Ahora no es el móvil de Tom el que suena, sino el mío. Él asiente confirmando mis sospechas, Harry o mejor dicho Sam desde el celular de Harry. Muerdo mi uña en reiteradas ocasiones mientras mis ojos se van a los de Tom y a mí celular constantemente.
—No tienes que hablar ahora con él —dice en un tono relajado.
Quito mi dedo de la comisura de mis labios.
—¿Cuándo si no?
Tom tuerce sus labios, realizando una mueca. El móvil deja de sonar.
—¿Ves? te dije que se rendi... —el tono vuelve a llegar a nuestros oídos.
Dejo caer mis brazos, y suspiro rendida.
—Contestaré —digo con determinación.— ¿Te importaría...?
—Iré a ver a James —se pone de pie, su cuerpo queda frente al mío, y deposita un beso en mi mejilla.— Él lo entenderá, es mejor que yo en eso —pasa por mi lado, y abandona mi habitación.
Sus últimas palabras me dejan un sabor amargo. A medida que han pasado los días el dolor se ha vuelto más cotidiano, pero a su vez, el hecho de que el tiempo decida continuar, solo significa que el adiós a Tom está cerca.
Volteo para mirar la puerta que ha cruzado hace unos segundos. Nunca he estado preparada para sentirlo lejos, y aunque ahora esté a tan sólo unas habitaciones de distancia el pensar en aquel día que deba verlo abordar un avión me hace extrañarlo de una manera angustiosa.
El sonido me trae de vuelta a mi móvil, el que no deja de iluminarse en la orilla de mi cama. Bien. Vuelvo a suspirar. Un pie le pide permiso al otro para decidir por moverse. No puedo seguir escapando de las cosas. Consigo actuar con más seguridad, cojo el móvil y sin dudarlo contesto.
—Tomaré el próximo vuelo hacia ________—su voz llega a mí con decisión.
—Sam... ¿Q-qué dices?
—Tomaré el primer vuelo que salga hacia allá, y volverás conmigo.
—Sam...
—No —sentencia.— tú no puedes impedirlo, eso... eso será lo que haré. Iré allá y te acompañaré, te acompañaré hasta que quieras regresar, porque... porque estas estúpidas máquinas, porque este estúpido hospital no me dejo estar para ti cuando Esteban... —noto como su voz se quiebra impidiéndole continuar.
—Tranquilo —musito.
—Iré contigo —dice con dificultad.— jamás quise alejarme de ti, todo eso fue una tontería. Sé que quiero estar para ti, por eso, iré contigo, te lo prometo.
—Sam...
—No.
—Escúchame —muerdo mi labio inferior.— por favor.
El silencio que se escucha desde el otro de la línea me da a entender que lo hará, que me escuchará.
—Que estuvieras allí fue mi culpa, te fuiste por mí —escucho como suspira al otro lado de la línea.— Sé que estar lejos te ayudará a estar mejor. Te has recuperado, y no sabes lo feliz que me hace eso. Tenía miedo de que no lo superaras, pero escuchar tú voz otra vez, sólo me trae tranquilidad ¿entiendes? a pesar de todo lo que ha pasado, escucharte bien, me trae tranquilidad y no quiero que eso cambie.
—No voy a dejar que una carta sea lo último que tenga de ti —sentencia.
—Pero...
—Sí —me interrumpe.— es cierto, me quise alejar de ti porque estoy enamorado de ti —mi mano presiona el móvil contra mi oreja con fuerza. Escucharlo directamente desde el hace que mi pecho se presione.— pero eso ya no importa. Las cosas que pasaron por evitar estar cerca tuyo sólo me han demostrado que debo hacer todo lo contrario, quedarme contigo. Recuerdo cuánto decías que te necesitaba, y no puedes tener más razón. Te necesito ______, por favor vuelve a Inglaterra, te necesito aquí conmigo.
—Mi familia también me necesita, Sam —respondo con dificultad.
—Lo sé. Por eso no te pido que lo hagas ahora. Iré hacia allá si es necesario, te juro que lo haré. Me quedaré contigo hasta que sientas que estas lista para volver.
—No sé si algún día me sienta lista para volver a abandonar mi casa. Lo hice una vez, y salió mal.
—No tenías cómo saber que todo eso pasaría.
Guardo silencio. Es cierto, si me fui a Inglaterra fue para cumplir un sueño, uno que Esteban también quería que cumpliera. Él estaba feliz de que yo estuviera allá, pero por estar allá no pude estar a su lado en sus últimos momentos, por estar allá no pude evitar que esos últimos momentos nunca llegaran y eso es algo difícil de aceptar. Después de todo, lo último que queda de él está aquí, y me duele tener que abandonar todo ello de forma definitiva.
—________, sé que no será fácil volver. Sé que estarías dejando mucho atrás, pero también sé que a él no le gustaría que te limitaras —resopla.— podía ver lo feliz que era cuando le enseñabas los paisajes aquí porque te veía feliz a ti —los recuerdos que Sam trae comienzan a humedecer mis ojos.— entiendo, tú lugar esta con tu familia ahora, pero no abandones la vida por la que luchaste, tú vida.
—Eso cambió, Sam —limpio aquella lágrima que cae por mi rostro.
—No pienso hacerte cambiar de opinión por una llamada —responde tranquilo.— pero sólo te pediré una cosa.
—Dime.
—No abandones la idea de volver a Londres.
—Sam...
—Prometelo.
—S...
—Anda, deja de ser tan testaruda y prometelo.
—Lo prometo —mis palabras salen con algo de temor, pues no me gusta prometer cosas que puedo no cumplir.
—Bien, no abandones la idea de volver a Londres, porque en unos días estaré allí para traerte conmigo.
—¿Qué?
El sonido de un pequeño pitido me anuncia que la Sam le ha puesto fin a la llamada.
________________________________
No había podido actualizar por colapsos universitarios jaja cuiden su salud mental♡
Espero les haya gustado el capítulo. L@s amo, que tengan una gran semana.
ESTÁS LEYENDO
Cuando seas mía // Tom Holland & tú
Fanfiction_______ es una chica de 23 años que decide perseguir sus sueños de la mano de su mejor amiga, yendose a vivir fuera del país. En esta aventura se encontrará con las fantías que tenía desde que tenía 17 años.