La Chica Mala |H.S|

Capítulo Extra 3

2 años, 9 meses y un parto después...

Paige Bradbury.

Anne Katherine Styles-Bradbury

No podía haber otras palabras que describieran la perfección, no había palabras suficientes para poder decir cuán hermosos eran los ojos cafés de mi hija, cuán hermoso era su olor a bebé y que tan bonita se veía cuando hacia sus pucheros.

-Es hora de dejar a tu hermana-dijo Harry tratando de llevarse a Gen a su alcoba, no culpaba a la niña de querer estar siempre pendiente de Katherine, pues al ser tan pequeña a todos nos preocupaba que pudiera pasarle algo mientras dormía.

-Hasta mañana mami Paige-se despidió dándome un beso en la mejilla. A pesar de tener 9 años y saber que yo no era su madre, sino más bien la mujer que de algún modo había separado a sus padres, ella seguía llamándome mami Paige, y me gusta pensar que tenemos una relación bastante buena, casi como si fuera su verdadera madre, con la excepción de que solamente la escucho y le doy consejos.

-Hasta mañana mi cielo-respondí besando su frente.

Deje sola a Kathy y camine hacia la habitación, pase junto a la recámara de Gen y vi como Harry abrazaba amorosamente a la pequeña castaña de ojos verdes, que sin duda alguna era su más grande amor.

-Te quiero papi-dijo aferrando sus bracitos al cuello de su padre.

-Y yo a ti mi princesa.-besó su frente y apagó las luces, dejando únicamente la lámpara de la mesa de noche.

En cuanto me vio de pie en el marco de la puerta una sonrisa apareció en su rostro revelando sus hoyuelos, me abrazo por la cintura y se quedo viendo al interior de oscura recámara como lo estaba haciendo yo.

-Las amo...-murmuró.-Amo a mi madre, a ti, a Scarlett, a Gen y a Katie.

-Y puedes estar seguro de que ellas también te aman. Anne está orgullosa del hombre en el que te convertiste, eres la adoración de Scarlett, el amor de mi vida y el primer amor de tus hijas.

•••

Ahora estamos aquí, varios años más tarde, con cinco hijos propios a los cuales amamos con todo nuestro corazón, vivimos en una casa de campo, adecuada para pasar nuestro últimos días, aunque realmente no son los últimos, decidimos cambiar de casa para criar a los niños lejos del barullo.

Genevieve tiene ahora 25 años recién cumplidos, Anne tiene 16, Sienna tiene 14 y los mellizos Harry y Danny tienen 12. Harry y yo no somos tan jóvenes como solíamos ser, tampoco somos tan estúpidos e ingenuos, hemos superado tantas cosas juntos y esperamos poder superar lo que venga de la misma manera.