Hay un pitido molesto en algún lado del espacio en el que estoy, quisiera que el ruido parara para poder seguir durmiendo, sin embargo no es así, no me queda mas que abrir los ojos, pero no cuento con lo difícil que se me hace poder despertar, los parpados me pesan, es como si estuvieran sellados, vuelvo a hacer otro intento y esta vez logro abrirlos un poco, sin embargo me arrepiento al instante, la luz es muy brillante y me obliga a cerrarlos nuevamente. Luego de unos segundos decido volver a arriesgarme y esta vez con un poco de esfuerzo lo consigo.
La combinación de paredes blancas con esta luz es muy mala, el brillo prácticamente lo vuelve segador.
- Alison. - la persona que aparece delante de mi. Me permite descansar mi vista un poco de la luz, pues su cuerpo la cubre. - hermana ¿estas bien? - pregunta y por fin me percato de quien esta delante de mi. - ¿te duele algo? - pregunta Sara. Con la angustia reflejada en su rostro. Yo por mi parte no doy respuesta a nada de lo que pregunta. - voy a llamar a la tía Ashley ¿de acuerdo? Espera un poco. - informa antes de salir de la habitación.
En el poco tiempo en el que me encuentro sola, mi mente divaga tratando de recordar que fue lo que me paso, como para terminar en un hospital. A pesar de que me toma un tiempo cuando estoy a punto de darme por vencida lo recuerdo. Recuerdo la casa en la playa, a Ángelo y Leonel amenazándome, mi hermana atada en una cama, mi discusión con Dina, el forcejeo con el arma. Lo recuerdo todo. Es justo ahí donde empiezo a examinar mi cuerpo con mis manos, en busca del lugar que recibió el disparo.
- ¡auch! - me quejo en cuanto toco la parte baja de mi abdomen.
- no, no, no - dice a toda prisa mi tía en cuanto entra a la habitación con Sara justo detrás de ella.
- lo siento -articulo con cierta dificultad.
- esta bien, pero no lo toques. - dice levantando la camisa de hospital que llevo puesta para examinar la herida. - ¿Cómo te sientes ? - pregunta luego de cerciorarse que todo este en orden.
- un poco aturdida- confieso. hablar me suma una buena tarea, mi garganta esta reseca y pareciera que tuviera piedritas en ella cada vez que hablo, así de incomodo se siente.
- es normal, estarás bien luego de un rato.- afirma con la voz gélida. Hay algo en la mirada de mi tía, algo que definitivamente no me gusta. - bueno, ya te revise y estas bien, trata de descansar, vendré mas tarde a chequearte.- dice para luego salir de la habitación.
- ¿Qué le pasa? - pregunto con intriga. Sara suelta un suspiro antes de hablar y con eso se que lo que dirá no me va a gustar.
- todos a parte de preocupados, están muy molestos por lo que hiciste.- declara Sara y se que lo que me viene a continuación no sera muy grato.
- permiso - hablan desde la puerta y en cuanto escucho la voz mi corazón se acelera de una forma impresionante.
- yo los dejo solos para que hablen- alega mi hermana para salir de la habitación y es ahí cuando logro verlo
- ¿Cómo estas? - pregunta mientras se acerca lentamente a la camilla, hay un sin numero de emociones reflejadas en sus ojos, emociones que no puedo identificar y eso me asusta, Dawson nunca se a mostrado así de indescifrable, desde que lo conozco, siempre he sido capaz de leer sus emociones con solo ver sus ojos pero esta vez no puedo hacerlo.
- creo que estoy bien.- digo sin saber bien que responder, la intensidad del momento no me permite pensar con claridad. Al recibir mi respuesta deja de avanzar y su mirada se vuelve dura, definitivamente esto no sera bueno.
- ¿En que estabas pensando?- pregunta con rigor. Dejándome saber que el también esta molesto.
- yo... - intento excusarme pero el no me lo permite.
- ¡pusiste tu vida en juego Alison! - dice fuerte, mientras termina de llegar a la camilla. - Casi mueres, a causa de la tontería que hiciste.- me reclama tomándome de los brazos. - arriesgaste tu vida y casi te pierdo.- sus ultimas palabras salen en un susurro y justo con eso me quiebro, sus ojos acuosos inspeccionan mi rostro, como si quisiera grabarlo en su memoria. Los míos se cristalizan mientras observan el suyo.
- perdóname.- mi voz sale pastosa a causa del nudo que se a formado en mi garganta, las lagrimas se han hecho presentes tanto en su rostro como en el mío.
- tenias que utilizar esas palabras - dice con la voz ronca y una sonrisa se asoma en sus labios, luego de unos segundos sus manos llegan a mi rostro y su frente se pega a la mía mientras cierra sus ojos, yo sin embargo, no dejo de observarlo. - te perdono.- suelta en un balbuceo que soy capaz de comprender.
- te amo - confieso con las emociones atestadas en mi pecho, supongo que el hecho de tenerlo a tan poca distancia tampoco ayuda.
- y yo a ti.- dice de una forma dulce, e hipnotizante, no se en que momento todo lo que hay a nuestro alrededor, desapareció y dejo de ser importante, pero eso era lo de menos.
Sus ojos se abren para posarse en los míos hipnotizándome en el proceso, sin cerrarlos roza mi nariz con la suya, provocando que un escalofrió me recorra la nuca, su rostro se mueve ligeramente y cuando sus labios rozan los míos, siento como las emociones se acumulan en mi pecho.
- ¿puedo? - pregunta con la voz ronca por las emociones, a la vez que cierra sus ojos, sin embargo por la intensidad del momento no logro responder. en cambio me limito a cerrar los ojos. El por su parte interpreta mi silencio y une sus labios con los míos.
La sensación en mi estomago incrementa a causa del efecto del beso. Sus labios encajan perfectamente con los míos, son suaves y tienen un sabor peculiar que podría resultar adictivo. El beso es tierno e intenso en partes iguales, expresa todo lo que no se puede decir con palabras y eso es mas que suficiente. Sus labios se separan de los míos en busca de oxigeno, su rostro se mantiene a centímetros del mío y sus ojos me observan de una forma indescriptible.
- nuestro primer beso. - dice con emoción y es inevitable que una sonrisa se forme en mis labios.
Es justamente ahí donde recuerdo que Dios a sido muy bueno conmigo.
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prueba de amor
Spiritual¿Quien podría ser capaz de restaurar el corazón de Alison? al parecer nadie, pues estaba tan dañado, que no era posible reconstruirlo, sanarlo o almenos eso era lo que ella había pensado durante mucho tiempo. Los planes de Dios son misteriosos y sus...