La puerta es abierta ante nosotros, sin embargo me tomo unos segundos para estudiar el lugar antes de entrar, ya no se ve tan sombrío, como años atrás y ya no causa en mi el mismo efecto de antes.
- ¿Estas lista? - pregunta mi esposo instándome a entrar mientras toma mi mano.
- lista. - digo en medio de un suspiro.
Al entrar lo primero en lo que me enfoco es en el ambiente, el lugar no me desespera al punto de perder la cordura y querer embriagarme hasta la inconciencia, esta vez no hay nada, es como si lo que domino esta habitación durante años desapareció.
Cuando llego al sillón en medio del lugar, me suelto de Dawson y tomo asiento. En ese instante todos los escenarios vividos aqui aparecen en mi cabeza. Mi madre matando a mi hermano y suicidándose, yo embriagándome todos lo años en esta fecha, el bebe que perdí de quien me pregunto que edad tendría si estuviera vivo, mi padre hundido en alcohol al punto de volverse irreconocible.
- ¿hermosa? - habla Dawson poniéndose a mi altura. Mi vista se ha empañado y seguramente se ha preocupado.
- Estoy bien. - digo viéndolo a los ojos y sonrió, el me devuelve el gesto. Sin poder evitarlo pienso en cada una de las cosas que he vivido al lado de quien ahora es mi compañero de vida.
Dawson ha visto todo de mi, tanto lo bueno como lo malo, recuerdo la época en la que me conoció, esa donde yo no era ni la sombra de lo que soy ahora, el se mantuvo ahí a mi lado, dándome todo su apoyo y a pesar de que se que eso fue de gran ayuda, soy consiente de que mi vida cambio completamente hasta que se la entregue a Dios
Ahí, donde yo no podía ver se me otorgo la felicidad, Dios sano, lleno y bendijo todas y cada una de las fracturas en mi vida y multiplico todo y cuanto había perdido.
- amor - llama Dawson captando mi atención. - ¿en que piensas?- pregunta mientras seca una lagrima en mi mejilla.
-en todo - suelto en medio de un suspiro. - lo que vivimos, lo que pasamos y lo que Dios nos ayudo a superar. - comento y el sonríe. - también pienso en nosotros.- confieso sonriendo.
- ¿estas recordando nuestra noche de bodas?- pregunta divertido, y yo no puedo evitar reírme.
- estos cambios de humor, van a acabar con mi estabilidad emocional.- digo en forma de burla.
- ¿a si? ¿ y quien es el culpable? - suelta inquisitivo, se exactamente lo que quiere escuchar, pero no pienso darle gusto.
- tu - lo acuso. Y sus ojos se abren de par en par, mostrándome lo indignado que esta.
- ¡¿yo?! - suelta escandalizado. - eso no es cierto. - reniega como niño.
- ¡Alison! ¡Dawson! ¡¿pueden venir?!- grita Sara desde la sala.
- ¡Vamos! - contestamos al unísono. Mi intento por levantarme sale fallido pues Dawson pone ambos brazos en las reposaderas del sillón, dejándome atrapada entre el sillón y el.
- ¿Qué intentas? - pregunto divertida.
- quiero un beso. - dice alzando repetidamente las cejas. Yo sin poder evitarlo me rio, es demasiado ocurrente. Dawson aprovecha la distracción para tomar mi nuca y pegarme a sus labios haciendo que mi risa pare de golpe, el beso es suave y delicado, soy consciente de como el se toma su tiempo para robarme hasta el aliento, yo por mi parte no puedo evitar querer quedarme con el así, supe desde la primera vez que me beso, que seria adictivo querer tenerlo así.
- Señora Martínez. - dice con la voz ronca en cuanto se separa de mi, sus ojos que me ven a mi. Dicen tantas cosas, que guardo en mi corazón. - ¿sera hoy? - pregunta y por un momento me pierdo en el sentido que va esa pregunta. El al ver que he fruncido el ceño, sonríe. - amor, ¿les diremos hoy? - pregunta nuevamente y esta vez entiendo mejor.
- creo que si.- digo incorporándome del sillón Dawson ve mi intensión y esta vez deja que me levante.
Mis ojos viajan a cada rincón del lugar y sonrió. Sonrió por que se que a pesar de lo que pudo haber sucedido, Dios se encargo de sanar cada herida provocada por las vivencias.
- Sanaste. - dice mi esposo a mi costado provocando que lo vea. Al detenerme en sus ojos que me observan analíticos, no puedo evitar ensanchar mi sonrisa.
- Papá lo hizo. - le recuerdo y el sonríe moviendo su cabeza en aprobación.
-Vamos.- le invito tomando su mano y así caminamos juntos hasta donde todos nuestros familiares nos esperan incluyendo a Karina.
Cuando ambos llegamos a la sala toda nuestra familia nos esta esperando.
- Alison ven. - me llama Karina para que le ayude con la torta.
Todos están emocionados, pues faltan pocos minutos para que llegue, hay globos, comida, bebidas, música lenta a un volumen moderado y un gran cartel con la palabra Bienvenido en letras grande.
El cerrojo de la puerta se deja escuchar y a los poco minutos esta se abre dejando ver a un hombre bien vestido y arreglado, se ve mejor de lo que se veía en mi graduación o el día de mi boda, se ve diferente, se ve saludable y rejuvenecido. Todos en el lugar gritamos bienvenido, provocando su cara de sorpresa, que cambia a una de felicidad en segundos, todos se acercan a saludarlo, lo abrazan, le dan palabras de bendición y eso hace que su rostro se ilumine.
Cuando llega mi turno, me tomo unos minutos mas para admirarlo y soy feliz por lo que encuentro en sus ojos, Cristo habita ahí.
- hija - llama y yo sin dudarlo lo abrazo, el me recibe de manera protectora, y me aprieta mas contra si.
- Ali...- escucho a Dawson quejarse y mi padre afloja su abrazo, yo sin embargo me rio de la reacción de mi esposo.
- ¿Qué te pasa Dawson? No le va a hacer daño.- dice Sara, con la voz dura. ¡Oh! ¡Oh! Creo que lo que Dawson acaba de hacer se mal interpreto.
- no es...- trata de defenderse pero mi padre lo interrumpe.
- Dawson se que amas a mi hija y no sabes cuan agradecido estoy contigo por eso, pero te aseguro que nunca mas volveré a lastimarla. - dice mi padre conmigo aun en sus brazos, por como han sonado las palabras de mi padre, se que es momento de salir de mi escondite, para defender a mi esposo antes de que lo linchen.
- papá, no es eso. - digo separándome de el.
- ¿y que es entonces?- pregunta Sara con una cara de molestia. Yo por mi parte, me dirijo al lado de Dawson, tomándolo de la mano en el proceso.
- no pensábamos decirles así pero... - digo volteando a ver a mi compañero, quien aun esta avergonzado por lo que acaba de pasar. - Dawson no estaba preocupado por que mi padre me lastimara, lo que pasa es que ahora esta mas sobreprotector que nunca. - digo viéndolo de forma reprobatoria. Todos en el espacio están en silencio, expectantes a lo que voy a decir. - familia, amiga. - digo viendo a Karina. - Dawson y yo vamos a ser padres. - anuncio. A ellos les toma unos minutos reaccionar, pero cuando lo hacen nos ovacionan, nos felicitan, nos abrazan, a mi con mucho cuidado a petición de Dawson. Todos están feliz por la noticia y nosotros estamos contentos de compartir nuestra alegría con ellos.
Estos momentos son los mas preciados en mi corazón y son los que Dios me ha permitido vivir, Dios transformo mi vida y convirtió años de sufrimiento y dolor, en alegría. Todo lo que tengo y todo lo que soy se lo debo solo a Él. Mi padre fue paciente conmigo y me dio la prueba de amor que necesitaba para salir adelante y vivir la vida que el diseño para mi.
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prueba de amor
Espiritual¿Quien podría ser capaz de restaurar el corazón de Alison? al parecer nadie, pues estaba tan dañado, que no era posible reconstruirlo, sanarlo o almenos eso era lo que ella había pensado durante mucho tiempo. Los planes de Dios son misteriosos y sus...