De alta y con la verdad

2.1K 148 78
                                    

Sam

Otro día de chequeo, otro día de esta rutina que no pienso mantener. Otro día sin saber nada de ella ¿Estará bien? ¿Esteban se habrá recuperado?

La enfermera me dedica una última sonrisa, más una nueva palabra de aliento. Aunque ya me he aprendido cada una de ellas de memoria, le agradezco. En cuanto ella abandona la habitación escucho como le da la aprobación a mi hermano para ingresar, quien a diferencia de los días anteriores evita demostrar tanta euforia al verme.

—¿Has tomado desayuno?

—¿Ah? —me mira confundido.

—Por el ánimo con el que andas me atrevería a decir que te falta tu dosis de té con leche y algún acompañamiento.

Entonces, su actitud da un giro en 360. Se acerca a mí más energético, y su sonrisa vuelve a apoderarse de su rostro. Algo no anda bien.

—¿Te has drogado?

—Sam —Harry rueda los ojos.— deja de preguntar cosas sin sentido.

—Y tú deja de comportarte tan extraño.

—Perdón. Estoy ansioso, debe ser porque hoy te vas de aquí—responde.

—Por fin —suspiro.

—Sí... por fin.

Observo a Harry, quien se encuentra con sus manos en la comisura de sus labios y muerde sus uñas. Aunque intenté de descifrar que le está pasando, no hay ninguna pista. Por lo que sé desde que Lucinda se fue, todo ha estado bien entre ellos, es más, falta poco para que ella regrese, sino mal entiendo lo hará en un par de días junto a Tom. Harry me ha explicado que _________ no puede volver aún, pues tiene que estar acompañando a Esteban y a su familia en general. Esteban.

—¿Cómo ha avanzado el tratamiento de Esteban? —pregunto al recordar al hermano de mi amiga.

—Va... —Harry traga saliva.— va bien.

—¿Crees que vuelva pronto?

—¿Quién? —desvía la mirada.

—_________. Si el tratamiento de Esteban va bien, quizás podría comenzar a ver cuándo regresar ¿no?

—Sam...

—Está bien —le tranquilizo.— He estado trabajando en mis sentimientos, volver a verla sólo me hará recordar que lo nuestro es una linda amistad que no quiero perder. Lo otro se puede ir.

—Sam —repite él.

—Enserio Harry. Además, ella y Tom ya deben estar bien, lo que me alegra. Sabes que nunca tuve la intención de interponerme, por eso me fui —niego con la cabeza.— y terminé en un hospital —rio.— aún no puedo creer que ese cabrón de Noah ya haya salido del hospital y yo siga aquí. Es que siempre ha tenido suerte, ¿recuerdas cuando...

—Sam —su voz es firme, y su rostro esta vez está serio.

—¿Qué? —mis ojos se encuentran con los suyos, sostenemos nuestra mirada fijamente. La inseguridad de Harry comienza a transmitirse a través de la misma.

Se aleja de mí, y comienza a pasearse lentamente por el espacio que queda en la habitación. Su silencio me exaspera.

—Harry, ¿Qué te pasa?

Esta vez sus manos se van a su cabellera para desordenarla. Sus labios se mueven, balbuceando cosas que aunque quisiera no podría entender. Las dudas sobre el comportamiento de mi hermano comienzan a intensificarse, si no notara preocupación actuar, ya habría llamado a psiquiatría.

—Harry, háblame —suelto con determinación. Su cuerpo se detiene, y su mirada vuelve a encontrar la mía, pero esta vez me trasmite lamento.

—Sam —sus manos caen a sus lados.— tuve que hacer esto hace días, pero no podía.

Frunzo el ceño, confundido. En respuesta, vuelve a acercase tomando la misma cercanía que cuando ingresó.

—Si no lo hice fue porque temía de tu bien estar, aún estaba todo algo inestable, y tenía miedo. Espero que puedas entenderlo, porque no ha sido por maldad, todo lo contrario, yo...

—Harry...

—Esteban está muerto, y ________ no volverá a Inglaterra —suelta sin más.

El aire que sentía entrar hace algunos segundos por mis fosas nasales, se corta. Mis puños se presionan contra las sabanas de aquella camilla, y mi mente se desconecta dejando todos mis pensamientos en blanco. ¿Cómo es esto posible?

T/n

Sus manos acarician mi espalda con cuidado. Me acerco aún más hacia él. Estos últimos días me he sentido como el vacío que habita en casa, y en mí se intensifica, pero sus caricias parecen pedazos que encajan con este vacío.

—Lucinda te ha llamado hace un momento —murmura.— pregunta si te apetece que vayamos por un café. Creo que sería una buena idea, sólo si tú quieres —besa mi frente.

—¿Quieres salir? —a penas termino de formular mi pregunta, un bostezo se apodera de mí.

—Creo que te haría bien despejarte. Salir de aquí, liberarte un poco de los recuerdos que te trae estar aquí.

Cierro mis ojos. Los días que han pasado desde mi conversación con Tom han consistido en recibir a Joe junto a Lucinda, comer algo que me guste, y luego irme a dormir. Quizás tomar algo de aire no sería mala idea.

—Podría ser —vuelvo a abrir mis ojos.— pero... ¿y si te ven?

—Joe me ha confirmado que el lugar del que habla Lucinda es más bien privado —responde.

—No confías en mi amiga —rio por lo bajo.

—Lucinda es especial.

—Oye —vuelvo a reír.

Me presiona contra él con un poco de fuerza. Siento como su sonrisa se dibuja contra mi frente.

—¿Qué dices?

—Sí. Podría servir.

Concluye su sonrisa en un nuevo beso contra mi frente.

—Deberíamos movernos, ha dicho que en una hora nos quiere... —el móvil de Tom comienza a sonar. Me separo de él lentamente para que pueda alcanzarlo.

Sus brazos se mueven en dirección al pequeño mesón que tengo junto a mi cama.

—Es Harry —musita. Yo le animo a que conteste con alguna que otra seña.

—Harry.

De aquí en adelante sólo soy capaz de percibir las expresiones que Tom realiza, las cuales son muy variadas. De momentos comienzo a alegrarme, pero cuando este llega a su fin, su preocupación termina por contagiarme.

Su vista se vuelve hacia mí.

—¿Pasó algo?

—A Sam le han dado el alta —responde sin emoción alguna.

—Eso... eso es bueno —sonrío.— ¿Por qué... por qué no pareces contento?

—Harry le ha dicho que no volverás a Inglaterra.

________________________

Sam está chiquito, denle amor

Que tengan una gran semana!

Saludos♡



Cuando seas mía // Tom Holland & túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora