Reencarnación #1 Trilogía Reencarnación

Epílogo

Emily

Han pasado una infinidad de cosas en los últimos seis meses desde que Nicolas me pidió que fuera su novia. Cuando le conté a Mel no paro de festejarlo conmigo con muchas piyamadas y helados, también me presiono para que inicie mi vida sexual cosa que le deje bien en clara de qué aun no estaba lista. Jimmy se había hecho extrañamente muy amigo de ella y se la pasaban varios días juntos, iban al parque, playa, cine y todo ellos solitos. Sólo espero que ese idiota no le haga daño porque se las verás conmigo y Nicolas que le ha tomado cierto aprecio a mi amiga debido a que ya se trataban hasta de cuñados, no puedo con esos dos. Lázaro sigue enseñándome magia y practicando conmigo cuando no estoy en la universidad que es casi nunca, y por esa razón trae toneladas de libros para enriquecer mi conocimiento mágico. Charlie y Sara seguían viviendo en la antigua casa de los Walker junto con unos mininos que adoptaron de la calle, el cálido corazón de Sara no podía dejarlos allí y su marido acepto que los llevará a casa a pesar de que odia a los gatos o eso era lo que solía decir. Cada vez que Nicolas y yo los visitamos observamos a su hermano a escondidas como juega con los pequeños y los alimenta, es todo un caso. En cuanto a mi nuevo novio y yo- "novio" esa palabra me causa mucha alegría-, ahora vivimos juntos después de qué él se encargará de convencer a mi padre de dar su consentimiento, con mi mamá no hubo problema porque ella adora a Nicolas y siempre que puede me dice que la mirada de ese hombre se ilumina con verme. Incluso se ha unido a Melanie para hacernos bromas sobre la parejita feliz que somos y nos han llenado de obsequios. Llevamos viviendo juntos exactamente cinco meses y debo decir que ha sido la mejor decisión de mi vida, él ha vuelto a escribir de nuevo y por fin uno de romance que según Jimmy es sobre mí ya que, no me deja leerla. Nicolas ha intentado enseñarme a cocinar pero ¡soy un desastre! La mayoría de los platillos difíciles o dulces me quedan horribles las presentaciones y siempre se termina burlando de mí para luego llenarme de besos el rostro. El collar que me regalado aquel día en Grecia no me lo que quitado ni una vez y lo protejo como si fuera mi amuleto de la suerte. Las clases de la universidad el día de hoy han sido interesantes y cuando ya he acabado mi dulce caballero me espera con esa sonrisa radiante que hace que mi corazón se acelere.

-¿Cómo ha sido tu día?- pregunta antes de devorar mis labios rápidamente dejándome sin aire.

-Ha sido... normal.- respondo entre jadeos.

-¿Nada interesante?- niego haciendo un puchero.

-Espera a llegar a casa.- susurra en mi oído e inmediatamente me ruborizo. ¿Q-Qué ha querido decir con eso?

-¡Eh, tortolos!- nos grita Mel con incontable libros ocupando sus brazos.

-¿Cómo has estado, Melanie?- la saluda amablemente Nicolas y ella le regala una mirada asesina que hace que sonría.

-¿Cuántas veces debo decirte que dejes de ser tan formal conmigo? ¡Soy tu cuñada!- grita indignada.

-Vamos, están llamando la atención de los demás.- hable bajito para que solo ellos me escucharan.

Todos los demás estudiantes nos observaban algunos divertidos y otros nos fulminaban con la mirada, la gran mayoría de las chicas pertenecía a este último. Las mujeres hablaban mucho sobre mi novio y lo sexy que era, eso me hacía rabiar e incluso una vez no pude controlar mis poderes y termino en un desastre. Atraje una gran tormenta eléctrica que terminaron cayendo decenas de rayos alrededor y no pudimos salir hasta las seis de la tarde, Nicolas y Lázaro me hicieron miles de preguntas respecto a eso pero no respondí para no confesar el porqué de lo que había hecho. En cambio, Melanie disfruto todo desde la primera fila y no paro de molestarme con eso una semana entera.

-Sólo ven a tu chico y se lo comen con los ojos.- dijo Mel moviendo la mano restándole importancia. Apreté los puños a los lados de mi cintura y comencé a contar mentalmente.