Capítulo 20: Coeficiente Intelectual, Keyl Jaxon

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   Keyl estaba en aquella zona abierta, sentado esperando pacientemente que su compañero dé respuesta

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   Keyl estaba en aquella zona abierta, sentado esperando pacientemente que su compañero dé respuesta.

Keyl, en posición—escuchó la voz de su amigo a través del radio comunicador.

—Bien, ahora solo nos resta esperar—respondió.

Espero que sepas lo que haces.

—¿Qué? ¿Acaso nunca lo sé?—habló con un tono sarcástico.

—¡Hay veces que pienso que no!—reprochó el castaño del otro lado de la línea.

—Solo espera mi señal ¿De acuerdo?

Como sea. Corto.

—Corto—terminó la comunicación—vaya compañero que tengo—se dijo a sí mismo con una media sonrisa—pero supongo que el trabajo en equipo es primordial, y después de lo que tuve que pasar para portar esta placa, eso no sería nada difícil—Keyl dejó salir un suspiro relajado, luego miró a los cielos tenues del lugar, empezó a recordar nostálgicamente cómo fue que terminó siendo lo que es hoy.


Nueve años atrás.


   La alarma de un despertador empezó a sonar en una mesa de noche. Al lado, una cama en donde se encontraba un joven de dieciocho años durmiendo profundamente, hasta que aquel ruido lo despertó.

   El chico se levantó suspirando, siempre le molestó ser despertado de esa forma, pero eso no era en lo que su mente estaba enfocada.

—Seis de la mañana—dijo mirando el reloj de forma pesada. Apretó el botón para que dejara de sonar. Prosiguió a levantarse de la cama y alistarse para su día.

   Fue directo al baño, se lavó la cara con agua fría para quitarse el sueño que tenía y luego de ducharse, lavarse los dientes y terminar de alistarse, se detuvo un momento para verse en el espejo. Miró sus ojos azules. Ladeó un poco su cabeza, estudiándose a sí mismo, no era la primera vez, durante gran parte de su vida seguía cuestionándose el por qué seguía vivo, cuál era la razón por la que seguía respirando, por qué aquel chico de cabello rubio y piel caucásica tuvo que vivir, y por qué aquellas dos personas tuvieron que morir de esa forma.

Niebla del InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora