Ahora, es verdad. (Parte 2 VERDADES)

Capítulo 26._ Encuentro

—¡Umh! —Me quejo de dolor.

Doy un bocado y el dolor en la mandíbula me sorprende, no es intenso pero si molesto, ni hablar del sabor de la sangre por la herida interna. Me volvieron a golpear donde ya me habían lastimado la semana pasada.

Los tres pares de ojos en la mesa se centran en mi, finjo no darme cuenta que me ven y continúo en lo que estoy, precisamente hoy se le ha ocurrido a Lauren pedir carne para la cena, como lento y trato de no aplicar fuerza, centro la mirada en el plato pero la tensión me supera.

—¿Van a cenar o me van a mirar toda la noche? —Daryl es el primero en apartar la mirada luego lo sigue Lauren.

Vuelvo a comer y apenas doy un bocado se escucha un carraspeo que proviene de la garganta de Jaccob Bensom, sé que se viene un discurso de su parte porque es así como siempre inicia las pláticas conmigo, con Daryl todo es muy natural, no se busca las palabras para tener una plática seria, conmigo se la piensa dos veces, siempre ha sido así, conmigo toma una postura distinta, toma carácter y agrava su voz, no soy su hijo y siempre me ha visto como el reemplazo de su muchacho muerto que su amada eligió en un momento desesperado.

—Antes de irnos a Francia estabas amoratado, el pasado fin de semana que llegamos estabas amoratado y hoy estas peor ¿Es que acaso ha haces de saco?

—Jaccob. —Lo reprende Lauren.

—¿Volvemos a las peleas, la cárcel y los gritos por las noches? —Me mira con incordio—. ¿Es todo el paquete de nuevo?

—Jaccob aquí no. —Trata de callarlo Lauren pero lo dicho está dicho y no hay vuelta atrás. 

—¿Volvemos? —Pregunto con pulla—. ¿Cuándo tú has sido parte del paquete?

—Bien, la cena estuvo deliciosa —Daryl también trata de terminar con lo que Jaccob ha iniciado.

—¡Daryl sientate! —Habla fuerte Jaccob y Daryl quien comenzaba a levantarse vuelve a su lugar.

—Siempre he sido parte del paquete, desde el momento en el que entraste a esta casa pero ya estuvo bueno de tanta tontería de tu parte—. Me mira con seriedad, en su pita vida me había hablado o mirado así—. Peleas sin sentido, arranques de ira estúpidos, aislarte del mundo, tratando de ganarte siempre el desprecio de la gente porque sientes miedo de recibir algo diferente.

—Mira.

—¿Qué esperas de la vida? —Me calla—. ¿Qué diablos se supone que piensas hacer con ella? ¿Dejar que te usen de saco de boxeo? ¿Con qué fin? ¿Necesitas descargar tu ira por tener un pasado de mierda? ¡Todos hemos tenido un pasado de mierda! Pero algunos tenemos la valentía de dejarlo atrás y abrazar un futuro prometedor.

—¿Abrazar un futuro prometedor? ¿Lo dices tú que no puede sostenerme la mirada porque ves en mi a tu hijo muerto?

Jaccob se levanta de la mesa y se posa frente a mi asotando la mesa, su rostro emana ira pura, la mirada se le ensombrece e incluso puedo mirar como le tiemblan las manos. Daryl se mueve rápido hacia él para tratar de detenerlo y que no haga algo tonto al igual que Lauren, yo no meto las manos en absoluto, solo lo miro encarándolo, él no va a venirme a hablar de sufrimiento cuando ha sumado un daño más a un niño de seis años.

—Jamás vuelvas a decir eso ¡No sabes lo que dices!

—Porque sé lo que digo es que hablo Jaccob no vengas aquí a decirme lo que un pasado de mierda significa ni a darme sermones como si de verdad hubieses sido un padre para mi. —Me levanto para estar cara a cara con él jamás me atrevería a golpearlo pero tampoco dejaría que lo hiciera y a juzgar por su actitud, ganas no le hacían falta. —Buenas noches. —Digo por ultimo.