Capítulo 22: ¿Demonios tras nosotros?

15 5 0
                                    

Emily

Otra vez me encontraba en aquella habitación del segundo piso en Atenas, con las olas del mar de fondo y voces de los vecinos saludándose en ese idioma que no entendía. Observé detalladamente por el balcón todo lo que me rodeaba y por primera vez desde que secuestraron a mis padres, sentí paz.

-¡Hermosa!- Jimmy me saludaba desde abajo con su gemelo antipático al lado. Correspondí al saludo y me adentré en la habitación.

Corrí escaleras abajo y un delicioso aroma a fresas y pan tostado despertó mi apetito. En la cocina todos estaban sentados en la larga mesa con sus respectivos panes y jugos, menos Nicolas por supuesto.

-Buenos días, chicos.- saludé a todos.

-Buenos días, hermosa.- respondió Jimmy al mismo tiempo que me guiñaba el ojo.

-Buenos días.- saludo Lázaro lo más educadamente posible en él.

-Buenos días, Emily.- saludo Nicolas con una leve sonrisa dibujada en el rostro.- Aquí está el desayuno.- me mostró donde debía sentarme y así lo hice. Lázaro no dejaba de observar con cautela cada segundo, Jimmy me sonreía constantemente y Nicolas ni me veía.

-Nicolas me ha explicado cómo funciona tu poder curativo en ti. Me alegra saber que te encuentras físicamente mejor, no todos salen tan bien como tú.- esas fueron las palabras del brujo que me había salvado.

-Gracias por haberme ayudado, Lázaro. Sé que no te caigo bien por mi procedencia pero igualmente me ayudaste y por eso te lo agradezco.- se sorprendió ante mis palabras y pude ver un tenue rubor asomarse por sus mejillas. ¿Estará apenado?

-No es nada.- respondió y no volvió a hablar más.

-Aun no sé cómo es que un chupasangres como tú sabe cocinar tan bien. ¡Dios! Que delicia.- Jimmy no paraba de masticar.

-Deja los insultos, Jimmy. Admite que cocino mucho mejor que tú y estás celoso.- dijo juguetón el aludido.

-¡Ja! Ya quisieras tú. Mi comida es más sabrosa que la tuya.- le mostró la lengua como un niño.

-Oh, vamos. Siempre se te quema, le falta sal o tiene demasiada. Ad-mi-te-lo.- cada sílaba pronunciada moviendo su dedo. Estos dos eran un desastre juntos, no paraba de reír ante sus boberías.

-Haremos algo. Cocinarémos ambos la misma comida en el almuerzo y hermosa será la jueza.- ¿Qué?

-Oh, no, no. A mí no me van a meter en esto.- protesté y ambos me vieron con la típica señal de cierra el pico.

-¿Estas dentro?- pregunto Jimmy.

-Claro que sí.- respondió Nicolas con sonrisa maliciosa. ¿En qué me he metido?

Después del extraño acuerdo al que llegaron Nicolas y Jimmy, el último me obligo a acompañarlo a comprar la comida y accedí sólo para salir de la casa. Quería sentir la brisa en mi rostro antes de presenciar una dura batalla de comida y tomar la decisión final. Jimmy definitivamente es una persona especial que no se preocupa por nada, en los últimos tres puestos de verduras me ha presentado como su novia y yo he aclarado que no es así. Va corriendo de aquí para allá comprando carne, papas, naranjas, entre otras cosas. El platillo que escogieron fue una carne caldeada, salsa de arándanos y pasta; cabe decir que era un platillo fácil aunque ambos se lo tomaron muy en serio.

-¡Vamos hermosa!- Jimmy me jalo de la mano y corrimos hasta un puesto de helados. Compro uno de vainilla para mí y uno de chocolate para él.

Caminábamos tranquilamente de vuelta a casa después de tantas compras e infinidad de fotos juntos cuando me percate de dos demonios con túnicas negras pisándonos los talones, observe a Jimmy de reojo y su mirada me confirmo que se había dado cuenta de lo mismo que yo. Tomo mi mano suavemente y pude sentir como alguien invadía mi cuerpo, de la misma forma que Anastasia.

Sigue caminando normal. Era la voz de Jimmy en mi cabeza, luego le preguntaría como lo hizo.

Al llegar a una esquina oculta, esté dejo las bolsas con una señora no mayor de cuarenta años y me indico que corriéramos. Corrí como si mi vida dependiera de ello aunque, en este caso era así. Los dos demonios corrían tras nosotros lanzándonos rayos rojos para derribarnos, Jimmy los empujaba con el viento proveniente de sus manos y estos caían sin saber que los derribo ¡El hombre a mi lado manipulaba el viento! Nos escondimos detrás de un templo y los latidos de mi corazón me taladraban los oídos.

-Cuando te lo indique correrás a la izquierda y verás una puerta blanca. Entra en ella y aparecerás en la casa de Nicolas.- eso quiere decir que detrás de la puerta hay un portal.

-¿Qué pasará contigo?- pregunté.

-Te daré tiempo para que llegues ahí y hermosa... ten cuidado.- su advertencia me puso los pelos de punta. Los pasos de ahora cuatro hombres se estaban acercando rápido a nuestra posición. ¿Qué puedo hacer?, ¿Qué puedo hacer? ¡Nicolas por favor, ayúdanos!

***
¡Buen día! Hoy tenemos doble actualización así que, vayan a leer el otro ✨

💞⭐ Voten y comenten si les gusto⭐💞

Reencarnación #1  Trilogía ReencarnaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora