Se le dificultaba su andar. En varias ocasiones se hincaba, producto del agotamiento. La herida en su hombro seguía sangrando en grandes cantidades.
Keyl llegó al final del aquel pasadizo que le salvó la vida, a pesar que estaba oscuro, pudo distinguir la puerta al final del corredor. Con dificultad y lentitud la abrió, no pudo evitar caer en cuanto su cuerpo cruzó el marco de la salida.
Sus jadeos cada vez eran más notorios y su sangre no paraba de emerger. Se dio cuenta de que había llegado a la habitación principal, miró su muñeca y la pulsera le indicaba que fuera al fondo.
A pesar de todo, no desistía, tenía claro cuál era su motivación y aquello era mayor que el dolor que poseía.
Seguía tambaleándose con cada paso, ni él mismo sabía cuándo podría sucumbir, mas eso le importaba poco. Llegó al fondo, se posó en la última puerta que quedaba, ésta era más grande que cualquiera de las que había allí, al principio dudó si le quedaban las suficientes fuerzas como para poder abrirla, pero esa era la ruta que debía seguir, así que procedió al intento de hacerse paso. Para sorpresa del agente, la entrada no dio resistencia más que las otras, se deslizó hacia un lado con suma facilidad, aunque por su debilidad tuvo que utilizar ambas manos.
Al entrar, solo un puente de concreto se pudo ver, tenía barandas de seguridad en las orillas con pequeñas antorchas a lo largo de éstas que solo podían alumbrar aquel camino. De los costados solo podía ver un profundo precipicio sin fondo, sintió como si estuviera observando algún pozo del abismo. Seguía su recorrido, no podía evitar su temblor al caminar, las antorchas se encendían conforme avanzaba.
Detuvo sus pasos en cuanto llegó al final de la pasarela, ésta terminaba en un espacio amplio circular, con las mismas barandas de seguridad alrededor, iluminadas con las mismas antorchas. Solo pudo distinguir algo en aquel sitio, en medio del círculo se hallaba una cadena guindando. Miró al cielo, pero no vio ningún techo por donde aquel metal estuviese sostenido, solo estaba allí, saliendo desde la oscuridad proveniente de arriba.
Aun con torpeza se dirigió a ella y en el momento que estuvo frente a la cadena la observó con mucho detenimiento, tenía un pomo en la parte inferior, con esto en cuenta, más en la posición en la que estaba, solo se le ocurrió halarla hacia abajo y en cuanto lo hizo, todo empezó a temblar, por inercia miraba a todas las direcciones a la espera de que algo apareciera y se fuera contra él, pero lo único que vio fue cómo unas escaleras caían de golpe desde la oscuridad del cielo, impactando con fuerza justo frente a sus pies, levantando una densa cortina de polvo antes de que todo volviera a la quietud.
ESTÁS LEYENDO
Niebla del Infierno
TerrorAquel que siente miedo no se convierte en cobarde, solo en humano, pero solo quien lo tenga y sigue a pesar de ello, va a ser el que sea digno de ser nombrado valiente. 🌀🌀🌀 Ke...