Capítulo 20: Un oscuro secreto sale a la luz

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Nicolas

 El corazón de Emily empezó a latir descontroladamente, su piel se volvió extremadamente pálida y sus ojos perdieron su color natural para reemplazarlos por unos totalmente rojos escarlata. Jimmy se encontraba serio a mi lado con un campo de fuerza alrededor protegiendo a su hermano, mientras este buscaba algo en un libro dorado.

-Sujétala bien, esto se va a poner feo.- dijo el hermano idiota. Rodee con mis brazos la cintura de la joven desmayada y luche como pude para mantenerla en pie.

-¡Salid de ahí! Criatura que vives en cuerpo ajeno toma tu forma y manifiéstate frente a nosotros.

El cuerpo de Emily comenzó a calentarse, sus piernas y manos temblaban, su cabello se volvió rojo como el fuego y de pronto se levanto siendo otra persona totalmente diferente, Anastasia.

-¿Eres Anastasia Devane?- pregunto mi amigo.

-¿Quién desea saberlo?- la voz de esta persona era como cuchillas afiladas que ardían al mismo tiempo.

-Mi nombre es Lázaro, este es Jimmy y él...-la bruja lo interrumpió.

-Un asesino.- siseo. Su mirada era aterradora y molesta.

-No fue mi intención. Usted bien sabe que Sebastián no la iba a dejar ir tan fácil por eso decidí matadle yo mismo.- dije seguro de mí mismo.

-¡No debí morir así! Todo por culpa de su amigo el demonio y usted.- me señalo furiosa.

-Él no era mi amigo y le ruego me disculpe. Desde que acabe con su vida me he dedicado a proteger a todos sus descendientes que he conseguido, incluyendo a Emily. Quisiera borrar mis pecados pero lamentablemente eso no es posible y el recuerdo de su cuerpo sin vida me lo asegura cada día.

-No me hagas reír. Quieres a Emily para ti, la deseas por sus poderes y yo no lo permitiré.- lanzo una bola de fuego directo a mis manos quemándolas por completo.

Corrí por todos lados intentando esquivar las otras pero la rabia contra mí era intensa y estaba alcanzándome. Lázaro lanzo contra ella una pequeña botella de contenido extraño que hizo que la bruja cayera al suelo.

-¡Agarradla!- nos grito a Jimmy y a mí. Obedecimos al instante.

Anastasia luchaba furiosa por zafarse y sus poderes no funcionaban, algo raro estaba pasando. El brujo se acerco y le hizo beber otra botella que está estrello contra el piso.

-Dime que tienes otra.- repliqué.

-Yo.- Jimmy tenía otra en su mano. Está sí que se la bebió obligada.

-¿Crees que Emily estará contigo vampiro? Ella solo está quebrada y necesita a alguien que la reparé. Eres solo un estorbo que desaparecerá pronto de su vida como todos lo hacen. Primero sus padres biológicos, luego los adoptivos, ahora yo y de último serás tú; tarde o temprano también la dejarás.- por primera vez sus palabras tuvieron un efecto tan destructivo en mí que sentí agonía.

-No le hagas caso. Tú no dejarás a hermosa jamás.- rugió Jimmy.- ¿Y tú vas a hacer algo o qué?- dirigiéndose a Lázaro con su libro en mano.

-¡Luz del sol protege bajo tu sombra a esta bruja proveniente de ti, arrópala con tu flama y guíala a su nueva vida!

-Nunca te desharás de mí, vampiro. Estaré atormentándote en tu mente por el resto de tu miserable vida.- rugió. Su cuerpo volvió a temblar descontroladamente, sus ojos cambiaban de rojos a azul y viceversa, su cabello igual y broto espuma de su boca.

-Sostenedla bien.

-Poderoso Zeus que esto salga bien, te lo suplico.- Jimmy estaba rezando.

El cuerpo astral de Anastasia se elevo hasta el techo dejando a Emily sin pulso en el piso. La bruja era arrastrada por unas cadenas de un dorado tan intenso sujetas a sus muñecas, un hombre en carreta la jalaba sin utilizar su fuerza y desapareció. El corazón de Emily no latía, su piel estaba helada y el cabello tenía ahora un mechón blanco de un lado.

Reencarnación #1  Trilogía ReencarnaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora