Capítulo 30: ¡Déjalo!, por favor.

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Punto de vista de Amanda:

Caminé sin ganas hasta llegar a la casa, introduje la llave, di la vuelta y la puerta se abrió revelando a "Roy" muy campante en el sillón, a su lado tenía una bolsa de papel amarilla, decorada como si de un regalo se tratará.

-Buenas noches, Mandy-saludo sonriente.

-Buenas noches-respondí entre dientes.-¿Como ha estado, Señor Styles? ¿Como se encuentran Harry, Scarlett y su ESPOSA?

-Ellos están bien-contestó. Desgraciado.-Te he traído un regalo, ya sabes por lo mal que te traté ese día.-puso la bolsa en la mesa esperando a que la abriera. Rodé los ojos y gire hacia las escaleras para irme, pero Tania me detuvo.

-¿Puedes ayudarme con las maletas, hermanita?-preguntó.

LLevaba una valija morada, su bolsa y una cosmetiquera.

-¿A donde vas?-interrogué aunque sabía que me dejaría de nuevo.

-¡Roy y yo nos vamos de vacaciones!-celebró.

-¿Puedo hablar contigo un momento?-pedí llevándola a la cocina.

-¿Que ocurre?

-¡¿Que te pasa?!-le grité cuando estuvimos solas.-No puedes irte con él, Tania prometiste que jamás me dejarías sola y lo estas haciendo ahora.

-También tengo derecho de vivir mi vida. Amanda siempre serás mi pequeña hermana y te voy a amar eternamente, pero Roy es el chico que amo.-contestó.

-¿Chico?-pregunté sin poder creer la clase de estupideces que mi hermana era capaz de hacer o decir.-Tania, por si no te has dado cuenta, "Roy" tiene más de cuarenta y seis años, ¡tu tienes 26!

-algun dia entenderas que no hay edad para enamorarse-se justificó.

La desesperación, el dolor y el coraje me invadian más que antes, ¿Como podia ser tan torpe? ¿Por que no abria los malditos ojos y se daba cuenta de una buena vez? para Roger Styles, mi hermana no era más que una prostituta barata a la que podia asistir cuando algo iba mal en su cama, mientras que para la ilusa de mi hermana, Roger era el mejor tipo del mundo, y segun ella la amaba.

-¿Sabes que Roy es casado?-pregunté. Por un momento parecio sorprendida, y me alegró saber que Tania no estaba enterada, esa sería la unica manera en que ella pudiera estar con él. Él le había mentido.

-Prometio que se va a divorciar-susurró.

Entonces, toda la esperanza que tenia puesta en mi hermana se fue a la mierda, era lógico que Roger la viera como una puta, despues de todo, lo era. Mi hermana era una puta destroza hogares y yo nada podria hacer para cambiarlo, porque al final de cuentas eso era lo que ella queria ser.

-Vete...-susurré.-Vete con Roy, y espero que no salgas lastimada, porque no voy a estar aqui cuando te lastime. -logré decir con unas cuantas lagrimas rodando por mis mejillas.

-Amanda, él no...-intentó decir. La interrumpí.

-Tania, solo vete- dije antes de salir por la puerta de la cocina.

-¿Todo bien?-pregunto el maldito Styles en cuanto me vio. El muy hijo de puta se veia tan tranquilo.

-Púdrete, cabrón-maldije entre dientes.

-¿Ves por que no eres la indicada para mi hijo?-preguntó. Me detuve por un momento, tenia tantas cosas que decirle.-Te falta clase, al final del día no dejas de ser solo su diversión, él merece a alguien como Paige.

-Y usted merece que su esposa y mi hermana lo manden a la mierda, ¡Viejo estúpido!-le grité.

-¡Mandy!-interfirio Tania.

-Escogeme a mi, Tania.-supliqué.-No a él.

-Disculpate con Roger-exigio con dureza.

-No-respondi firme. Tania me miró con decepción.-No voy a disculparme con él, y creo que es mejor que se vayan de una vez. No queremos que él señor Styles llegue tarde a su viaje de negocios.

Dicho esto, todas mis lagrimas empezaron a correr por mis mejillas, me dolía todo y a la vez nada, no podía creer que mi hermana, mi unica familia y quien le habia jurado a mis padres jamás dejarme sola, jamás abandonarme o descuidarme, quien decia que me amaba más que a cualquier cosa y que siempre estaría ahí para mi, me estuviera dejando completamente sola, me dolía ver que yo no significaba nada para ella, no significaba nada para nadie.

Punto de vista de Harry:

Se qué esto es lo correcto, se que debo pedirle perdón aunque también ella haya actuado mal.

Llamé a la puerta, dentro se escucharon algunos pasos y después la puerta se abrió.

-Hola-le saludé incómodo.

-Hola-respondió. Se veía linda, llevaba puesta una blusa blanca de rayas azules y rojas, un pantaloncillo de mezclilla y zapatillas azul marino.

-Vengo a disculparme por como te hable hoy en la escuela-dije finalmente. -No debí reaccionar como lo hice.

-Creo que yo tampoco debí comportarme de esa manera-respondió.

-Lo siento-me disculpe antes de darle un abrazo, que por supuesto fue bien recibido por ella.

-Prometo jamás volver a hacer una escenita de aquellas-se burló. Inmediatamente le di una sonrisa.

-¿Estas sola?-pregunté notando que no había ningún automóvil más que el mío, y que dentro de la casa todo era silencio.

-Si-suspiro triste.-Me han dejado sola. Parece que ya no encajo en sus planes.

-Eso es tan triste-respondí.

-¿Quieres pasar a tomar algo?-pregunto amable.

-Claro que si. -dije.-Pero que sea una de las malteadas que haces.

-Intentaré hacerlas-añadió dejándome entrar.-¿Me meteré en problemas con Amanda?-preguntó.

-No, Paige.

-¿Sabe ella que estas aquí?

-No, y no creo que le interese-confesé.

-¿Pelearon?-preguntó. Asentí-¿Fue por mi culpa?

-En parte-confesé.-Pero la mayor parte de la pelea fue por su actitud.

-¿No deberías pedirle perdón a ella?

-No.-respondí firme.-Es ella quien me debe una disculpa.

La Chica Mala  |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora