Random Stories [Harry Potter]

Los tres hermanos

AU sin ships.
Final abierto a interpretación,
aunque, bueno, es bastante claro.
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Harry miró con lágrimas en los ojos como, por milésima, o quizá millonésima vez, su hermano moría, sin poder él hacer nada para evitarlo. 

A pesar de los furiosos susurros de sus amigos, que le rogaban con inminente pánico que retrocediera, Harry se acercó al cuerpo de Severus Snape, arrodillándose frente a él mientras él aceptaba su destino, sin oponerse a su muerte.

El segundo hermano, loco por su amor imposible, una vez más debía morir por él.

Si el profesor se preguntaba porqué su ex-alumno no parecía interesado en querer ayudarlo, realmente no le importó compartir su pensamiento en voz alta, y solo observó como las lágrimas del, ya no tan niño, bajaban por su rostro, murmurando una suave disculpa, disculpa que para él, no tenía razón de ser.

Cuando supo que sus propias lagrimas fueron guardadas, Severus Snape solo se permitió cerrar los ojos, y como último sentido consciente, pudo escuchar el llanto a viva voz del un chico que, por algún motivo, no le gritaba al Lord oscuro que lo mató, sino a la propia Muerte.

Sus amigos no entendían la desesperación del joven adulto de ojos verdes, no entendían porqué Harry Potter gritaba con tal desesperación. 

Tampoco entendieron porqué Harry simplemente caminó hacia el despacho del director cuando Voldemort les dio un tiempo para organizarse.

No lo entendieron, y tampoco supieron la realidad tras ello.

Ellos no supieron que Harry fue en realidad al bosque, ellos no supieron que, sin el menor ánimo de ningún tipo, él aceptó ir frente al Lord como si hubiera hecho lo mismo miles de veces.

Harry no temía a Voldemort, porque sabía, sabía desde siempre aunque fuera inconsciente, que él no sería el que muriera primero.

Incluso frente a él, Voldemort no parecía entenderlo, y Harry vio, sin ánimos, cómo un rayo de color esmeralda chocaba contra su cuerpo, y aunque rogara en un acto egoísta que esta vez funcione, ya sabía de antemano que aquello no serviría. 

Escuchó la risa de la Muerte, y Harry solo dejó que las lágrimas cayeran una vez más en ese plano blanco y vacío.

Miró a su maestro, al director de su colegio, y Harry no dijo nada ante su bonachona sonrisa, nada ante la representación de la Muerte que ahora desaparecía lentamente.

Esta vez fue el director de su colegio, en otra ocasión fue un mercenario, en otra, el más reconocido de los reyes...

¿Quién sería la próxima vez?

Cuando estaba frente a frente con el Lord, Harry ya sabía cómo acabaría todo.

Su hermano mayor, loco por el poder, moriría una vez más por su obsesión.

Una vez más, él, él estaba obligado a verlos a todos morir, él que había decidido escapar de la Muerte para luego recibirla como una amiga...

Ya no quería, no quería repetir la historia, no de nuevo.

Por eso, ante la mirada de esperanza de su mejor amigo, Harry le sonrió con pena, y rompió la famosa varita de saúco, con la esperanza de que, con esta rota, y la piedra perdida, la Muerte no encontrara forma de obligarlo a repetir la historia.

Esperaba, en silencio, que esta fuera la última vez que tuviera que ser el último en morir.

La última vez que el hermano pequeño tuviera que sufrir por el egoísmo de sus hermanos mayores.

La última vez que su vida estuviera rodeada de muerte...

La última vez... solo deseaba que en verdad, fuera la última vez.