No estaba segura de cuanto tiempo llevaba aquí, solo sabia que había corrido una buena distancia, lo extraño era que no me sentía cansada o agotada por la maratón que ejercía, habia alguien tras mio, alguien me seguía, escuchaba sus pasos pesados golpeando el pavimento mientras corría, lo sentía cerca de mi y el darme cuenta de que lo tenia a unos centímetros de distancia me hizo entrar en pánico, el solo hecho de pensar que podría atraparme me causaba desesperación.
Por pura inercia voltea a ver en dirección al tipo que me seguía, su sola presencia me paralizo, vestía una chaqueta de cuero negra, sus pantalones eran negros y llevaba una camiseta gris por dentro, no podía ver más que su ropa, sin embargo lo reconocí, sabía quién era aún sin poder ver su rostro, él solía vestirse así. En ese momento supe que debía moverme y lo intente, pero la pesadez en mis pies, no me dejaba moverme a mi gusto, lo escuchaba cada vez más cerca. Yo por otro lado por más que lo intentaba, no podía correr tan rápido como quería, parecía como si mis pies se derretían con cada paso que daba.
Cuando pensaba que ya no podría escapar, una puerta que no había visto antes, apareció frente a mis ojos, con gran esfuerzo me acerque a ella tomé el picaporte y entonces lo escuché.
- ¡Alison, ven aquí!- su voz ronca y profunda, provocó escalofríos en mi nuca, me atemorice en sobremanera y el horror de pensar en lo que pasaría si me atrapaba, me instó a abrir más rápido la puerta.
Cuando entre al lugar cerré la puerta a mis espaldas y me recosté sobre esta, un suspiro de alivio se me escapó de los labios al tiempo que cerraba los ojos, el ambiente había cambiado, ya no lo sentía tan denso.
- hija, pensé que ya no vendrías- abrí los ojos de golpe, no podía ser cierto, ella no podía estar aquí. La mujer estaba sentada en un sillón unipersonal a mitad de la.... en ese momento fui consciente de dónde me encontraba, conocía a la perfección esta habitación, todo estaba como lo recordaba, a diferencia de las paredes pues estas tenían un color rojo, que le daba al espacio un aspecto tenebroso.
- ¿por qué no te acercas? ¿Ya no me quieres? O ¿Me tienes miedo?- dice viéndome a los ojos, no me gustaba su mirada, su voz sonaba dulce, pero yo estaba segura de que era fingida, ese tono intenso de sus pupilas me lo decía. Yo seguía muda, no quería estar aquí, me voltee para tratar de abrir la puerta, pero para mi sorpresa el picaporte de la misma ya no estaba.
- ¿Estás tratando de dejarme? ¿Me abandonaras cómo hizo tu padre?- su voz se escuchaba pastosa como si estuviera a punto de llorar, aunque realmente no quería saber si era así, yo seguía dándole la espalda y no quería darme la vuelta para comprobarlo.
- muy bien, no dejaré que me abandones- su determinación me alteró los nervios, tanto que empecé a temblar, no sabía si era por miedo o por que sabía lo que pasaría a continuación. El sonido del arma al quitarle el seguro, confirmo mis sospechas.
- ¡NO ME DEJARAS SOLA ALISON, TE VOY A LLEVAR CONMIGO!.- grito lo último.Al voltear para confrontarla cara a cara, vi como apretaba el gatillo y el sonido estruendoso del disparo me sobresaltó.
Me senté de golpe en la cama, con el corazón desbocado golpeando fuerte contra mis costillas parecía como si se me iba a salir del pecho, estaba sudando helado y me sentía desorientada y la oscuridad en la que estaba inmersa no me ayudaba a conectar hilos. Me encontré a mis misma viendo al rededor, cómo para asegurarme de donde estaba y al percatarme de que no había nada inusual, supe que había sido una pesadilla, un suspiro entrecortado salió de mis labios, estaba cansada de esto y no sabia cuanto tiempo mas lo soportaría. Encendí la luz de mi mesita de noche, pues en ese momento la oscuridad no me gustaba fue entonces que pude ver la hora de mi despertador, eran las 4am.
Me recosté al respaldar de la cama, para tratar de relajarme, sabía que no podría dormir, sabía que no iba conciliar el sueño pues siempre era lo mismo. Tenía pesadillas con la mujer desde la edad de los 11 años más o menos y las pesadillas con el tipo que me perseguía aparecieron hace dos años.
No dormía bien a causa de eso, pues aparecían prácticamente todas las noches, eran raras las veces en las que podía dormir con tranquilidad, de hecho no recordaba la última vez que lo había hecho.Y ahí estaba, esperando esa tranquilidad que no recordaba tener, y que de hecho no conocía, pues por más que buscará sentir paz, no conseguía encontrarla.
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prueba de amor
Spiritual¿Quien podría ser capaz de restaurar el corazón de Alison? al parecer nadie, pues estaba tan dañado, que no era posible reconstruirlo, sanarlo o almenos eso era lo que ella había pensado durante mucho tiempo. Los planes de Dios son misteriosos y sus...