¿Por qué todo acaba cambiando? No se puede evitar, es así. Ya sea por un motivo o por otro, las cosas cambian y ya está, no puedes hacer nada para que no suceda porque ya no hay marcha atrás.
Me gustaría que con Elías todo fuera como era antes, pero nada tiene que ver. Esos meses alejados han sido un gran punto de inflexión entre nosotros y, ahora que ha vuelto y puede parecer que se puede solucionar, no es así. Lo de la guitarra quizá solo ha sido una excusa para estar cerca, pero ni eso ha funcionado, porque nosotros no somos los mismos.
A mí me cuesta aunque quiera olvidar las cosas, pero cuando le tengo enfrente solo puedo pensar en el daño que me ha hecho, y eso solo consigue que retroceda, que no quiera volver a repetir lo que en su día estuvo mal.
A pesar de haber hablado de las clases particulares de guitarra, la cosa no ha llegado a más. Durante esta semana he asistido a su clase como alumna y después me he marchado de ella como tal, sin atreverme a quedarme, sin que él tampoco me pida que me quede.
Edgar ha avanzado mucho en nuestra canción, no es que baile demasiado, yo tampoco lo hago, pero nos sentimos más cómodos haciéndolo ahora, imagino que por las muchas veces que lo hemos ensayado. Igualmente, está tan metido en hacerlo perfecto, que tampoco ha sacado el tiempo para ayudarme con mi idea de la guitarra, y yo no quiero agobiarle más de lo que ya está.
Ese lunes es el día clave, el día de las pruebas. No quiero confiarme pero, a diferencia del año pasado, este no parece haber grandes competidores. Nuestros rivales le ponen ganas, pero eso es todo lo que logran.
Cantan todos ellos primero, los cinco en solitario, después es el turno de Edgar con su canción que le sale espectacular. Es mi turno, y al final me decanté por Shake it out. Si nuestro dúo es para levantar a la gente de sus asientos, esta canción es para conseguir que se emocionen.
— Perfecto Julieta, como siempre — Murmura Elías una vez que he terminado y paso por su lado.
— Gracias Elías — Es todo lo que yo le digo.
Y ya es mucho que tengamos esa conversación. Últimamente también le veo algo despistado, como pensando en muchas cosas a la vez, aunque quizá solo sea mi imaginación.
— Eh, Juli, ven — Diana ha acabado su turno, ahora espera para que vuelva a tocarle, mientras llama mi atención cuando voy a volver a mi butaca — Tenemos que hacer algo.
— ¿Qué quieres decir? — Me acerco a ella.
— Vamos, mientras terminan los demás, tenemos poco tiempo — Dice rápidamente, cogiéndome del jersey para arrastrarme hasta nuestra habitación.
No sé lo que pretende pero aun así la sigo, es lo que tiene la confianza ciega en una persona, que por muy raras que sean sus ideas, lo ignoras y haces lo que te sale de dentro.
— Bien, ahora tienes que impresionar — Me mira de arriba abajo arrugando la nariz — Tenemos que hacer algo con tu aspecto.
— Oye, ¿qué le pasa a mi aspecto? — Ahora soy yo quien se observa — Llevo el uniforme como todos los demás.
— Lo sé — Pone los ojos en blanco — Pero tienes la pinta de la típica niña buena, y eso en la canción que vais a cantar ahora mismo, no pega ni con cola.
— Pues... soy toda tuya — Acabo rindiéndome y dejándola hacer.
Diana me despeina, sí, tal cual. Me deja el pelo a lo loco, abultado y revuelto, también me pinta los ojos así rollo sensual, según dice, y también desabrocha un par de botones de mi camisa blanca del uniforme.
— ¿Crees que es buena idea? — Me miro al espejo, sin reconocerme.
— Ay, amiga... ¿Cuándo he tenido yo una idea mala?
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Sigue brillando, Julieta. (Segunda parte #ESDJ)
RomanceSegunda parte El sueño de Julieta. En su último año en el orfanato, Julieta prepara todo para entrar en la escuela de música más importante del país, donde confía en triunfar y llegar a ser en un futuro una gran cantante. Pero no todo es eso, en su...