí quitándome el grueso abrigo negro. Scar asintió sin decirle nada.
— ¿Buscaba algo en especial?
—Sí, quiero ver aquellos brazaletes—pedí mientras mi hermana andaba por ahí viendo en los mostradores.
— ¡Mira!—chilló Scarlett viendo por la ventana. Giré para ver que quería mostrarme con tanta insistencia. — ¡Es papá!—volvió a decir mientras meneaba la mano efusivamente.
—Creo que no te...—comencé a decir pero no pude continuar en cuanto vi que no estaba sólo.
Se hallaba en la cafetería de enfrente con una mujer rubia y de buen cuerpo, la tenía tomada de la mano mientras olía su cabello y besaba su cuello. Scarlett comenzó a llorar en silencio cuando vio que se besaban, sinceramente no sabía que pensar, más aun así me sentía molesto, lleno de ira y coraje, ¿Cómo podía estar haciéndole esto a mi madre? Él que siempre había dicho que la familia era primero, aquel respetuoso hombre de familia ya había perdido lo respetuoso y a su familia.
—No es él—dije antes de agarrar la bolsa azul. —Vámonos.
— ¡Es él!—gritó ante la mirada de la vendedora.
— ¡Por supuesto que no es él!—le grité dándole un pellizco en el brazo. — ¡Vámonos!—la tomé del brazo y la saqué de la tienda mientras seguía llorando.
— ¡Maldito!—vociferó ocasionando que todos voltearan a verla, incluso él.
En su cara se dibujó una mueca de incredulidad y sorpresa. Soltó la mano de la mujer (que en ningún momento giró a vernos), se puso de pie y se encaminó hacia nosotros, el semáforo estaba en verde por lo que tuvo que esperar para cruzar. No quería que nos alcanzará, simplemente no quería verle ni hablarle, estaba tan decepcionado de él, tan molesto por su hipocresía y tan dolido por su traición.
—Su auto, Señor—informó el chico dándome las llaves.
—Gracias—respondí viendo hacia mi padre quien seguía del otro lado de la calle. El valet abrió la puerta para Scar mientras me veía dar la vuelta. De repente el semáforo cambio y mi padre cruzó a toda velocidad intentando alcanzarnos, afortunadamente no lo consiguió.
Necesito hablar, ¿Puedes venir?
H.
Por supuesto, nos vemos en 10.
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La Chica Mala |H.S|
Fanfiction¿Qué pasa cuando crees tener la vida entera planeada y de la nada aparece alguien que echa a perder todo por lo que luchaste? ¿Qué sentimientos son los que te invaden? ¿Qué es lo primero que piensas en hacer? ¿Tomas venganza o dejas todo así? Esta e...