Ahora, es verdad. (Parte 2 VERDADES)

Capítulo 55._Libertad

Haciendo un recuento de todo este tiempo que he pasado en la universidad "cerca de un año"  me he dado cuenta que he estado mas asustada y ansiosa en este corto tiempo que en todos los años de mi existencia juntos. Y es que todo el tiempo he estado en el ojo del huracán, metida en algún dilema o chisme que yo misma me he buscado sin querer, he estado en situaciones bastante malas, dolorosas, podría decir que tristes y por supuesto muy difíciles, todo por mi culpa o mis propias tontas y desacertadas decisiones pero todos esos sentimientos juntos, no están ni cerca de compararse con lo que siento justo ahora, con lo que estoy viviendo en este momento.

Me arden los pulmones, el pecho duele y mi cuerpo tiembla, incluso las facciones en mi rostro se han entumecido, los labios me tiemblan y la garganta se me reseca por completo, me pican los ojos y mis piernas amenazan con desmoronarse ¡Dios!

Pienso en toda esa tormenta de malas emociones que me ha rodeado duran te este año pero no me duele tanto el pecho como cuando pienso en todo lo bueno y en los preciosos momentos que me ha regalado el chico frente a mi y el cual tal vez no quiera volver a verme luego por lo que debo decirle, pero debo hacerlo, no merece vivir engañado y yo no merezco vivir con ansiedad y culpa.

—¿Flesh? —Atrae mi atención Zero analizando mis ojos—. Dijiste que me dirías algo, te escucho. —Se ríe invitándome a que continúe.

Siento las palabras atascadas en mi garganta, esta duele por tanta presión, trago fuerte para ver si así puedo finalmente decir algo o puedo al menos acabar con esta extraña sensación

—Si, eh, yo... —Tartamudeo y aparto mi mirada centrándome en mis manos, se me ha ido el valor y no puedo mirarlo a los ojos mientras le digo todo.

—Oye, oye, si no es importante no hay problema, puedes contarme luego. —Me toma del mentón para que lo mire, él sigue sonriendo está emocionado y yo...

—¡No! —Me apresuro a hablar para que no continúe interrumpiendome—. Tiene que ser ahora porque no creo poder soportarlo más. —Él frunce el ceño en sorpresa es ahora o nunca—. En la fiesta de Cloe yo...

El sonido del retrete descargándose desvía nuestra atención, mi corazón amenaza con romper mi caja toraxica en cualquier momento.

—¡Lo siento! —Se escucha desde dentro del baño y luego aparece Cloe disculpándose y actuando graciosa como si no hubiese interrumpido un momento muy importante—. Lo siento, lo siento, esta barriga obliga a mi vejiga a descargar cada 5 minutos.

Zero al fin se ha quedado sin nada que decir, no se esperaba que Cloe estuviera ahí e incluso yo me había olvidado de ella pero por supuesto tampoco esperaba que me interrumpiera en un momento como este.

—Continúen con lo suyo, yo arreglaré mis cosas en total silencio, lo prometo. —Se sienta frente a su tocador fingiendo ignorar nuestra presencia. —¡Por cierto Zero!

—¿Si? —Contesta Zero casi exaltado por la sorpresiva llamada de Cloe y espera muy atento por lo que ella dirá.

—Tienes muy buen gusto. —Le guiña un ojo señalando mi vestido.

—¡Ah! Cierto. —!Zero me mira, repasándome de pies a cabeza—. Solo pensé un poco en cual de todos los vestidos en los aparafores quisiera quitar y la elección fue fácil.

—¡Oye tú! —Replico molesta por su descarado comentario.

—Esa es una buena técnica. —Se ríe Cloe—. Ojalá pudieras pasarle el tip a Chase. —Dice con complicidad y luego nos da la espalda.

Zero se gira a mirarme, no dice nada pero me presta mucha atención, él espera por lo iba a decirle antes, yo sinembargo no sé que hacer ahora, desde la posición en la que estoy puedo ver el reflejo de Cloe, ella que me mira por el espejo esperando atenta que le preste atención.