Capítulo 54: Gracias deidad

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Emily

Un lugar repleto de agua, el sonido de las olas golpeando en la orilla y un hermoso cielo estrellado me daban la bienvenida. Cuando pierdes la vida sientes un leve pinchazo por todo tu cuerpo que te teletransporta a tu sitio de ensueño y ese era el mío. Llevaba puesto un hermoso vestido blanco con una corona floral adornando mi cabello, me sentía como una princesa y al ver mi reflejo en el agua supe que era así. Mis ojos se volvieron de un azul más intenso, la piel era aún más pálida que cuando estaba viva y por último, mi cabello era más y más largo ¡me llega hasta los tobillos! Eso último era magnífico y a la vez algo problemático pero al estar muerta ya nada importaba. ¿Por qué estaba aquí? Porque salve a mis seres amados del demonio Sebastián con la ayuda de Anastasia, su antigua esposa forzada a casarse con ese cretino. Tome asiento cerca de la orilla y lleve las piernas al pecho para enterrar mi cabeza en ellas. Ahora de verdad estaba completamente sola y pasarían muchos años antes de poder encontrar nuevamente con mi amor. Tengo la ligera esperanza de qué Nicolas me esperara allá abajo para reencontrase conmigo porque después de todo, ha vivido cientos de siglos en la soledad. ¿Esperara a por mí? Esa pregunta invadía mi mente desde que llegue aquí. Al exterminar a Sebastián pude sentir a mis padres muy cerca y supe que estaban vivos, y sanos. Ahora todos ellos deben estar juntos y tristes por mi partida ¿no? Tiré de mi cabello frustrada porque un maldito demonio acabo con la vida de mi ancestra y luego con la mía, destruyo a Nicolas de diferente manera y asesino a millones de personas, tal vez más. Cerré mis ojos imaginando a los chicos, mis queridos padres y a mi amiga Melanie llorando junto a mi cuerpo, eso provoco que yo también llorará. Desearía haber salido sana y salva de allí pero no podía, sino todos hubieran muerto.

Emily.

-¿Q-Quién anda allí?- exigí. Por alguna razón no tenía tanto miedo pero aun así estaba lista para atacar.

Emily.

-¿Quién eres? ¡Habla de una vez!

Una mujer de agua apareció frente a mí y me observó con mucha dulzura. La mire dubitativa porque sabía que la conocía ¿de dónde? No tengo idea.

-¿Deseas volver con tus amigos, hija mía?- pregunto con una voz llena de amor.

-S-sí.- tartamudee no muy segura.

-Entonces toma mi mano.

La extendió y con mucha calma me acerqué para poder tomarla.

-¿Cómo sé que no es una trampa? Podrías llevarme al infierno o algo peor.- rugí.

-Confía en mí.

No muy convencida la tome y una gran luz salía de mi cuerpo. Comencé a temblar terriblemente, intenté zafarme del agarre de la mujer pero no podía. Caí de rodillas cerrando los ojos y todo cesó.

-Emily.- susurro una voz dulce que rompía mi corazón. El tacto de sus frías manos me hizo estremecer y desperté.

Vi al frente dónde solo había agua, toque mi cuerpo entero y se encontraba en perfecto estado para estar muerta. Suspiré aliviada y justo cuando voltee a la derecha, allí estaba él. Los más hermosos ojos esmeraldas que he visto en toda mi vida me observaban fijamente sorprendido, una gran emoción surgió en mi pecho y no pude evitar lanzármele encima para enredar las piernas en su cintura abrazándolo con mucha fuerza.

-¡Nicolas, Nicolas, Nicolas!- sollocé emocionada.

No encuentro las palabras para describir todos estos sentimientos que siento ahora mismo. Tenía al amor de mi vida entre mis brazos, respiraba su dulce aroma mezclado con el de agua salada y él no paraba de llorar mientras me abrazaba. Esto tiene que ser un sueño, pensé.

Reencarnación #1  Trilogía ReencarnaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora