Epílogo.

12.8K 787 523
                                    

Mis piernas me tiemblan y mi  pecho se agita con cada paso que doy, mi corazón se acelera y respirar me es cada vez mas difícil. No puedo ver absolutamente nada pues es muy noche. Mis pies se entierran en el lodo y lo único que logro distinguir son esos enormes árboles.

Corro sin mirar atrás con terror y sin siquiera saber a qué es lo que le temo exactamente, sin embargo mi cerebro me obliga a seguir huyendo, a mantenerme a salvo.

Mis pies descalzos duelen con cada paso que doy sobre las ramas y tal vez algunas espinas que por la adrenalina no soy capaz de sentir. Debo ponerme a salvo, debo huir pero ¿De qué? O mejor dicho ¿De quién?

De repente una imagen viene a mi cabeza de una silueta sobre mi, es mas un recuerdo, forcejeo en ese recuerdo, con quien quiera que sea esa persona, agito mi cabeza con fuerza para hacer a un lado tan horrible recuerdo y continúo corriendo pero apenas doy unos pasos mas y la misma imagen viene a mí...

Ahora veo su rostro, es él, es ese hombre, es Damian quien me sigue, es él de quien huyo.

Mi cuerpo se vuelve mas lento pero yo me obligo a ir rápido, lucho contra mi misma para poder avanzar, lo estoy logrando, de entre los árboles veo unas pequeñas luces, son autos, estoy cerca de la carretera, lo voy a lograr, voy a huir de él, no podrá lastimarme...

¡Flesh! Escucho un desgarrador grito.

Es Zero, él se ha quedado atrás, él esta en peligro, su padre lo tiene, no puedo dejarlo.

Las luces están cada vez mas cerca, mi libertad está a solo unos pasos pero, el amor de mi vida está en peligro, no lo pienso ni un segundo, me importan una mierda esas luces, así lo diría él, me importa una mierda mi libertad, si Zero está en peligro y aunque l hecho de regresar me aterra y me llena de miedo nada importa si Zero sufre. Estoy enamorada de él , no importa por lo hayamos pasado, mis sentimientos no van cambiar solo porque las cosas vayan mal, no tiene porque ser así.

¡Flesh! Es Zero, es él.

De pronto comienzo a escuchar el sonido de la lluvia al caer contra el suelo y mi cuerpo mismo, comienzo a recobrar el sentido solo para darme cuenta que estaba en una pesadilla que no era mas terrible que mi realidad. Estoy tumbada en el suelo sin poder mover un solo dedo, un dolor punzante y horrible en mi cadera no me permite moverme y siento que la nuca me estallará, el mundo entero se mueve a mi alrededor y me forzo a abrir los ojos cuando escucho la voz de Zero.

—¡Flesh! —siento como me sostiene entre sus brazos—. ¡Mírame! —Él esta bien, necesito decirle que estoy bien también, no tiene porque sentirse mal por mi también, que lo que ha sucedido no ha sido su culpa, que todo lo que ha pasado no debe caer sobre sus hombros. —Por favor no me dejes, no me dejes, no puedo hacerlo sin ti, no puedo.

SU voz se quiebra, no quiero imaginar todo lo que pasa por su cabeza, estaré bien, por él, por mi, por mamá. Abro los ojos pero cuando lo hago me doy cuenta que no es él quien me habla, no es él quien me mira

—Alé-jate. — No quiero que me toque, es Damian, es ese monstruo—. Aléjate. —Digo con desespero y dificultad, hemos perdido —Vete.

Él acabó con nosotros.

—¡Tranquila! ¡Tranquila!— Siento un par de brazos rodearme y algunos besos en la nuca—. Es una pesadilla, de inmediato reconozco el familiar aroma a mi lado. —solo es una pesadilla.

Las lagrimas me ahogan, como lo habíann hecho durante tantas largas noches, respirar me es difícil cuando eso pasa y el miedo se volvió parte de mi, aunque cada vez me cuesta menos trabajo tranquilizarme.

Las pesadillas han sido muchas y todas causan diferentes sentimientos en mi, pero la peor ha sido siempre esta, cuando espero ver a Zero y él no está. Caigo en cuenta que es una pesadilla después dar un vistazo a mi alrededor y ver que me encuentro en algún lugar familiar, luego de recordar que el infeliz de Damian está paralizado en una cama de algún hospital psiquiátrico en Francia cumpliendo su sentencia o justo después de darme un pellizco.

Ahora, es verdad. (Parte 2 VERDADES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora