Capítulo 41: She's With me

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Punto de Vista de Harry:

Dulce, dulce libertad.

Jamás en mi vida me había divertido tanto como estas últimas dos semanas. En este tiempo he salido con más de cincuenta chicas, las llevo al cine, platicamos, nos besamos y después las llevo a su casa. No discrimino entre delgadas y gordas, todas me resultan igual de hermosas y atractivas, también suelen ser de diferentes etnias, color de piel, religión y esas cosas. La chica más normal con la he salido se llama Lea, es extremadamente blanca, tiene el cabello rojo y ojos cafés, tiene cuatro hermanas menores que son idénticas a ella. Es dulce y amable pero se avergüenza de que sus padres prediquen sus ideales masones.

—El baile de la preparatoria es en dos días—recordó. — ¿Todavía no tienes una cita?

—Claro que tengo una—me defendí. — ¿Y tú?

—También tengo un acompañante—reveló.

— ¿Trevor viajará de Nueva York solamente para llevarte al baile?

—...—Se quedó en silencio unos segundos.

— ¿Por qué no...?—Comencé mientras me ponía de pie— ¿…vamos juntos al baile?

— ¡Eso es una...!—hizo una pausa— ¡Una terrible idea! No voy a ir contigo al baile sabiendo que tus intenciones son darle celos a Amanda.

—No es cierto—mentí. —Podemos ir al baile como amigos, ella no tiene nada que ver.

—No soy estúpida, Harry, sé muy bien de que va todo esto.

— ¡Por favor!—supliqué hincándome frente a ella. —No me dejes ir solo.

— ¿Por qué no le pides a una de las chicas con las que saliste que te acompañe?

Eso era todavía una mejor idea, una chica desconocida para Mandy era el motivo perfecto para sus celos. Al final de cuentas le había pedido a Lea que me acompañará, ella acepto en cuanto le pregunte.

***

Cuando por fin pude hacer que mi madre me dejará en paz salí de la casa y conduje hasta  la casa de Lea antes de lo que había planeado, no quería entrar a su casa y tener que conocer a sus padres porque no me interesaba tener algo serio con ella, así que apague las luces, y encendí el radio del auto para esperar los quince minutos que faltaban. No habían pasado ni dos minutos cuando la vi a través de la ventana, llevaba un vestido azul que combinaba con su piel y sus ojos, sobre sus hombros llevaba un ligero saco y en su regazo tenía su bolso.

Bajé del auto, llame a la puerta y antes de lo pensado Lea se hallaba de pie en la puerta. Detrás de ella había una mujer de cabellera roja.

—Mamá, él es mi amigo Harry Styles—nos presentó la chica.

<<Mi amigo>> que bien que tiene eso presente. Sólo somos amigos.

—Harry, ella es mi madre, Nina—añadió.

—Mucho gusto señora—dije.

—El gusto es mío, Harry.

—Traeré a Lea a las 10: 30.

—Mejor a las 11—dijo. —Vayan y diviértanse.

Subimos al auto y arrancamos la marcha hasta la escuela, la chica se dedicaba únicamente a mirar por la ventana, veía sus manos en su regazo y después veía el auto.

—Es un carro maravilloso. Debió salirte muy cara la renta. —dijo. Reí por lo bajo.

—Este auto es mío, Lea—aclaré. Abrió los ojos como platos.

La Chica Mala  |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora