Capítulo 22: Hombre Abatido

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   La impotencia que sentía aquel hombre sectario era inmensa, la furia que se desprendía de su ser era tal, que todo su cuerpo estaba temblando, pero ese temblor no solo era por dicha furia, el hombre de la Secta sentía aquello que no experimenta...

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   La impotencia que sentía aquel hombre sectario era inmensa, la furia que se desprendía de su ser era tal, que todo su cuerpo estaba temblando, pero ese temblor no solo era por dicha furia, el hombre de la Secta sentía aquello que no experimentaba desde hacía siglos.

—Tengo que encontrarlos, si no... yo seré el próximo sacrificado—miedo, el miedo anudaba todo su cuerpo, tal vez más que el enojo. Sabía que si no cumplía con lo que prometió, ella se complacería a sí misma con él.

   Defor estaba en la orilla de la playa de aquella isla, mirando a la nada, hacia el otro lado del agua negra. Sudaba de los nervios, su desesperación aumentaba con cada segundo y en su situación no podía tener ningún fallo.

   Empezó a caminar, acercándose más al agua y en cuanto puso un pie encima de ésta, el líquido se congeló al tacto de su pisada.

—En el ritual... yo mismo voy a ser su ejecutor—sentenció con profundo odio mientras comenzaba a correr, congelando toda el agua a su paso, con la colosal bestia que manejaba siguiéndolo desde atrás. 

—Ya me estoy aburriendo—James se echó un momento en el suelo, ya llevaba una cantidad considerable de tiempo esperando

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—Ya me estoy aburriendo—James se echó un momento en el suelo, ya llevaba una cantidad considerable de tiempo esperando.

—Tiene que aprender a ser más paciente—le dijo Keyl, con tranquilidad, estando sentado en una roca medianamente grande, con una rodilla levantada y recargándose en ésta.

Niebla del InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora