Random Stories [Harry Potter]

Gemelos

Este es, literalmente, el primer capítulo
de una historia que tengo en borrador.

Es una prueba para ver si les gusta la historia. (?)

Resumen rápido: Harry tiene un hermano gemelo.
Los dos fueron criados por los Dursley, así que ellos
son el único apoyo que se tienen entre ellos.

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—¡Despierten, fenómenos! —gritó una voz chillona, a la par que se escuchaban fuertes golpes desde el "techo" de su "habitación". Dudley se había levantado.

Andrew, quien prefería referirse a sí mismo como James, fue el primero en ponerse de pie, recogiendo su colchón del suelo de la alacena, Harry le siguió y acomodó su propio colchón que reposaba sobre unas cajas de madera, las ubicó con cuidado a un costado y, tras una pequeña lucha para poder vestirse, ambos niños salieron, estirándose.

—Yo haré el desayuno hoy, Harry.

—No, lo haré yo, entre los dos soy el que menos probabilidades tiene de terminar con las manos quemadas por arruinar el desayuno.

Una diminuta sonrisa apareció en el rostro del niño de ojos prioritariamente verdes ante el puchero de su hermano, pero no dio lugar a reproches y se dirigió a la cocina, su tía había tenido la "amabilidad" de dejar, por lo menos, ya listo lo que debía comenzar a freír. El olor a grasa le provocaba náuseas, pero su primo adoraba la comida poco saludable.

James se dirigió a limpiar la sala, ignoró por completo los gritos del adulto que lo insultaba por "entrometerse" entre él y la televisión de plasma, solo se apresuró aún más para acabar y poder salir de allí.

—Date prisa —le gruñó Petunia a Harry, dándole un fuerte golpe en la cabeza con una cuchara de madera, el niño ni siquiera se quejó aunque sus ojos se llenaron de lágrimas, solo asintió y terminó de colocar todo en platos.

Entre ambos niños se ayudaron a poner la mesa en orden y dejar los platos para comenzar a servir todo, Dudley corrió y le dio un empujón a James que lo hizo caer al suelo, se levantó de inmediato, pero cuando pretendía hacer algo Harry le tiró de la ropa y evitó que se abalanzara sobre el niño de proporciones enfermizas.

Para la desgracia de la familia (y la de los gemelos), la niñera que solía cuidarlos, la señora Figg, no estaba disponible, así que los chicos debían acompañar a los Dursley al zoológico, donde festejarían el cumpleaños del cerdo (como lo llamaba James).

Aunque era un calvario pasar tiempo con los Dursley, los niños estaban más que encantados con el lugar, nunca en sus casi once años de vida habían ido a un lugar distinto del supermercado, escuela y el parque del vecindario, por lo que les resultaba más que divertido estar allí.

James llevaba a Harry de la mano de un lado a otro, mientras el más pequeño permanecía fuertemente aferrado a su gemelo para no quedarse atrás, ignorando lo más que le fuera posible a las demás personas que yacían allí.

Cuando Dudley exigió que se le comprara un helado, fue mera casualidad que los hermanos estén allí cerca, pues desde que habían entrado, Vernon les había exigido que se mantengan a una distancia de ellos, que en lo posible, nadie note que están juntos, eso les veía perfecto a ellos, por supuesto, pero en ese momento, también les vino bien estar cerca, pues la señora les preguntó a ellos qué sabor de helado querían. Harry casi entró en pánico, se suponía que ellos no debían tener nada, eso es lo que sus tíos decían, incluso cuando su tío terminó comprándoles unas paletas de hielo a cada uno, tenía serias ganas de negar, pero James lo mantuvo tranquilo para que pudiera disfrutar del dulce.