Sigue brillando, Julieta. (Segunda parte #ESDJ)

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El esfuerzo es tan grande en el último tramo de la canción que termino agotada, tocando las últimas notas y dejando que el público se exprese mediante aplausos, descanso en el mismo sitio hasta que mi respiración se normaliza y apoyo mi cabeza en el hombro de Elías, que deja un pequeño beso en ella.

— Julieta — Susurra, aunque tenemos los micrófonos a unos cuantos centímetros y nos está escuchando hasta el último espectador del enorme teatro — Llevo mucho tiempo queriendo decirte algo y no sé si es el momento.

— Siempre es el momento, Elías — Levanto mi cabeza para que nuestros ojos coincidan y le sonrío, parece nervioso, más que nunca.

El teatro se mantiene expectante, hasta la presentadora, que iba a entrar de nuevo, se queda donde está, a la lejanía y no queriendo interrumpirnos.

— Me gustaría que te casaras conmigo — Pronuncia de repente, como si las palabras brotaran de sus labios — Y no encontraba mejor manera de pedírtelo que aquí, en un escenario, tu sitio preferido en el mundo...

— Pero Elías... mi lugar preferido es allá donde tú estés — Le cojo la mano tragándome los nervios por lo que acaba de decir, ¿en serio acaba de pronunciar esas palabras? — Me encantaría casarme contigo, por supuesto.

— ¿De verdad? — Coge mi cara con ambas manos, yo asiento y se acerca, dejando sus labios pegados a los míos para después darme un corto beso.

Se levanta para rebuscar en uno de sus bolsillos, parece que tenía todo planeado a la perfección desde hace, ¿cuánto? No tengo ni idea y lo primero que se me ocurre hacer es dirigir la mirada a la primera fila, donde están colocados mis tres amigos; Edgar y Fabio sonríen, Diana se tapa la boca con las manos mientras llora, varios gruesos lagrimones recorren sus mejillas. Ellos lo sabían, estoy segura.

— ¿Puedo? — Está a escasos milímetros, con la palma de su mano hacia arriba para que deje la mía, después, me pone una pequeña alianza. 

Nos hemos comprometido, y no ha sido de una manera normal y corriente, como lo hacen cientos de parejas al día, qué va. Elías lo ha organizado de esta manera tan especial y estoy feliz aunque no lo esperase en absoluto.

Mi sueño es cantar, y hacerlo justo como esta noche, frente a toda esa gente, pero desde que conocí a Elías, ese sueño se dividió para que fuera compartido, quería exactamente lo mismo, pero me di cuenta de que nunca lo tendría al completo si él no estaba mi lado, cogido de mi mano. 

Por fin la presentadora viene hasta nosotros, dándonos la enhorabuena pero no solo por nuestra actuación, también por la reciente pedida de matrimonio. Nos despedimos del público completamente abrumados por tanto aplauso y hasta algo avergonzados ahora que nos hemos dado cuenta de lo que hemos hecho.

Nada más salir mis tres amigos vienen hacia nosotros, Diana es la primera en llegar, por supuesto, adelantando a los otros dos y dándome un abrazo con todas sus fuerzas.

— ¡Enhorabuena! — Exclama primero, me humedece toda la cara debido a sus lágrimas, después de abrazar también a Elías nos mira con los ojos entornados — Pero que quede claro que estáis completamente locos.

— ¿Les vas a reñir o a felicitarlos? — Fabio también nos abraza, aunque no de esa forma tan efusiva.

— Ambas cosas están bien — Sentencia ella, escondiendo una sonrisa.

Ahora el que me da un largo y cariñoso abrazo es Edgar, mi gran mejor amigo que ha estado ahí siempre que lo he necesitado.

— ¡Quién iba a decirme hace un año esto! — Exclama entre risas cuando felicita a Elías — Y yo que quería separaros para que no le hicieras daño... — Pasa un brazo por detrás de mis hombros.

— Te dije que no lo haría, ¿verdad?

Me alegra mucho que arreglaran todo, es cierto que durante un corto tiempo tuvieron sus más y sus menos, ambos me lo contaron después, cuando ya había pasado todo. No tenía ni idea de todo eso... pero ya es pasado, porque ahora ya forman parte del mismo grupo y son personas imprescindibles en mi vida.

NARRA ELÍAS

Conduzco de vuelta al orfanato. Hace apenas unas horas hacíamos el mismo camino y todo ha cambiado tanto... Julieta ha triunfado una vez más, con la actuación de hoy se le han abierto más puertas si cabe, pero no solo es eso, además volvemos como prometidos, ¿no suena raro? Ahora mismo sí, parece incluso mentira, pero es una completa realidad, no imagino cómo tomará Lola la noticia, no se lo comenté.

Tengo planes, muchísimos planes con Julieta, pero tengo claro que todo lleva su proceso y su tiempo, somos jóvenes, sobretodo ella, y ahora comienza su carrera como cantante, siento que su vida va a cambiar pero ya no siento ese miedo como antes, cuando temía que pudiera interferir en su futuro, ahora simplemente sé que la voy a acompañar, y ya no nos va a suceder lo mismo. 

Nada más dejar en la habitación las pocas cosas que nos hemos llevado y ponernos cómodos, ya que vestíamos con ropa más elegante, bajamos a cenar algo, aunque es tarde y todos los demás posiblemente estén durmiendo. 

Los cinco comemos algo rápido que ha quedado en la nevera, son las tres de la mañana y estamos cansados debido a todo lo que ha dado el día de hoy, cuando recogemos los pocos platos y vasos que hemos usado, decidimos subir a las habitaciones, hemos guardado silencio pero aun así, como buena guardiana del orfanato, encontramos a Lola en mitad de las escaleras. 

— ¡Pero bueno! — Exclama — Ya me han contado todo, ¿cómo es que yo no sabía nada?

Me habla directamente a mí, claro, y lo hace a su forma, como una madre. Le explico que lo tenía pensado desde hace tiempo pero no sabía cuál sería el momento perfecto, hasta hoy, y por eso no he podido decírselo.

Da unos pasos atrás para mirarnos, está emocionada y tiene los ojos enrojecidos, pero es de alegría, se alegra por nosotros.

— Entonces es cierto — Se cruza de brazos, mirándome primero a mí y luego a Julieta con ternura — Os vais a casar.

— Así es, Lola — Julieta sonríe de oreja a oreja — Es todavía difícil de asimilar hasta para nosotros mismos pero... — Me lanza una rápida mirada, mordiéndose el labio inferior — Vamos a casarnos.