Decepción.

107 10 0
                                    

Dawson y yo llevamos una semana entera sometidos en ayuno y oración, pedimos a Dios por su confirmación, y hemos esperado pacientemente por ella, lo cual dio un muy buen resultado, pues justamente hoy hemos escuchado su respuesta mediante su palabra y  también mediante mi tía y Tessa quienes estuvieron orando mucho por nosotros.

Yo he tomado la decisión de sanar todo y cuánto me mantiene atada a la incertidumbre y se que lo primero es mi padre, en toda esta semana a parte de pedir por la confirmación de Dios por mi relación con Dawson también he orado para que Dios me fortalezca y me permita tener cara a cara a mi padre y así perdonarlo. En cada oración me la he pasado repitiendo la misma palabra  " te perdono " por qué se que eso es lo que necesito hacer, perdonarlo de corazón y empezar de cero con él, también entiendo el plan de Dios respecto a mi padre, se que quiere salvarlo, como me salvó a mí.

- ¿estás lista? - Dawson está justo frente a mí, tomando mis manos y preparándose para Orar.

- si - le digo con una sonrisa que no me cabe en el rostro.

Y es así como ambos cerramos nuestros ojos y nos concentramos en dar gracias a Dios por su confirmación y por todo lo que hemos experimentado toda esta semana. La sensación que alberga mi pecho es indescriptible, es la primera vez que hago un ayuno, y no tengo palabras para describir lo hermoso que es, siento que estoy más conectada con Dios y que si por alguna razón existía un rastro del carácter deplorable que tenía, hoy puedo decir que lo siento inexistente.

- Gracias señor por permitirnos estar juntos, gracias por qué trabajaste con ambos y nos has transformado, Padre te entregamos está relación en tus manos, confiando que serás tú dirigiendo cada pasó que demos. - Dawson deja de hablar y se que es mi turno.

- Lo creemos y lo declaramos, confiamos señor que en tu nombre seremos capaces de afrontar lo que venga, Gracias padre por tu misericordia y tú Gracia. Gracias señor. Amén. - terminó la oración con Dawson dando el amén al mismo tiempo que yo, abriendo ambos los ojos después de eso.

Lo que encuentro en los ojos de Dawson es solo un reflejo de lo que hay en los míos.

- me siento feliz. - dice sin soltar mis manos, yo en cambio no respondo y dejo que mi sonrisa le diga todo. Sin embargo desaparece cuando recuerdo lo que se viene. - ¿Qué pasa? - pregunta siendo testigo del cambio en mi expresión.

- mi padre - digo provocando un nudo de nervios en mi estómago. Debemos visitarlo, después de recibir la confirmación quedamos en que después de entregar el ayuno iríamos a buscarlo a la casa, pues según Tessa después del viaje de negocios que tuvieron juntos, no se había vuelto a aparecer por la empresa, ella no me lo dice, pero tengo la corazonada de que discutieron.

- todo estará bien hermosa. - dice con ese tono tranquilizante que solo el posee, pero difícilmente logro sacarme la tensión de los hombros, supongo que no ha salido del todo.

- vamos. - le digo obsequiándole una sonrisa, sintiéndome así más valiente. Y así salimos ambos de casa, despidiéndonos de mi tía Ashley, Ella sabe exactamente a dónde voy y por qué; así que me da todas las porras que puede y promete que orara por qué todo salga bien.

El auto de Dawson se vuelve como una burbuja para mí, en todo el trayecto no dejo de cavilar como pasarán las cosas, hay un sin números de escenarios en mi cabeza, pero no me aferró a ninguno. Es más evito hacerlo, aunque me resulta bastante difícil.

- Ali, ya llegamos. - hasta que Dawson habla, me doy cuenta de que estamos en la casa de mi padre. No puedo evitar el sentimiento vertiginoso que se instala en mi estómago y el corazón empieza a latirme a una velocidad increíble, estoy muy nerviosa. Salgo del auto sin decir una sola palabra, con la vista perdida en la entrada de la casa en la que yo viví durante tanto tiempo, la cual ahora se ve tan ajena y tan desconocida.
- vamos - habla Dawson extendiendo su mano sacándome así de mi trance, me toma un momento, pero cuando reúno el suficiente coraje, tomo su mano y avanzamos a la puerta. Tocamos el timbre en dos ocasiones, cuando parece que nadie atenderá y el sentimiento de querer salir huyendo aparece, la puerta se abre.

- Buenas noches. - habla una muchacha que al parecer es del servicio, asumo que debe ser nueva, pues no la conozco.

- buenas noches - dice Dawson al ver que yo me quedo muda. Me siento la lengua entumecida así que no creo ser capaz de decir mucho. - ¿ Se encuentra el señor Joel?.

- ¿Quién lo busca. - pregunta con curiosidad la muchacha.

- su hija - hablo por primera vez, haciendo que un nudo se forme en mi garganta a causa de lo que acabo de decir.

- esperen un momento. - pide cortésmente, antes de ir a buscar a donde sea que esté mi padre.

- tranquila - dice Dawson apretando mi mano, se que ha percibido mi nerviosismo y acaricia mi mano con su pulgar para tratar de calmarme. Estoy a punto de hablar, pero el estruendo de un cristal quebrándose se lleva toda mi atención. En cuestión de segundos un sentimiento de terror me invade, y cuando observo la cara de Dawson, el sentimiento se intensifica.

Sin pensármelo mucho decido entrar a la casa, al principio no se bien hacia dónde debo ir, pero otro ruido parecido al primero, me hace saber hacia dónde debo correr, siento a Dawson siguiéndome el paso, pero no prestó mucha atención a eso.

Cuando me topo de frente con la puerta de la habitación abierta, me paralizó, esto no puede ser.

- ¡SAL DE AQUÍ! - es mi padre quien grita, no necesito verlo para saber que está ebrio. Esta dentro de la habitación en la que me encontraron el día que perdí al bebé. La muchacha que nos recibió sale de la habitación con las facciones descompuestas. No es para menos mi padre acaba de gritarle, a pesar de que nos ve no hace amago por hablar, solo se retira en silencio con la vista al suelo.

- Ali.... - habla Dawson a mi lado pero ignoro lo que sea que quiera decirme, en cambio avanzó hasta entrar al cuarto, cuando estoy en el interior, la imagen con la que me topo no es la más agradable.

hay vidrios por todos lados unos son de retratos y otros de botellas, mi padre está ebrio como supuse, su apariencia es deplorable, tanto que parece un desconocido ante mis ojos.  Esta descalzo, tiene la camisa que lleva puesta hecha añicos, su cabello está largo y desordenado y su barba bastante crecida. No reconozco a este hombre. Su respiración es agitada y su mirada es triste, como si estuviera ahogando sentimientos en ella.
Mientras examinó exhaustivamente la condición en la que esta, sus ojos se posan en mi, por un momento parece no reconocerme, pero cuando lo hace, sus facciones se endurecen y sin pensarlo dos veces, avanza a toda velocidad hacia mi. Me toma de los brazos estrujando con fuerza.

- ¡TU! - suelta con rabia y me atemorizo, - ¡TU ERES LA CULPABLE DE TODAS MIS DESGRACIAS! - grita con desprecio, haciéndome más daño con sus palabras que con la forma en la que me zarandea, mis costillas aún no han sanado debidamente y su agresión hace que duelan. - ¡TU TE LLEVASTE TODO LO BUENO QUE YO TENÍA! - suelta y siento los recuerdos agolparse en mi mente a toda velocidad. El sin darme tiempo a imaginar lo que hará, me tira con fuerza, los brazos de Dawson llegan a alcanzarme, evitando que toque el suelo lleno de vidrios. Aunque estoy segura que cortarme sería menos doloroso que las palabras de mi padre.

Dawson me saca a toda velocidad de la habitación, sin embargo mi cerebro no conecta bien con mi cuerpo y cuando llegamos a las escaleras, estoy arrastrando los pies, cuando Dawson se percata de eso me alza en brazos y termina de bajar conmigo los últimos escalones, para luego salir de la casa, hasta llegar a su auto, en todo el trayecto los gritos de mi padre fueron lo único que fui capaz de escuchar y cuando nos alejamos, se hicieron cada vez menos intensos.

No supe cuanto manejo Dawson, no supe en qué momento detuvo el auto, tampoco me di cuenta cuando me desabrochó el cinturón, solo se que tenía sus manos puestas en mis me mejillas y su frente pegada a la mía, estaba hablándome, pero no escuchaba nada de lo que decía, mi cabeza estaba perdida en las palabras de mi padre y en los recuerdos de hace algunos años. ¡BASTA SAL DE AHI!.  Me grito una vocecita en mi cabeza, haciéndome reaccionar de a poco.

- Ali... quédate conmigo.... por favor. - fui capaz de escuchar con claridad por primera vez después de un rato, la voz de Dawson. Estaba suplicándome, para que no cediera, estaba tratando de retenerme aquí con él, estaba tratando de evitar que me fuera a ese lugar sin retorno.

- estoy aquí - mi voz salió tan calmada, que la desconocí, su frente se separó de la mía y entonces me vio a los ojos. Eso fue todo lo que necesite, para que las lágrimas que no sabía que retenía, salieran a flote. Dawson inmediatamente me rodeó con sus brazos dejándome así su hombro para llorar.

- tranquila, todo estará bien. - me aseguro y de verdad quise creer que sería así, no podía ser de otra manera, necesitaba que todo estuviera bien.

prueba de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora