La Chica Mala |H.S|

Capítulo 32: Fracaso.

Punto de Vista de Harry:

El resto de la tarde se nos fue de lo más rápido, con ella el tiempo volaba y la espera se hacia más corta.

—¿Que película quieres ver ahora?—pregunto hincada desde el suelo.—Tengo Tiburón, Un paseo para recordar, El llanero solitario, Historias Cruzadas y Los juegos del destino.

—Tiburón y El llanero solitario son una mierda—me quejé. Ella sonrió.

—Lo sé, pero a Tania le gustan—se excusó.

—¿Donde está?—interrogué comiendo palomitas y a la vez recordando que no la había visto en toda la tarde y que su auto estaba estacionado afuera.

—Salió de con sus amigas—respondió.

—¿Te dejó sola?

—a Tania le interesan muy pocas cosas en la vida, yo soy una de ellas.

—Tu hermana te quiere mucho y se que también le preocupas, pero eres tan madura que ella misma sabe que quizá no la necesitas.

—¿Crees que soy madura?—pregunta mirándome fijamente. Asentí.

—También creo que eres muy lista, guapa y divertida.

Pasamos el resto de la tarde viendo películas, Un paseo para recordar no era muy diferente a las demás que hubiera visto antes, todo se resumía en:

Un chico malo + Una chica ingenua = A un amor apasionado y puro pero con un final trágico.

No lograba terminar de entender porque les gustaban estas películas, ¿Por qué no mejor ver a Mark Wahlberg en alguna de sus películas de acción? ¿Por qué no ver Transformers, misión imposible o los indestructibles? ¿Por qué siempre querían ver películas románticas? ¿No les basta con sufrir a diario? ¿También tienen que hallar el lado aburrido y doloroso de la diversión?

—¿Te gustó?—preguntó poniendo pausa a los créditos.

—Si—mentí.—Es bastante triste, pero me atrapó.

—Es mi película favorita—confesó.—Siempre me ha gustado porque es una de esas pocas que no tiene que tener sexo para ser buena.

—Es hora de que me vaya—dije poniéndome de pie.

—¿Seguro? ¿No quieres quedarte un poco más?—interrogó poniéndose de pie y yendo junto a mi.

—Es tarde y tengo toque de queda.

—¿Toque de queda?

—Cuando mi padre esta de viaje nadie puede estar fuera de la casa después de las 8.

—¿Y eso por que? Tu padre es uno de esos manipuladores, pero no creí que fuera tanto.

—¿Acabas de decir que mi papá es un manipulador?—pregunté con el ceño fruncido.

—Tiene la pinta.—le sonreí.

Me quedé observando por unos minutos la habitación, había cambiado algunas cosas desde la última vez que estuve aquí, tenía muebles más pequeños y las cosas estaban mejor organizadas. Encima del escritorio había una bolsa de una marca muy costosa, Dolce & Gabbana si no mal recuerdo.

¿De donde le habría sacado? ¿Un posible regalo de Zayn? Él acostumbraba dar obsequios de ese tipo.

—¿De donde la sacaste?—pregunté sutilmente señalando el bolso.

—¿Esa baratija?—interrogó. Asenti.—Es una mala copia, Tania me la ha dado antes de marcharse—explicó.— Si la vieras de cerca te darías cuenta de que tiene demasiados errores—sonrió.