Kim Taehyung lo tenia todo o al menos eso lo creía, un hombre exitoso, con muchas mujeres muriendo por él, creía que lo sabia todo, pero realmente no. Ahí entraba su mayor pregunta. ¿Cuál era el secreto del asistente Jeon? Jeon Jungkook, su asistent...
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—¡No, no me gusta! ¡Basta! ¡No me gusta! ¡¡MAMÁ!! —Grito despertando del mal sueño. —De nuevo esa maldita pesadilla —Murmuró tocando su frente sintiendo el sudor. —¡Demonios, llegare tarde! —Se apresuró en salir de su pequeña cama directo al baño.
No se podía dar el lujo de llegar nuevamente tarde a su trabajo, ya su jefe le había advertido sobre tantas faltas siendo él su asistente. No le caía del todo bien, podía admitir que era un hombre apuesto, pero después de eso podía decir que era un completo animal promiscuo.
Habia conseguido el trabajo en aquella empresa en un rango no tan alto después de haber logrado graduarse de la universidad a duras penas, pero logro subir de nivel, al del asistente del CEO, lo cual le trajo mucha habladuría de algunos de sus compañeros quienes juraban que el joven Jeon Jungkook sabia "usar bien su lengua con jefe" para que lo ascendiera como su asistente. Era un solo rumor falso, él mismo se esforzó por conseguir ese puesto haciéndose destacar con un muy buen desempeño en la oficina, solo quería subir un poco de nivel ya que la paga era aún mejor y en verdad necesitaba ese dinero, jamás espero que su jefe lo hubiera notado tanto como para ascenderlo.
Habia corrido desde su pequeño departamento de azotea apurado para tomar el autobús, pero habia perdido dicho transporte y el próximo pasaría en una hora más, tampoco alcanzó a desayunar gracias a la hora y que aquella pesadilla solo lo haría vomitar, así que no le quedó de otra que tomar un taxi, aunque fuera más costoso. Busco su tarjeta de acceso no encontrándola, la habia olvidado, agradecía que el vigilante lo cociera y lo perdonara dejándolo pasar. Cogió el ascensor antes que se cerrara respirando agitado intentando reponerse de lo agitado que se sentía, en esos momentos sintió un escalofrío en su espalda, giro viendo a su jefe de pie detrás suyo con su mirada igual de seria que siempre, no estaba solo, su hermano mayor se encontraba con él.
—Bu-buenos días, señores Kim —Reverenció.
—Llegas tarde —Oprimió el botón que daba al piso del que los tres se dirigían.
—L-lo siento, no volverá a pasar —Respondió.
Se sentía incomodo, no solo porque había llegado tarde, odiaba estar encerrado en espacios pequeños con hombres y más si el piso al que iban dirigidos era el noveno.
—Tranquilo, Tae no te despedirá —El mayor de los Kim habló, Jungkook dio un salto en su lugar apoyándose a una de las esquinas del ascensor.
—Lo... Siento, no volveré a llegar tarde —Corrió fuera del ascensor cuando las puertas se abrieron.
—¿No lo despediré? —Taehyung le enarco la ceja a su hermano.
—Siempre estas amenazándolo con despedirlo y no lo haces porque es buen asistente —Le dijo con burla.
Ambos caminaron por los pasillos siento saludados por los empleados que estaban en sus lugares o haciendo otras labores, Taehyung solo hizo un asentimiento con la cabeza mientras Seokjin iba con una sonrisa, ambos perdiéndose en el pasillo que los guiaba a su oficina, Jungkook ya estando en su lugar.
