Sigue brillando, Julieta. (Segunda parte #ESDJ)

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NARRA ELÍAS

Cada vez que cierro los ojos aquel momento acude de nuevo a mi cabeza en forma de sueño; fue totalmente increíble. Mis dedos se deslizaban por las teclas con fluidez y la voz suave y melódica de Julieta reinaba cada parte del escenario, de la gigante sala. Todo fue absoluto silencio de principio a fin, y no me sorprende, pues yo ya la había visto hacer algo como eso antes, de hecho, lo hace cada vez que canta.

Da igual la canción elegida, porque ella la acaba haciendo suya y hace de ella algo mágico, como siempre le digo; brilla con luz propia, y ayer se corroboró delante de toda esa gente que la miraba y al final admiraba.

Conseguimos clasificarnos para la siguiente ronda, pero por los pelos... está claro que el nivel este año respecto a los anteriores ha bajado en nuestro coro, aun así los chicos están contentos y nosotros orgullosos de ellos. Fue Julieta la que descubrió el talento de Omar y hasta ahora es nuestra apuesta fuerte.

El móvil sonando sobre la mesita de noche me sobresalta, estaba demasiado ensimismado en mis cosas. Es un número que no tengo guardado pero aun así contesto, ya que imagino quién y para qué es.

— ¡Enhorabuena, Elías! — Exclama Miguel, el dueño de la discografía que está interesada en Julieta — Ayer estuvisteis genial.

— Gracias, Miguel — Sonrío sin darme cuenta — Te dije que cumpliríamos las expectativas.

— Así es, y por eso te llamo — Hace una pausa y yo espero para que continúe — Después de vuestra actuación me han pedido que cantéis en el comienzo de los campeonatos restantes, por mí sabes que vamos hacia adelante... pero vosotros siempre tenéis la última palabra.

***

Después de comentarle las últimas noticias, Julieta se muestra feliz, está haciendo justo lo que más deseaba, cantar y hacerlo a su manera, y yo estoy tal y como ella, contento porque a día de hoy, toco para ella, la observo desde el piano embelesado porque siempre consigue emocionarme.

Nuestro coro fue eliminado en la segunda ronda, los chicos estaban decepcionados pero le dimos los ánimos suficientes como para que sepan que este no es el final, el año que viene tendrán una nueva oportunidad y estarán más preparados.

Mientras tanto, Julieta yo actuamos prácticamente todos los fines de semana, Miguel nos consigue pequeños conciertos y a su vez y poco a poco, Julieta está preparando su disco.

Han pasado varios meses en los que todo va a mejor. Se han quedado atrás todos aquellos problemas que teníamos y solo disfrutamos de lo que nos gusta hacer y sobre todo, el uno de otro. Somos el uno para el otro, lo supe desde el principio pero ahora estoy más que seguro de que ella es la mujer de mi vida, con quien tengo que estar pase lo que pase, con quien quiero compartirlo todo, viajar, vivir... y casarme.

Esa idea lleva rondándome la cabeza algunas semanas, es una locura porque ella es joven, de hecho, ambos lo somos y quizá sea muy precipitado, pero lo nuestro siempre ha tratado de eso, de arriesgarnos sin saber qué sucederá después, viviendo el presente y estando juntos, confiando en que esa es nuestra fortaleza, apoyarnos pase lo que pase.

Esta mañana la he dejado descansar, ayer estuvo hasta muy tarde eligiendo una canción para la actuación de este fin de semana. No es una cualquiera, Miguel ha conseguido que sea en un sitio totalmente distinto a lo que ahora hemos hecho y absolutamente espectacular; el teatro más importante de la ciudad.

Hacen un gran espectáculo para todos aquellos artistas que están empezando en este mundo, así que Miguel no ha perdido el tiempo y ha apuntado a Julieta. Debe cantar dos temas y desde que lo supimos, no es capaz de pegar ojo.

Yo le ayudo tanto como puedo, pero para algo así, me cuesta mucho elegir la canción indicada, aunque todas las haga a la perfección, esta vez debe ser especial.

— Buenos días — Lola se sienta a mi lado en la mesa del comedor, con una taza de café entre sus manos y ofreciéndome otra a mí, ya he terminado el mío pero otro no me vendrá nada mal para pensar con más claridad — Anoche os fuisteis muy tarde a la cama, ¿has descansado?

— No demasiado — Respondo con una media sonrisa — Julieta y yo no terminamos de encontrar la canción adecuada.

— No sé si será de ayuda para eso precisamente, pero sé cuánta ilusión va a hacerle lo que va a suceder hoy — Está emocionada y, conociéndola como ya lo hago, puedo intuir de qué se trata.

— No me digas que tenemos visita... — Abro mucho los ojos mientras ella asiente repetidas veces. — ¿Vienen sus amigos?

— Si, por fin después de tanto tiempo van a reunirse de nuevo los cuatro.

***

Con una mano en cada hombro dirijo a Julieta a la sala de ensayo, no tiene ni idea de qué sucede pero se deja llevar, ya que le he dicho que tengo una gran sorpresa para ella. Cuando entramos, les hago señas a sus tres amigos para que guarden silencio. Diana, Edgar y Fabio están sobre el escenario y se les ve felices, contentos y sin dejar de sonreír. 

Al instante de hacer lo que acabo de decir, comienzan los gritos, nada más ver a Diana ambas se tiran a los brazos de la otra pegando saltos, después se unen a su abrazo Edgar y Fabio. Dudo mucho que ahora mismo estén entendiendo algo de lo que hablan porque de la emoción y los nervios se interrumpen sin parar.

— Chicos, ¿qué os parece si os relajáis y nos vamos a cenar tranquilamente? — Les ofrezco.

Están de acuerdo así que nos ponemos en marcha, añoraba estos momentos y ni siquiera me había dado cuenta, ni recuerdo las veces que veía a esos cuatro adolescentes pasear por el orfanato, reír, jugar... hasta pelearse, y ahora, un año después, parecen tan mayores y están tan cambiados.

Pronto comienzan a ponerse al día y los observo divertido, quiero que llegue el momento en el que Julieta les de la gran noticia, esa actuación que tantos quebraderos de cabeza le está dando estoy seguro de que junto a sus mejores amigos será lo más sencillo del mundo, van a volver a trabajar juntos y ayudarán a Julieta en lo que necesite.