prueba de amor

Amenaza

Llegar ayer a los tribunales fue la cosa más tortuosa y fue peor cuando salí de allí sin recibir un veredicto. Me dolía la cabeza de solo recordar a Dante en esa silla, viéndome con esos ojos que no mostraban ni una pizca de arrepentimiento. Desde que Patrick me avisó de la citatoria para presentarnos ante el juez mis nervios se alteraron, creo que fue lo que más influyó para que dejará de dormir correctamente durante lo que quedaba de la semana, las pesadillas volvieron y como siempre, no podía dormir después de tenerlas.

La noche de ayer no había sido la excepción y hoy por más que trataba de no sentirme cansada mientras el pastor hablaba se me resultaba imposible, sabía que si mi tía hubiera venido conmigo hoy, ella evitaría que cerrara los ojos, pero desafortunadamente le tocó turno, tampoco tenía a Dawson o a Tessa haciéndome compañía. Supe por Sara que Tessa había salido en un viaje de negocios con mi padre he ahí la razón por la que no estaba, Dawson por otro lado, no me atrevía a apostar, pero creo que estaba tratando de evitarme a toda costa.

- hola - susurra Karina sentándose en la silla vacía que está a mí lado. ¡Si. ya me aprendí su nombre!. - voy a quedarme aquí para evitar que te duermas. - me informa y la vergüenza que me azota es tan grande que soy capaz de sentir como la sangre se agolpa en mis mejillas, bien. si antes sentía los párpados pesados a causa del sueño ahora los tenía bien abiertos. - parece que funcionó - dice en medio de una sonrisa divertida, acomodando su biblia en sus piernas, eso me hace pensar que yo necesito una. A pesar de que en otro momento está situación me hubiera causado irritación y me hubiera puesto a la defensiva, ahora solo logra sacarme una sonrisa similar a la de ella, se que su intención no tenía nada de malicia.

- gracias - digo alternando miradas entre ella y el púlpito.

- de nada - dice con diversión, luego de eso ambas nos quedamos en completo silencio para prestar atención a lo que se está predicando.

Terminado el servicio todos nos damos las bendiciones para luego salir del templo.

- ¡Alison! - llama Karina cuando estoy fuera de la iglesia.

- ¿Si?

- quería saber ¿Si quieres acompañarnos? - pregunta señalando a los chicos que están a su espalda. Son los mismos chicos que nos acompañan en la fogata. Me lo pienso por unos segundos, estoy considerando ir, pero recuerdo que aún debo terminar un trabajo de la universidad así que no me queda más que declinar.

- lo siento Karina, pero debo terminar un trabajo de la universidad. - digo con sentido pesar, me hubiera gustado ir con ellos, se que necesito distraerme, pero también tengo que cumplir con mis obligaciones.

- ¡oh! Esta bien, será para la próxima entonces - dice con una mirada de desilusión que disimula con una sonrisa, eso me hace sentir mal por un momento, pero sé que no puedo hacer nada, no puedo ir y dejar la tarea a medias, después tendré que corretear para tratar de cumplir.

- de acuerdo - digo, a forma de despedida, pero no me muevo hasta que los veo a todos irse, luego de eso me decido a caminar. En estos momentos es cuando deseo con todo mi corazón un auto, pero por el momento me toca ir caminando, lo difícil es que la casa de mi tía me queda a unos dos kilómetros de aquí y no pasa ningún taxi.

No sé si es a causa de lo desolada de la calle, o de que me este volviendo paranoica, pero tengo la sensación de que alguien me está siguiendo, volteo atrás en repetidas ocasiones pero no veo a nadie, esto se siente igual a mis pesadillas, ¿estaré soñando? No lo creo, es imposible. Sigo avanzando mientras volteó por última vez mi vista hacia atrás, y como antes no hay nadie. "Alison cálmate" me habló a mí misma, tratando de no caer en pánico. Al posar mi vista nuevamente al frente, me paro en seco, su figura imponente me impide el paso, ¿Qué se supone que está haciendo?