El San Valentín de los que nunca estuvieron oficialmente juntos

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Iida realmente no sabía que hacer...

Cada vez que creía que hacía algo romántico (Sacando consejos de Internet y diferentes libros), Hatsume no parecía inmutarse.

¿Flores? Las había aceptado, pero también le había preguntado que porque le había dado algo tan inútil.

¿Una invitación a una cita a un parque de flores de cerezo? ¡La negó! Porque en sus palabras, era muy aburrido.

Por eso, para Tenya, San Valentín era la última oportunidad, y después de investigar—mucho más de lo necesario—había planeado su plan perfectamente.

Él sería el que le daría chocolates a Hatsume, y después finalmente confesaría sus sentimientos. Sería perfecto.

Llamar la atención de Mei no era muy difícil, bastaba con decirle que quería aprender más sobre sus invenciones, y lo más probable era que la chica aceptaría inmediatamente.

Así que después de respirar hondo, mientras se intentaba calmar, Iida marcó el celular de la chica, la cual respondió casi inmediatamente.

"—Oh, Iida, ¿Necesitas algo?—" saludó la voz del otro lado.

—Oye, Hatsume-san... ¿Nos podemos ver hoy?— le preguntó Iida. —Verás, quisiera saber más sobre tus nuevos...

"—¿...Sobre mis babies? ¡Te espero en mi taller, he hecho algo que estoy segura que te encantará!—" le interrumpió la chica.

—Si, además...

"—¡...Te esperó!—" le volvió a interrumpir la chica, y dicho ésto, colgó la llamada. Tenya parpadeó un par de veces y miró fijamente la pantalla de su celular.

Bueno, eso había sido fácil.

Iida sonrió para si mismo, y se apresuró a ir hacia el taller de la chica. Iida visitaba a Hatsume en su taller casi todos los días, estaba seguro que pudiera encontrar su camino hasta él con los ojos cerrados.

No tardo mucho en llegar, así que después de darse ánimos mentalmente, y cerrar sus ojos con fuerza para alejar cualquier pensamiento que podría desanimarlo, Tenya tocó la puerta.

Esta fue abierta casi inmediatamente, y una sonriente Hatsume estaba detrás de ella. Iida sonrió al ver a la chica.

—Has llegado realmente rápido, ¿Acaso ya estabas aquí cuando te llame?— le preguntó Iida mientras entraba a la habitación, Mei rió fuertemente.

—¡No, tan solo estaba emocionada por venir!— exclamó, y se dió la vuelta para sacar algunas piezas extras, Iida sonrió. —¿Entonces? ¿Que quieres hacer hoy? ¡Tengo un par de planos que me gustaría que revisaras!ya sabes, cálculos y esas cosas, eres bueno en eso, ¿verdad?

—Esto, si, podría considerarme bueno en matemáticas, pero Hatsume-san, en realidad...

—¡...Genial, entonces, échale un vistazo a estos modelos!— le interrumpió Hatsume mientras llenaba sus manos con diferentes planos, y papeles.

Ella inmediatamente empezó a hablar de otra cosa, e Iida intentó llamar su atención, en vano.

La chica podía ser realmente apasionada sobre sus invenciones.

Iida miró todos los papeles que tenía en sus manos, y suspiró. Se sentó en el escritorio de Hatsume y empezó a revisar los planos.

Escuchaba la manera en la que Mei trabajaba detrás de él, y no pudo evitar sonreír al pensar en lo adorable que era la chica mientras hablaba de sus invenciones... ¡Podía ser imparable!

Iida realmente se concentró en los diferentes cálculos, y no se dió cuenta cuando la chica se acercó por detrás. Saltó levemente de la sorpresa cuando sintió como Hatsume apoyaba su cabeza en su hombro, y le abrazaba lentamente con sus brazos.

Mei parecía completamente indiferente al tacto, y Tenya tragó saliva nerviosamente. Intentó seguir trabajando, sin darle importancia a la chica en su hombro.

(Era realmente difícil)

La chica señaló a una parte del plano en el que trabajaba e Iida paró de escribir.

—Ahí...— murmuró la chica, sorprendentemente bajo. —Ahí saldría mal, ¿no?

—¿Hm...?

—Si usas esto... te lastimarías...— murmuró la chica. Tomó el plano entra sus manos y le echó un vistazo, Iida levantó una ceja.

—¿Qué dices?— le preguntó, Mei frunció el ceño durante un segundo, y asintió para si misma.

—¡Decido, haré otro modelo para esto!— exclamó, y rompió el papel.

Tenya abrió sus ojos sorprendido. Por fuera, parecía realmente superficial, pero ver a Mei rompiendo uno de sus preciosos planos porque no queria que él se lastimara era algo nuevo para él, sintió su corazón acelerarse al pensar en ello.

Metió una mano en su bolsillo, y sintió la pequeña caja con chocolates, sintió como sus mejillas se sonrojaban levemente mientras miraba la espalda de la chica, y se levantó.

—Hatsume-san, ¿Puedo hablar contigo?— le preguntó, la chica asintió algo confundida por su tono serio, y se dió la vuelta.

—¿Que necesitas?— le preguntó. Iida respiró hondo, y sacó la caja de su bolsillo, ofreciéndosela.

—Feliz San Valentin,— le dijo mientras cerraba sus ojos por la vergüenza. —Esto es para ti...

Hatsume abrió sus ojos de par en par y tomó la caja entre sus manos, acariciándole lentamente con sus dedos.

—Desde... Bueno, desde hace tiempo que me gustas...— murmuró Iida mientras evitaba la mirada de la chica, sonrojado. —H-He oído que dar chocolates en San Valentín a la persona que te gusta e-es común... ¡Así que por favor sal conmigo!

—Oh... ¿Gracias...?— fue lo único que dijo la chica. Iida giró su cabeza, y miró a la chica, decepcionado.

Así que su sentimientos no eran mutuos...

—Pero... ¿Acaso no llevamos saliendo todo éste tiempo?

...

—¿...Eh?

—Pues, fuimos a una cita, ¡Y después me besaste!— explicó la chica, Iida se sonrojó.

—¡P-Pero eso fue un accidente, nunca te pedí salir conmigo oficialmente!— tartamudeo Iida.

—¿Ah, no? Bueno, ¡Ahora estamos saliendo oficialmente!— declaró la chica.

Iida le miró estupefacto durante unos segundos, y empezó a reír, la chica le observó unos momentos, antes de pararse en puntillas rápidamente y darle un beso en sus labios.

—Ahora...— murmuró Hatsume mientras unía sus frentes. —Ahora es oficial.

Y dicho esto, la chica se giró y regresó a trabajar, Tenya miró fijamente su espalda, y sonrió sin poderlo evitar.

¿Cómo podría no enamorarse de ella?



¡Por favor, Cupido! | BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora