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Es el día y es la hora, ya estoy preparada, lista para la actuación más importante de mi vida hasta ahora. Con mis dieciocho años pienso en lo que estoy a punto de hacer y, a escasos segundos, parece que sigue siendo un sueño... ese sueño que he tenido toda mi vida, cantar delante de toda esta gente que ahora me espera.

Mis amigos me han dado todos los ánimos posibles, después de todo el trabajo no puedo estarles más agradecida. Ahora ocupan asientos en la primera fila, Elías esta junto a mí, cogida de mi mano, las observo entrelazas y deseo que siempre permanezcan de esa manera.

Después levanto la cabeza, sus ojos coinciden con los míos y me sonríe, animándome. Asiento y respiro hondo, soltando sin en realidad quererlo su mano, ahora y de momento debo hacerlo, debo cantar primero la canción en solitario.

Esta noche presenta una mujer que no se enrolla en su discurso demasiado y va directamente al grano, tras unos minutos que se pasan enseguida, pronuncia mi nombre, es el turno de que salga por fin al escenario.

— Lo harás bien, como siempre — Susurra Elías, dejando un pequeño beso en mi cabeza cuando comienzo a alejarme de él — Cree en ti, Julieta. Te veo enseguida.

Le muestro una especie de mueca nerviosa que pretendo que sea una sonrisa, y aparto el telón que cubre la parte de atrás del escenario para salir a él. Elías sale unos segundos después y ocupa su sitio frente al piano. Una vez más tocará para mí, no puedo tener mejor acompañante.

Decir que es lo más espectacular que he visto en mi vida, sería quedarme corta. No podría describir la sensación que me absorbe ahora mismo, hay gente allá donde mires, los asientos están repletos, pero también hay pequeños palcos donde veo personas a la lejanía. Trago saliva y decido pensar en otra cosa que no sea en los miles de ojos que están puestos en mí.

Cerrar los míos propios siempre funciona, ver a Elías en mi pensamiento me produce calma al instante, es cuando comienza a sonar la melodía de Never Enough. Es la canción que encontró Fabio y, nada más mostrármela, supe que era la indicada. 

El comienzo es suave, tranquilo, y mientras comienzo a cantar me acerco al piano, poniendo una mano sobre el instrumento.

Miro a Elías cuando es el turno de la parte que más consigue trasmitirme, a mí misma y a él, sí me lo ha demostrado todas las veces que hemos ensayado. Habla de nosotros, lo tuvimos claro desde el principio.

[... Take mi hand

Will you share this with me?

Cause darling, without you

All the shine of a thousand spotlights

All the stars we steal from the night sky

Will never be enough...]

Él levanta unos segundos la cabeza para mirarme a los ojos y asentir, decirme que así será, que va a estar conmigo y juntos vamos a compartir ese sueño que tanto deseamos, que al principio era mío pero ahora es algo conjunto. Quizá podría haberlo hecho sola, pero tenerle a él es lo que más necesitaba sin saberlo.

NARRA ELÍAS

Canta para mí, lo hace de nuevo a pesar de todas las personas que están observándole emocionadas. Ni siquiera se da cuenta lo que acaba de hacer, lo que consigue con solo abrir la boca, en un rápido vistazo compruebo todas aquella miradas de asombro, de expectación... es lo mínimo que puede provocar. Ahí está esa chica de dieciocho años convertida en mujer sobre el escenario.

El aplauso es tan grandioso que parece que va a caerse todo el teatro de un momento a otro, Julieta lo agradece con varios asentimientos, después se acerca a mí y coge mi mano para levantarme y señalarme, haciéndome formar parte de lo que ha conseguido.

 — Eso ha sido precioso — La presentadora nos interrumpe volviendo a entrar al escenario, los focos que habían apagado para la actuación vuelven a estar iluminados — Nos habéis emocionado a todos.

Le damos las gracias avergonzados, claro, no estamos ni mucho menos tan sueltos como esa mujer, que se desenvuelve a la perfección ahí arriba.

Nos pregunta alguna que otra cosa que respondemos con monosílabos, después, anuncia el nombre de la canción que ahora vamos a cantar juntos. 

— ¡Y esto no acaba aquí! — Exclama pegada al micrófono — Os dejo con la siguiente canción que nos interpretan Julieta y Elías... ¡Shallow!

La gente grita y vitorea, esa canción ha tenido mucho éxito y a la gente le gusta bastante, eso nos beneficia pero también nos perjudica en cierta manera, y es que si no la hacemos bien todo el mundo se dará cuenta.

Pongo la mano en el hombro de Julieta y bajo lentamente por su brazo hasta llegar a su mano, es un gesto que sé que le encanta y es nuestro, ella lo soñó y justo después se cumplió, eso debe significar algo.

Antes de dirigirme al piano, dejo un pequeño beso en su mano que la gente también aplaude, aunque no sé el motivo, supongo que disfrutarán de nuestra complicidad.

Ella me sonríe, mirándome directamente a los ojos y después hasta que ocupo mi sitio frente al piano. Se coloca justo a mi lado y asiente, así lo hemos decidido hacer, tocar juntos por primera vez, Julieta ha trabajado mucho en lograr esto y sé que lo va a conseguir.

Comienzo a tocar la melodía de Shallow, al igual que la primera, no dudamos ni un momento en elegirla, sé que ella se siente identificada después de por todo lo que ha pasado durante su tiempo en la escuela de música, lo aislada que se ha sentido y lo que le ha costado salir a la superficie, volver a hacer lo que tanto le gustaba. 

Mientras canto me mira con admiración, siempre lo ha hecho, desde el primer día en clase. Sus preciosos ojos oscuros brillan y temo que no le salga la voz ahora que es su turno, pero, como siempre, se recompone en segundos y comienza de forma suave con sus estrofas, sé que llega el momento así que quito mis dedos de las teclas, dejando que sea ella quien muestre lo que sabe hacer, yo simplemente me quedo a su lado, acompañándola e incluso rozando la punta de mi nariz con su mejilla. 

La gente mantiene un absoluto silencio que sé perfectamente lo que significa; asombro por lo que está haciendo, tocar a la perfección y cantar algo demasiado complicado para cualquiera, pero no para ella.

La canción está terminando y es cuando algo se me encoge en el estómago, está llegando mi momento y no sé si hacerlo... me entran las dudas después de tantas semanas teniéndolo tan claro, ahora pienso, ¿es el momento de pedirle matrimonio a Julieta?


Sigue brillando, Julieta. (Segunda parte #ESDJ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora