Riesgos

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Me siento aturdida, me duele todo el cuerpo, aunque ahora creo que eso no es nada comparado con el dolor de cabeza insoportable que tengo. A la primera persona que vi en cuanto abrí los ojos fue a Dawson, luego de verme reaccionar salió de la habitación a llamar a mi tía Ashley quien justo en este momento es quien está revisando mis signos vitales para asegurarse de que todo está en orden.

- ¿Sientes mareo, algún dolor? - pregunta al terminar su chequeo.

- la cabeza - balbuceo con dificultad, me arde la garganta a causa de la resequedad. Sin embargo a pesar de mi triste intento por hablar, ella comprende exactamente lo que quiero decir.

- voy por medicamento - dice para luego salir por la puerta.

Luego de unos segundos la puerta vuelve a ser abierta pero esta vez por mi hermana Sara, quien al verme consciente corre hasta la camilla, para abrazarme, a pesar de que el apretón me duele no me quejo en lo absoluto.

- ¿Cómo estás? ¿Te sientes bien? ¿Te duele algo? - pregunta alterada después de separarse de mi, a causa de la rapidez con la que habla tardo en procesar sus palabras y a pesar de que se que debo responder a sus preguntas, lo que pasó con Leonel es lo único que se agolpa en mi cabeza.

- Sara. - hablo pero mi voz sale ronca y me lastima en el proceso.

- no hables - me pide con mas calma, sin embargo eso es lo que más lejos estoy de hacer. necesito ponerla sobre aviso.

- Sara. - me arde la garganta pero no presto atención. - escúchame.

- no te fuerces. - sus intentos por calmarme terminan provocando más intranquilidad, necesito que me escuché. - Alison cálmate - pide cuando intento sentarme, me duele todo el cuerpo en el proceso pero lo ignoró.

- ¡fue Leonel! - suelto casi en un grito, al borde de la desesperación. Mi confesión la toma con la guardia baja, es entonces cuando deja de forcejear conmigo, lo que me permite sentarme completamente con ella sosteniendo mis brazos los cuales están llenos de moretones. - fue Leonel. - repito, para confirmarle, lo que ella no termina de creerse.

- ¿Cómo que fue él? - pregunta cuando logra reaccionar. - ¿Porque? -

- por qué yo estoy ayudándote con el proceso legal. - explico con gran dificultad, el cuerpo me punza por todos lados, y el dolor de mi costillas me impide respirar debidamente.
- fui el domingo sola a la iglesia y luego del servicio empezó a seguirme.- cuento con lágrimas retenidas en los ojos, escucho la puerta abrirse pero no me detengo a indagar quien es. - me amenazó, con que si no retiraba los cargos en contra de Ángelo me iría peor.- por cada palabra que suelto su semblante cambia, se que escuchar todo eso no es fácil, pero no puedo dejar las cosas así y ella es quien mas necesita saber.

- ¿Denunciaste a Ángelo? ¿Por qué?. - pregunta con más confusión.

- Ángelo me agredió fuera de la Universidad, me golpeo y me reclamo cosas - digo vagamente. - pero eso no es todo.

- ¿Ah no? - pregunta con una alarma en su voz.

- Leonel me dijo que te avisará que sabe de tu relación con Arnold y que si no lo dejas, a ti te irá igual o peor que a mí. - Las lágrimas que mantenía retenidas, salen de su escondite y lloro, nada escandaloso pero igual lo hago, lloro de rabia e impotencia al pensar en que ese tipo sobrepasó los límites.
- escúchame, tienes que hablar con Patrick y decirle lo que pasó, Leonel a estado siguiéndote y lo sé por qué su hermano me ha puesto al tanto de ello, he recibido amenazas por parte de ambos. - le pido con la voz quebrada, está situación me está llevando a los límites aunque no se si son los golpes o la rabia contenida, aunque podría ser un poco de ambas.

- Sara, Alison tiene razón. - mi tía Ashley es quien interviene y es entonces cuando me percató de que ella fue quién entro a la habitación, ella fue espectadora de todo lo que acabo de relatarle a mi hermana. - tienen que ponerle un alto a ese chico. - aconseja mi tía tomando a Sara por los hombros, tratando de reconfortarla.

Mi hermana no se ve bien, si está procesando todo lo que acabo de decirle no lo demuestra, su mirada está ida y se mantiene así un buen rato, no estoy segura de cuanto transcurre pero sus facciones se contraen, su rostro se descompone en cuestión de segundos y me aturde su expresión pues la desconozco.

- te juro que esto no se va a quedar así. - habla entre dientes y luego de eso sale con pasó fuerte de la habitación.

- ¡Sara! - trato de ponerme en pie para seguirla, pero fracaso en el intento, pues ese dolor agudo y tortuoso que siento en los costados de mi abdomen, no me deja avanzar.

- tranquila, no puedes moverte. - dice mi tía, ayudándome a regresar a la cama. - yo iré a ver qué pasa - dice dejando un beso en mi frente y saliendo tras mi hermana. Dejándome con la incertidumbre sin poder hacer nada.

prueba de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora