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Me encontraba sentada en el sillón de la sala, me dolía horrible la cabeza, creo que el estrés hizo de las suyas.

- toma - dice mi tía extendiéndome un vaso con agua y unas píldoras. - ¿Cómo te sientes?- pregunta revisando mi rostro

- estoy bien tía.- aseguro, aunque no es del todo cierto.

- bien tomate esas pastillas y luego te traeré algo de comer ¿de acuerdo? - asiento en respuesta, y Posteriormente ella se va en dirección a la cocina.

- ¿de verdad estás bien?- pregunta Dawson quién está justo frente a mí.

- si.- digo para luego tomarme las pastillas.

- ¿hay algo que quieras decirme? - pregunta de pronto de forma acusadora.

- ¿Cómo qué? - suelto desconcertada, no comprendo de que está hablando.

- cómo por ejemplo que no me hayas llamado como dijiste que harías.- sus facciones están relajadas, pero su tono de voz lleva un reproche impreso, eso me hace sentir culpable, se exactamente lo que me reclama.

- lo siento - digo bajando la mirada a mis manos las cuales aún sostienen el vaso - es que no quería despertarte en medio de la noche.- me sincero. El silencio se instala en el espacio, eso me hace pensar que la conversación terminara ahí, sin embargo siento como se levanta del lugar que ocupaba y se sienta a mi lado, yo por otra parte no levantó la cabeza.

- te dije que no me importaba. - dice al tiempo que con sus dedos toma mi mentón para hacer que lo vea a los ojos.

- pero a mí sí.- afirmo, por qué es cierto, no quiero tener que molestarlo en la madrugada a causa de mis traumas.

- De acuerdo, de acuerdo - dice tratando de aligerar el ambiente, que por alguna razón se volvió tenso. - debes prometer que de ahora en adelante lo harás, no puedes seguir así.- dice sin soltar mi mentón y con sus ojos fijos en mi, está estudiando mis facciones para evitar un efecto no deseado.

- no tengo por qué.- respondo cortante, jalando la cabeza para evitar su tacto, el no puede obligarme a hacer eso.

- ni se te ocurra comportarte así conmigo.- suelta, en forma de advertencia, sin alzar la voz para no alterarme, esta adivinando lo que intento hacer.

- Dawson no quiero...- intento hablar pero me interrumpe.

- hazlo. - pide de forma dulce - promételo - insiste.

- pero.. - suelto en un intento tonto por justificarme.

- promételo. - pide con insistencia, el no cederá, lo se. El suspiro que suelto antes de hablar le hace saber que me estoy rindiendo, esa mirada satisfactoria me lo dice.

- está bien te lo prometo. - digo ganándome una encantadora sonrisa de su parte.

- bien, lo prometiste recuerda que a Dios no le gusta que...

- Juremos en vano - termino la oración. - si, ya lo se.

- bien. - dice entusiasmado.- esperare esa llamada con ansias.- dice dando por terminada la conversación.

- Dawson. - hablo al cabo de unos segundos de silencio

- ¿que? - pregunta con serenidad en su voz.

- Antes de desmayarme dijiste que querías decirme algo - digo recordando que quería hablarme. - ¿Qué era?- suelto con curiosidad

- ah sí. - dice recordando. - Quería decirte que los chicos han estado preguntando por ti. - el sólo escucharlo me pone ansiosa. - Ali se que no te gusta estar rodeada de gente que no conoces, pero debes intentar hablar con ellos, créeme son buenas personas. - afirma y le creó, pues he sido testigo de ello, el primer día que visite la iglesia junto con el, fueron ellos mismos quienes se acercaron a saludarme, en especial la chica que se presentó en la fogata, de la cual no recuerdo bien su nombre.

- de acuerdo. - digo planteándome esos pensamientos de positivismo en la cabeza.

- bien. - suelta satisfecho.

- ¿Cuándo los veremos? - pregunto, tratando de organizar en mi cabeza mis horarios, para dejar un tiempo libre, los exámenes estaban haciéndome añicos el cerebro.

- ¿puedes este fin de semana?

- si. - afirmó después de haber encontrado un espació en medio de mis apretados días.

- perfecto, entonces el sábado nos reunimos con ellos. - informa soltando una sonrisa.

- esta bien. - confirmo, sabía perfectamente que está semana no tendría ni un segundo de paz a causa de esto, me la pasaría pensando en como actuar sin parecer un fenómeno delante de ellos, por primera vez quería ser genuina, ser yo misma .

prueba de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora