Capítulo 56: Estrellas fugaces

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Emily

Jimmy por fin dejo de llorar y se quedo dormido en el sofá frente al televisor mientras veíamos programas de postres. Últimamente he probado varias recetas que él no para de comerse así estén quemadas o les falte cocción. Nicolas también tenía que comer comida humana así que, por fin he podido cocinarle y no ha tardado en comérselo entero. Estoy feliz con mi nueva familia ya que, papá y mamá decidieron irse a Francia de vacaciones. Si, vacaciones ¿pueden creerlo? Son capturados por el demonio más temible de la historia, su hija es asesinada y luego la reviven pero ellos se van de vacaciones como si nada. Sara y Charlie nos acogieron a todos con la excusa de que necesitaban llenar las habitaciones de vez en cuando para que no se degradaran, lo cual es mentira porque aman tenernos aquí sobre todo a Nicolas que después de todo es la única familia que tiene Charlie a parte de su dulce esposa. Espero que algún día él me mire y diga que soy parte de la familia pero ¿qué cosas digo? Nicolas y yo ni siquiera somos novios. Nos confesamos nuestros sentimientos solo que... nos hemos besado y todo pero no ha dicho nada respecto a eso. Esta noche me invito a salir con él y estoy emocionada totalmente.

-Emily.- susurro detrás de mí. Alcé la cabeza hasta quedar de frente con su rostro de ángel.

-Vámonos.- sonreí gustosa.

Ya una vez afuera nos topamos con una puerta blanca que tenía algo escrito: ¡Disfruten! Xoxo. Esa letra espantosa es de Jimmy sin duda. Nos acercamos a esta y observe a Nicolas a unos centímetros de distancia.

-¿Ocurre algo?- pregunte.

-Sólo disfrutemos.- sonrió alegre y me adentré.

Un túnel repleto de luces nos dio la bienvenida, flores a los costados con mariposas revoloteando. Una pequeña mesa al fondo nos esperaba con los respectivos platos y cubiertos en ella, no pude evitar sonreír. Una gran pancarta en el medio capto toda mi atención, era una hermosa estrella fugaz pintada en ella junto al cielo estrellado de mis sueños, de nuestra primera cita y lo último que vieron mis ojos antes morir. La estrella comenzó a moverse fuera del papel dando vueltas alrededor de mí haciéndome girar con los brazos abiertos mientras reía sin parar. Las ráfagas de agua no tardaron en envolverme también por tanta felicidad y pare para observar fijamente al hombre que hizo todo esto posible. Nuestras miradas se encontraron y él no paraba de sonreír al igual que yo, me acerque lentamente.

-¿Tengo algo en el rostro?- pregunte inocentemente. Sospechaba porque me miraba de esa manera.

-Estas brillando de felicidad y luces muy... hermosa.- hecho un vistazo a mi vestimenta.

-Sara y Melanie no me han dejado en paz.- hice un puchero.

-Lo lamento mucho, cariño.- dijo entre carcajadas.

-Qué gracioso.- me cruce de brazos fingiendo enfado.

-Pero ¿valió la pena?- pregunto divertido. Observe el lugar una vez más y me lancé a sus brazos.

-Siempre me sorprendes, Nicolas.- bese su mejilla y lo apreté bien fuerte entre mis brazos, inhalando el dulce aroma a menta.

-Vamos, Emily.

Unió nuestras manos para dirigirme a la mesa con mantel de flores y pequeñas mariposas revoloteando aún. Nos sirvió una copa de vino rojo e inhalo profundo. Algo lo perturbaba y lo sabía perfectamente.

-Nicolas, dime.- le pedí amablemente acariciando la mano sobre la mesa.

-¿Recuerdas todo el tema de Sebastián?- pregunto triste.

-Sí.

-Aún no logro perdonarme por no haberte dicho sobre mis sospechas aquel día.

-¿Te refieres cuando indagaste por todo el lugar de Dark Blood y regresaste preocupado?- asintió.

Reencarnación #1  Trilogía ReencarnaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora