Capítulo 12: Un visitante indeseado llega a mi puerta

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Nicolas

Me encontraba solo en el corredor frente a una puerta cerrada con un campo de energía. Lo hiciste muy bien Walker, pensé. Emily se sentía traicionada lo entiendo completamente y espero me otorgue el beneficio de la duda o se acuerde de todo lo que he hecho por ella. No es mi intención preocuparla y muchos menos lastimarla. Cuando la tuve entre mis brazos se veía tan afligida y su mirada reflejaba dolor, la sujete por instinto y no debí haberlo hecho. Sus padres biológicos fueron asesinados frente a ella pero no lo recuerda debido al trauma que le ocurrió. Edgar vendrá por Emily muy pronto y no sé si pueda protegerla del todo, si tan solo pudiera controlar sus poderes sé que saldríamos bien de esta. Mientras me encontraba perdido en mis pensamientos me llego un olor extraño como a clavos y electricidad, ese olor solo provenía de una persona. Llegué en un segundo a la puerta y allí estaba, vestía ropa formal y una chaqueta negra de cuero con un sombrero de copa.

-Buenas noches Nicolas, espero no molestarte.- entró como si esta casa fuera de su propiedad y se sentó en el sofá de la sala.

-Buenas noches, Edgar. Siempre es grato ver a un colega.

-¿Existirá alguna posibilidad de que un día me consideres tu amigo?

-Me temo que no. ¿A qué has venido?

-Sólo pasaba por el vecindario y decidí venir a verte.- su tono áspero me hacía despreciarle aun más.

-¿Por qué no dices la verdad? Sabes que no me agradan las personas que mienten.- aunque yo sea uno, pensé para mis adentros.

-Nunca se te escapa algo de las manos. ¿Tienes vino?- asentí y fui en busca de él junto con dos copas. Al regresar Edgar se encontraba con los ojos cerrados eso quiere decir que está buscando el aura de Emily.

-Aquí tienes, espero sea de tu agrado.- chocamos nuestras copas y ambos bebimos un sorbo.

-Que delicia. Debo decirte que los sacrificios que haces por aparentar esa edad no son de mi agrado. Antes solías vestirte formal para cualquier lugar al que fueras y ahora utilizas simples jeans con camisas poco elegantes. La ropa que vistes no es acordé a tu actitud, Nicolas.

-No recuerdo haberte pedido tu opinión, Edgar.- su expresión cambio de ser divertida a ser amenazante.

-Dejémonos de tonterías. ¿Dónde se encuentra la mestiza?

-Sabes que no responderé a eso.- sonrío complacido.

-Oh Nicolas, siempre es difícil obtener algo de ti. Por eso esto será divertido.- alzo una mano y me lanzó contra la pared, donde me dejo sin tocar el suelo con su magia.

-Ya lo creo.- me deshice de su magia corriendo a una velocidad algo inaccesible para él. Mis uñas terminaron cubiertas con su sangre al acariciar su piel con ellas.

-¡Ya basta!- me lanzó bolas de energía que me pegaron el pecho y me tumbaron al suelo. Eso no me detuvo para levantarme otra vez y arrancarle un pedazo de carne del brazo izquierdo, chilló de dolor como nunca antes. La sangre se derramaba en el brilloso piso de la sala pintando todo de rojo escarlata.

-¿Qué harás ahora?- se lanzo sobre mí y me dio una descarga de muerte en el cuello. Me encontraba arrodillado ante tal dolor sin poder escabullirme mientras a Edgar le volvía a crecer aquel pedazo de carne que le arrebate.

-¿Sorprendido?- me soltó y sus carcajadas sonaron como un eco.

-¿Qué te has hecho? ¿Has experimentado contigo mismo?

-Sólo unas mejoras, mi amigo. Sabes que la chica es poderosa por eso tenía que volverme mejor que antes. Al llegar a la puerta de tu casa pude notar un campo de energía en una de las habitaciones de arriba ¿Qué paso? ¿Ya la mestiza no te quiere?

Reencarnación #1  Trilogía ReencarnaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora