añoranza

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No hablaba con nadie desde que desperté, estaba experimentando un efecto colectivo, del alcohol y mis emociones, no comía, no podía hablar, ni fijar la mirada en nadie. Pero era capaz de escuchar absolutamente todo.

Mi Tía Ashley había llegado a verme en cuanto se enteró que estaba en el hospital y decidió tomar mi caso.

- Tenemos que darle tiempo, parece estar  en un estado de shock.- estaba hablando con mi padre.

- está haciéndose la víctima Ashley, sabes bien que ella quería abortar el bebé y ya vez lo logró se deshizo de él.- había veneno en su voz, si mi padre era distante, sabía que ahora empeoraría.

- Ella no lo aborto Joel, Alison es débil de matriz.- dice mi tía en tono de regaño. 

- si, talvez fue aborto natural, pero ella igual no lo quería, así que no entiendo el drama que está armando ahora.- dice mi padre, para posteriormente dejar la habitación.

La situación me causaba cierta gracia, todos habían tenido conversaciones aquí conmigo adentro, yo estaba ausente por alguna razón mi cerebro no lograba conectar con mis sentidos a parte de mis oídos claro, eso era lo que me mantenía, en la misma condición.
La primera vez que abrí los ojos Dawson estaba aquí sentado en una silla, a la par de mi Camilla, hablaba con Tessa acerca de lo preocupado que estaba por mi, cuando se percató de que tenía los ojos abiertos, su expresión de preocupación cambio a una de felicidad, una que no le duró mucho al ver que no le respondía y no lo miraba.

Después de eso, mi padre me visito y debo decir que lo que me dijo no fue tan grato, me odiaba, decía que me había convertido en una carga difícil de llevar, y que necesitaba que cambiará, por qué si no, no sabía que iba a hacer conmigo.
Sara no había querido verme, estaba decepcionada de mi.
Por otra parte Dawson y Tessa, han estado visitándome seguido, Orando por mi cada vez que vienen.
De hecho una de sus oraciones es la que más recuerdo y retengo en mi mente.

- Padre - dijo Dawson.
- me presento delante de ti, poniendo en tus manos la vida de Alison, señor tu conoces cada una de las situaciones que ha tenido que pasar, y también se que serás tú dando recompensa por cada una de sus dolencias, por cada una de sus lágrimas, Dios maravilloso, que sea tu gracia sobre ella, dándole paz, tranquilidad, pero sobre todo amor, ese amor tan grande que solo tú sabes dar, ese amor que yo conozco muy bien y que es capaz de sanar cualquier herida. Haz tu obra en ella, reanima su espíritu, dale de tu fortaleza y permite que se levante de ese lugar tan oscuro en el que se encuentra. Gracias Padre. Amén.

Tessa estaba en la habitación, se había mantenido con los ojos cerrados durante toda la oración. Esa oración había hecho que algo en mi interior se removiera, de alguna forma sentía como si algo dentro de mi quisiera surgir, pero no lo conseguía del todo. No recordaba haber sentido esto antes, ni siquiera de niña, cuando asistíamos a la iglesia y oraba para acostarme, sabía y creía en la existencia de Dios, pero los problemas y los sucesos dolorosos, no me daban tregua así que a temprana edad deje de visitar la iglesia al igual que mi padre y Sara. No recordaba cuando había orado por última vez, ni siquiera recordaba cómo hacerlo. Pero escuchar las oraciones de ellos dos me hizo desearlo, mientras ellos oraban se producía una paz en el ambiente increíble y todo rayaba en la ternura y lo dulce. Sin darme cuenta al escucharlos añore eso.

- Tía Ashley - dije por primera vez en días, mi voz salió ronca a causa de su poco uso. mi tía quien aún seguía dándome la espalda, se volteó a verme.

- Alison ¿Cómo estás?- dijo al tiempo que se acercaba.

- bien - dije aclarándome la voz, ella por su parte comenzó a examinarme.

- ¿Te duele algo?- yo negué con la cabeza. - bien, voy a avisar que despertaste ¿De acuerdo?.- tal cual lo dijo, salió de la habitación, llamando a mi padre.
El cual al entrar me dirigió una mirada dura, las cosas se pondrían feas a partir de ahora lo sabía.

- ¿Ya se acabó el drama? - dijo acercándose. La última vez que había visto a mi padre actuar así, fue cuando mi madre falleció.

- si, ya se acabó- le dije al tiempo que me sentaba, no quería más esto, pero no podía verme débil delante de él, mucho menos si estaba tomando está actitud.

- perfecto podemos irnos- dijo indiferente, estaba a punto de responderle cuando su teléfono me interrumpió.
- hola, ¿Cómo estás?- su expresión cambio a una de felicidad en cuestión de segundos, me preguntó con quién hablara.
- ¿Vendrás? Que milagro.- seguía sin saber con quién hablaba, pero parecía ser alguien cercano. - No, lo digo por que han pasado ¿que? Dos o tres meses desde la última vez que estuviste en mi casa.- desde ahí deje de escucharlo hablar, sabía quién estaba del otro lado de la línea, era un amigo de papá, uno que tenía desde hace años. Aparentemente buena persona. "Aparentemente". Cuando la llamada culminó, mi padre se dirigió a mí aún con la expresión de felicidad en su cara.

- ya vámonos, que tengo cosas que organizar, Dante vendrá a visitarnos - dijo saliendo de la habitación, dejándome a mí sin ayuda para cargar mi maleta, aún estaba adolorida y caminaba con un tanto de dificultad, La imagen de una Alison hace unos años atrás apareció en mi mente, estoy perdida, no tengo idea de como saldré de esta.


prueba de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora