No podía expresar la felicidad que me daba tener ese papel en mis manos y estaba segura que cuando Sara lo viera estaría igual.
- hola - saludé a Tessa al quedar frente a su escritorio, ella por su parte me brindó esa sonrisa con la que me había familiarizado en los últimos dos meses, después de que yo aceptará a Jesús en mi vida, había empezado a asistir con Dawson a la iglesia, Tessa al igual que mi tía Ashley por supuesto, estuvieron acompañándonos.
- hola, princesa. - su forma de llamarme me saco una sonrisa, últimamente utilizaba ese término para referirse a mí y por más tonto que parezca a mí me agradaba.
- Tessa, ¿está mi hermana en su oficina?- su asentimiento me confirmó que si. - gracias- dije para marcharme.
Al llegar a su puerta, decidí sorprenderla, por lo tanto no toque antes de entrar, en cuanto estuve adentro me arrepentí. Pero no era mi culpa, yo no me imaginé que la encontraría besándose con un tipo, inmediatamente di la vuelta para salir de la oficina tratando de no hacer ruido pues ellos no se habían percatado de mi presencia.
- Al... - las palabras de Dawson quedaron estancadas en mi palma, dejándolo confundido a más no poder, yo en un ataque de nervios por no ser descubierta lo empuje fuera y cerré la puerta.
- ¿Qué pa...- trato de hablar cuando mi mano abandono sus labios.
- ¡shh! - le dije bajo poniendo mi índice sobre mis labios.
- ¿Qué pasa?- susurro esta vez.
- ¿Quién es el tipo que está dentro con mi hermana? - susurré igual.
- ¿Arnold?- dijo frunciendo el ceño, mientras su pulgar señalaba en dirección a la oficina de mi hermana.
- ¿Cómo lo conoces? - ya se, ya se, soy una chismosa, pero necesitaba información. Dawson seguía mostrándome su confusión y me observaba como si había perdido la cabeza.
- es un inversionista.- dijo justo cuando la puerta de la oficina se abrió, dejándome ver al hombre que no estaba nada mal, era bien parecido, del mismo tamaño que Dawson y con facciones bien marcadas definitivamente era guapo.
- hola. - saludo con intriga al vernos al pie de la puerta.
- hola- contesto Dawson.
- hola- hable devolviéndole el saludo.
- Dawson, tenemos que arreglar unos documentos.- se dirigió a mi amigo, para luego desaparecer ambos de mi vista. ¡Perfecto! pensé. Justo después de que se retiraran entre a la oficina de mi hermana quién al verme sonrió feliz.
- hola- me saludo levantándose de la silla que ocupaba.
- hola - saludé sonriente.
- ¿Qué haces aquí? - pregunta confusa.
- ya te lo digo, pero primero contéstame algo, ¿Quién es el hombre que acaba de salir? - pregunto señalando la puerta a mis espaldas.
- ¡ah!, él es Arnold un inversionista.
- si, si, eso yo ya lo sabía.- digo moviendo las manos para restarle importancia.
- ¿entonces? - pregunta confusa.
- me refiero a ¿Qué tiene que ver contigo?
- ¿de que hablas? - su tono de serenidad flaqueo dejando su nerviosismo al descubierto.
- a que, entre justamente unos minutos antes de que él saliera, claro que tú no lo notaste por qué estabas muy ocupada. - mi hermana no pudo ocultar su gesto de culpabilidad.
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prueba de amor
Espiritual¿Quien podría ser capaz de restaurar el corazón de Alison? al parecer nadie, pues estaba tan dañado, que no era posible reconstruirlo, sanarlo o almenos eso era lo que ella había pensado durante mucho tiempo. Los planes de Dios son misteriosos y sus...