Random Stories [Harry Potter]

Halloween

Hoy hace 40 años, Lily y James Potter
fueron asesinados a manos de Lord
Voldemort; dejando a Harry huérfano.

Sirius Black fue encerrado tras
ser inculpado por el asesinato
de Peter y doce muggles; y
Remus queda solo una vez más. 

Cambiemos un poco la historia, ¿no?

AU cortito. <3

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—Harry, cielo, ¿estás listo? 

—¡Sí, mamá! ¡Pero falta papá!

—¡James!

—¡Ya voy!

Un niño de seis años bajó entonces la escalera, por lo que Lily escuchó, el infante comenzó corriendo, pero sabiamente bajó la velocidad al bajar. Ella se rió debido a esto, más por la forma tan cuidadosa en la que parecía estar bajando... Quizá el niño ya se estaba preparando para su futuro luego de tantas historias acerca de las escaleras mágicas de Hogwarts.

Cuando Harry estuvo delante suyo, Lily se agachó para terminar de acomodar el disfraz de su hijo, sonriéndole con dulzura mientras le entregaba la pequeña calabaza (secretamente encantada para que sea más grande en el interior), que usaría para recoger dulces. Él sonrió, claramente habiendo notado el hechizo, y se rió entre dientes antes de abrazar a su madre, que fácilmente lo tomó en brazos, besando su mejilla.

Sonrió cuando su hijo comenzó a jugar con su cabello, Lily sabía que a Harry le encantaba su cabello pelirrojo, había ocasiones en las que él mismo duraba días enteros con su cabello del mismo color que el de ella, aunque parecía cómodo (la mayor parte del tiempo), con la mata de cabello desordenada de James. 

Hablando de él, bajó no mucho después de su hijo, resoplando mientras trataba, justamente de llevar su cabello hacia un lado, sin mucho éxito. 

James, rindiéndose, solo se acercó a su esposa, besándola en los labios y luego tomando a su hijo en brazos, riéndose mientras le desordenaba el cabello, consiguiendo también risas de Harry, quien, de cualquier forma, no tardó nada en volver a poner su cabello como estaba antes.

—Eso es injusto —replicó James, falsamente ofendido—. Eres el primer Potter que puede deshacerse de la maldición. 

Harry sonrió, y el adulto solo pudo suspirar. 

—¿Listos? —preguntó Lily, sonriendo.

—¡Sí! —asintió Harry, emocionado. 

James se rió.

—Listos.

Lily recogió su bolso y justo antes de salir, Harry la detuvo.

—¡Faltan Padfoot, Moony y Wormtail! —replicó, frunciendo un poco el ceño. James se rió.

—Seguro están por llegar, si es que no están...

El timbre sonó, e incluso antes de que pudieran abrir, la puerta ya se había abierto.

—¡Llegamos, familia! —gritó un eufórico Sirius.

—¡Sirius! —reprochó Remus, tirando del cabello del otro.

Harry, que se había cubierto las orejas con las manos por el grito, sonrió y se bajó de los brazos de su padre y corrió a abrazar a Peter, que fue el único en prestarle atención mientras los otros dos seguían discutiendo, para diversión de Harry.

James carraspeó, pero en lugar de lograr el efecto deseado, Sirius se dirigió al él para pedir ayuda en su defensa, provocando que ahora los tres discutieran, o más bien James y Sirius trataran de explicarle algo a Remus, que no parecía ni cerca de verse convencido.

En cambio, cuando Lily lo hizo, sí cambiaron totalmente, pues dejaron de discutir, nuevamente haciendo que Harry se ría.

Entonces, James se dirigió de nuevo a Remus, de repente indignado.

—¡Me robaste a mi hijo! —le espetó.

—¿Disculpa? —Remus parpadeó, confundido.

—Le preguntamos si quería ser un vampiro como nosotros —dijo, señalándose a sí mismo y a Lily, quien rodó los ojos—. Pero no, ¡tenía que ser un hombre lobo como su tío Moony!

Remus se fijó en Harry, quien se acercó a él, sonriendo mientras movía las orejas de lobo que tenía en la cabeza, haciendo que el corazón del adulto se derritiera, agachándose a recogerlo en brazos.

—Te ves excelente, Harry —lo felicitó.

—¡Gracias, Moony!

—Bueno, ¡mejor nos vamos! —dijo Sirius, emocionado.

—¿Qué se supone que eres tú? —cuestionó James, abrazando a Lily por la cintura, listos para salir de la casa.

—¿No es obvio? —dijo, señalando su ropa de colores.

—¿Un payaso? —adivinó James.

—¡El abuelo! —dijo Harry, riendo.

—¡Buena esa, Bambi! —sonrió Sirius, chocando palmas con su ahijado.

James soltó una carcajada, mientras Lily, tratando de no mostrarse abiertamente divertida, ahogó su risa. Remus puso los ojos en blanco y Peter se rió entre dientes.

Por fin Lily los convenció de salir de la sala, bajando a Harry para que pudiera caminar junto a Remus, los dos hablando de un libro que el pequeño había obtenido de regalo en su cumpleaños de parte del hombre, mientras James se quejaba con Sirius acerca de que su hijo había sido robado, y Lily trataba de concentrarse en su conversación con Peter, haciendo de cuenta que no iba junto a los otros dos, aunque en realidad cada tanto los miraba con cariño, especialmente cada que su hijo se acercaba a una puerta para pedir dulces, agradeciendo amablemente a cada adulto que aceptaba darle algo.

Y si de por sí Harry ya estaba feliz, lo estuvo incluso más cuando una gran familia de pelirrojos llegó también, los siete hijos Weasley estaban presentes, cada uno con distintos disfraces, para deleite de su propio hijo, que se acercó corriendo hacia ellos para saludar, los adultos detrás para hablar con los mayores de la familia. 

Harry agarró la mano de la hija menor de los Weasley, guiándola junto a los otros para pedir dulces en las casa, corriendo de vez en cuando de los hermanos mayores, que perseguían a los niños mientras reían, llamando la atención de otro grupo de niños, que se reían y a veces, sin necesidad siquiera de presentarse, se unían a los juegos, para diversión de todos los adultos que acompañaban a sus hijos esa noche. 

Solo otra divertida noche de Halloween más.