Capítulo 26: La apuesta

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Emily  

El sonido de las aves cantando invadía por completo la entrada, las rejas doradas que imaginé estaban allí protegiendo los alrededores, en una esquina se encontraban dos columpios que de seguro eran de Jimmy. Un enorme pentagrama escondido entre las gramas con un monumental árbol en él. Corrí hasta el patio trasero de la casa y me tope con un gran bosque de pinos y otros tipos de árboles, no era completamente el que imaginé. A los lados de la casa crecían enredaderas dándole un toque pintoresco y como de una cabaña, al otro lado un invernadero. Caminé decididamente hacia el inmenso bosque, el olor a tierra húmeda se coló por mi nariz y el sonido de todo tipo de animales abundaba en mis oídos. Todo era sencillamente, hermoso. Somos unos grandes pintores después de todo, cada quien puso un pedacito de su corazón en esto y hemos creado algo maravilloso tan lleno de vida. En medio del lugar encontré una cascada algo alta pero igual de bonita que todo lo demás, flores por doquier y aunque no lo creía venados también. Es como un cuento de hadas.

-¡Emily!- oí gritar a Nicolas de muy lejos. Se oyó una gran ventisca que me alarmo y al cabo de un segundo estaba a mi lado.

-Has tardado y el bosque es tan grande que temía...- dudo un segundo- olvídalo.

-Me he entretenido con todo esto.- comencé a dar giros y reír como tonta.

-Que rostro más radiante.- el tono sarcástico de Jimmy hizo que parara en seco.

-¿Te ha gustado el bosque?- pregunto Lázaro penosamente, con que había sido él. He pensado en esto al igual que él y termino siendo una mezcla de nuestras mentes.

-¡Sí! ¡Es hermoso!- sonrío avergonzado y se coloco al lado de su hermano.

-Bien, hermosa. ¿De quién es cada cosa?

-Antes de comenzar, ¿Qué recibo si acierto?- Jimmy medito un momento y luego sonrío maliciosamente. ¿Qué se le habrá pasado por la cabeza?

-Si solo fallas una tendrás una cita con Nicolas está noche.

-¡¿Qué?!- inmediatamente me ruborice y el idiota ese no paraba de reír.

-Ese es el trato ¿Vas a dejarlo? ¿No querrás herir su corazón verdad?- agarró a Nicolas por los hombros y esté lo fulmino con la mirada.

-No tienes porque aceptar las estupideces de...-interrumpí al vampiro.

-Lo haré.- sus ojos se agrandaron de la sorpresa y oculto una sonrisa con su brazo.

-¡Comencemos!- gritó Jimmy al mismo tiempo que resonaba unos tambores ¿De dónde los saco? Brujos. Inhale profundamente antes de decir lo que cavaría mi tumba sin duda.

-El gran árbol en medio del pentagrama afuera es de Lázaro, la cascada con todas las flores alrededor de Nicolas, el invernadero y los columpios de parte tuya. El bosque es una combinación de lo que yo pensé y lo que pensó tu hermano.- aplaudió mientras sonreía fascinado.

-¡Muy bien, muy bien! Eso quiere decir que parte del bosque con los animales y las rejas doradas son tuyas ¿cierto?

-Exactamente, ¿acerté?- pregunté con miedo a la respuesta. Se dirigió a Nicolas.

-Bueno, querido Nico te he conseguido una cita con hermosa.- sonrió orgulloso de sí.- Me lo agradeces después.- agrego en un susurro que logré escuchar.

-¿En qué me he equivocado?- repliqué molesta.

-El invernadero no es mío, querida. Te toca la cita.- canturreo.

-¡No es justo!- golpee el suelo con el pie y me cruce de brazos.

-Un trato, es un trato.- rió gustoso. ¡Ahg! A veces lo odio.

Reencarnación #1  Trilogía ReencarnaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora